Añadir a mi grupo de amigos/usuarios favoritos
Puedes añadirle por nombre de usuario o por email (si él/ella ha accedido a ser encontrado por correo)
También puedes añadir usuarios favoritos desde su perfil o desde sus críticas
Nombre de grupo
Crear nuevo grupo
Crear nuevo grupo
Modificar información del grupo
Aviso
Aviso
Aviso
Aviso
El siguiente(s) usuario(s):
Group actions
You must be a loged user to know your affinity with Daniel Reigosa
- Recomendaciones
- Estadísticas
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
- Sus redes sociales
-
Compartir su perfil
Voto de Daniel Reigosa:
7
Voto de Daniel Reigosa:
7
6.8
39,217
Thriller. Acción. Drama
Tras varios años de investigación de la CIA, que incluyó torturas a prisioneros en Afganistán, y gracias sobre todo a la perserverancia y decisión de la agente especial Maya (Jessica Chastain), por fin el presidente Obama dio el visto bueno a la operación militar que acabó con la vida de Osama Bin Laden, líder de Al-Qaeda. El título, "Zero Dark Thirty", se refiere a la hora: las 00:30 de la madrugada del 2 de mayo de 2011, momento en ... [+]
4 de enero de 2013
4 de enero de 2013
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es difícil hacer una película sobre hechos recientes que han marcado la historia mundial -más concretamente la americana-, sin que suene a enardecimiento patriótico y más si lleva adheridas las palabras 11 de Septiembre. Es difícil escapar de la moralina, el triunfo del bien y del mal, de la conspiración en una película que trata de capturar (y matar) al malo de todos los malos. Es difícil incluso cuando pretendes mostrar los dos lados de la historia (torturas excesivas, encubrimientos o la cultura del “disparar y luego preguntar”) para seguir sonando creíble.
Y es difícil porque desde el minuto uno, la directora se posiciona. Cinco minutos de pantalla en negro con las últimas conversaciones de las personas que iban en los aviones que se estrellaron contra las torres gemelas en aquella mañana fatídica del septiembre. Una vez pasados esos cinco primeros minutos, por mucho que intentes retratar la brutalidad americana (llegando a realizar una crítica bastante agresiva) el espectador ya identifica héroes y villanos.
Este, a mi modo de ver, es el gran error de esta película que juega a dos bandas entre la historia real y la inventada. No obstante, y sin contradecir lo dicho en los primeros párrafos, es de destacar que la película no tiene más trampas, no intenta manipular, no cae en los clichés tan manidos del cine bélico/político e intenta no posicionarse demasiado, algo que es de agradecer. Existe una crítica sutil hacia los métodos usados en este tipo de conflictos, donde existe un infinito abuso del cinismo y la hipocresía.
Técnicamente la película es notable y bastante compleja. Bigelow, que ya mostró sus dotes para filmar la tensión en modo documental en su anterior película “En Tierra Hostil”, vuelve a echar mano de esa técnica para filmar los mejores momentos de la película, convirtiendo al espectador en un soldado más, agudizando al máximo sus sentidos, acelerando su pulso y haciendo que tenga la vista fija en todo lo que pasa para no perder detalle, aunque el final sea de sobra conocido.
Bigelow mezcla intencionadamente en la película escenas que podrían pasar por un documental con escenas de la ficción más exquisita. La parte documental cuenta con escenas tan reales que parecen sacadas de los propios archivos de la CIA, con sonido ambiente, iluminación natural y grabadas con cámara en mano, mientras que en la parte ficticia cambia la iluminación, usa la cámara fija e incluso acompaña las imágenes con una banda sonora digna del mejor cine bélico. Al final el espectador sale del cine sin saber a ciencia cierta si lo que ha visto es cierto, o no, o sólo en parte, y esa sensación es bastante positiva.
Por último y en contra de lo que he leído, a mí el ritmo me parece muy acertado, me esperaba una película más tediosa en los desarrollos intermedios de la trama y me he encontrado con una cinta que funciona muy bien y te mantiene atento en todo momento, y eso, como ya he comentado, en una historia de la que conoces el final, tiene mucho mérito.
Resumiendo, una película que merece la pena ir a ver y que, salvando la trampa inicial y algunas pequeñas cosas más, intenta ser sincera y no engañar a nadie. Eso sí, el cine se nos está llenado de historias que relatan lo buenos que son allí en la CIA, como pasó con Argo y ambas películas son claras candidatas al Óscar… ¿y si contraatacamos con nuestros superagentes Mortadelo y Filemón, o una entrega de Anacleto agente secreto?
Y es difícil porque desde el minuto uno, la directora se posiciona. Cinco minutos de pantalla en negro con las últimas conversaciones de las personas que iban en los aviones que se estrellaron contra las torres gemelas en aquella mañana fatídica del septiembre. Una vez pasados esos cinco primeros minutos, por mucho que intentes retratar la brutalidad americana (llegando a realizar una crítica bastante agresiva) el espectador ya identifica héroes y villanos.
Este, a mi modo de ver, es el gran error de esta película que juega a dos bandas entre la historia real y la inventada. No obstante, y sin contradecir lo dicho en los primeros párrafos, es de destacar que la película no tiene más trampas, no intenta manipular, no cae en los clichés tan manidos del cine bélico/político e intenta no posicionarse demasiado, algo que es de agradecer. Existe una crítica sutil hacia los métodos usados en este tipo de conflictos, donde existe un infinito abuso del cinismo y la hipocresía.
Técnicamente la película es notable y bastante compleja. Bigelow, que ya mostró sus dotes para filmar la tensión en modo documental en su anterior película “En Tierra Hostil”, vuelve a echar mano de esa técnica para filmar los mejores momentos de la película, convirtiendo al espectador en un soldado más, agudizando al máximo sus sentidos, acelerando su pulso y haciendo que tenga la vista fija en todo lo que pasa para no perder detalle, aunque el final sea de sobra conocido.
Bigelow mezcla intencionadamente en la película escenas que podrían pasar por un documental con escenas de la ficción más exquisita. La parte documental cuenta con escenas tan reales que parecen sacadas de los propios archivos de la CIA, con sonido ambiente, iluminación natural y grabadas con cámara en mano, mientras que en la parte ficticia cambia la iluminación, usa la cámara fija e incluso acompaña las imágenes con una banda sonora digna del mejor cine bélico. Al final el espectador sale del cine sin saber a ciencia cierta si lo que ha visto es cierto, o no, o sólo en parte, y esa sensación es bastante positiva.
Por último y en contra de lo que he leído, a mí el ritmo me parece muy acertado, me esperaba una película más tediosa en los desarrollos intermedios de la trama y me he encontrado con una cinta que funciona muy bien y te mantiene atento en todo momento, y eso, como ya he comentado, en una historia de la que conoces el final, tiene mucho mérito.
Resumiendo, una película que merece la pena ir a ver y que, salvando la trampa inicial y algunas pequeñas cosas más, intenta ser sincera y no engañar a nadie. Eso sí, el cine se nos está llenado de historias que relatan lo buenos que son allí en la CIA, como pasó con Argo y ambas películas son claras candidatas al Óscar… ¿y si contraatacamos con nuestros superagentes Mortadelo y Filemón, o una entrega de Anacleto agente secreto?