El gran problema de esta adaptación es que empieza como parodia y termina siendo un melodramón de lo más solemne, es como si alguien empezara un chiste y al final dijera: con esto no se jode.
Es muy desigual, no solo por el cambio de tono y hasta género en su narrativa.
Lo peor: el no ser consistente, lo que la termina volviendo irregular e incoherente. No sé qué se está viendo, si decidió ser una parodia mantené eso hasta el final, no decidas a la mitad volverte seria.
Los diálogos son acartonados, algunos de forma buscada y otros involuntarios.
Si bien en casi todas las películas corales de elenco multiestelar hay ganadores y perdedores porque siempre ciertos personajes terminan destacando más que otros, no entiendo por qué Olivia Colman decidió un papel tan menor.
El "modernizar" la trama incluyendo a un negro ya un latino y meter todo el contexto social rompe todavía más la narrativa y la vuelve incluso más cursi y acartonada. Eso que Poirot acepta resolver el caso solo para que ellos dos no resulten los chivos expiatorios, es una concesión progre, una de varias. Si querían hacer a la historia más actual podrían haber comenzado por los parlamentos.
El que los flashback tienen una dirección en blanco y negro, es un recurso televisivo de hace 20 o 30 años, hay otras formas de darle a entender al público que lo que está viendo es algo del pasado, más si el mismo detective lo está narrado , ahí ya ni siquiera es necesario recalcarlo.
Lo mejor: Kenneth Branagh es uno de los pocos directores actuales que no molesta la espectacularidad, usa todos los recursos de Hollywood, es una película comercial de alto presupuesto y elenco lleno de estrellas y no busca convertirla en otra cosa, es honesto.
Michelle Pfeiffer tiene el personaje más interesante de todos, es sin dudas la que más destaca y se podría decir que se roba la película.