Al ver películas de W.A., en algún momento siempre me ocurre que sus personajes me parecen artistas repelentes y sobre todo que viene a hablar una y otra vez de relaciones sentimentales, pero al terminar la película siempre queda esa sensación de que su manera de tratarlas es única, que siempre va adelantado a su tiempo y que profundiza socialmente como pocos, además, deja bien claro que no es un caso de aprendiz de todo maestro de nada.
En el caso de Hannah se vuelca en un relato familiar, en el que los niños no tienen nada de peso, pero que maneja a la perfección esos diálogos cercanos y en general propone un juego único y un personaje hipocondríaco tremendo, y es que va tocando todas las ramas cómo la enfermedad, los avances científicos, literatura, arquitectura, drogas, psicología o religión, todo esto para contradecir esa sensación del párrafo anterior, cierto que siempre habla de infidelidades, pero lo hace en profundidad, con ahogo y liberación, reprimiendo o abriendo nuevos caminos, no la cierra con contundencia, pero si relaciona todo en el mismo escenario del comienzo, mostrando sus cartas... lo dicho... un maestro en lo suyo, lo demás para otros.
spoiler:
"Con solo mirarme, me liberas, aunque yo me haya cerrado como un puño siempre abres pétalo a pétalo mi ser como la primavera abre con un toque siniestro y misterioso su primera rosa. Ignoro tu destreza para cerrar y abrir, pero cierto es que la voz de tus ojos es más profunda que todas las rosas, nadie, nisiquiera la lluvia, tiene manos tan pequeñas."
"Te iría bien irte una semana a las Bermudas o a una casa de putas".
"No puedes esnifar todo el día, ¿cuánto llevas en el bolso? ¿un kilo?".
"Para qué tanta eduación, logros, tanta mal llamada sabiduría, si no logro entender mi propio corazón".
"La palabra quizás es un perchero muy débil en el que colgar toda una vida".