A pesar de que estas películas son puro cine comercial y de que este personaje esté más que representado a lo largo de la historia del cine, esta versión de Scott tiene un aire a novedoso por diferentes razones, la primera y más importante es porque huye de la magia, casi no resalta la épica, claro que debido a que sitúa al personaje en un contexto en el que todavía no era leyenda, son sus comienzos de justiciero en tiempos de tiranía; y la segunda razón porque, no llegando a ser una versión para adultos, si que se puede observar una violencia más apropiada en medio de las batallas, por lo que la película fácilmente causa empatía en el espectador, hay varios bandos abiertos y contacto íntimo con la naturaleza, se puede afirmar que es tremendamente fluida, está genialmente conducida y presenta esa cámara de un profesional de alto nivel en las escenas de acción, otra cosa es que la batalla final tire todo por la borda, unos franceses poco entrenados y momentos de auténtica esterilidad creativa.