En "Birdy", desde la fotografía hasta el sonido, todo es perturbador sobre las consecuencias físicas y psíquicas de la guerra, una película que golpea a la vida con vitalidad, consigue salir a la calle con originalidad, tocando temas simples y muy de los 80 para retratar personajes especiales desde la vista de un pájaro, sentimientos y obsesiones, agallas y dignidad para un chico que no encaja en el sistema, y lo hace de manera encantadora, no me parece que sea especialmente triste, de hecho juega con un añadido de humor algo golfo y confirmado con la bamba, tiene situaciones de pánico, pero nunca se escapa de lo coherente ante tal situación, tiene el suficiente impulso cómo para que den ganas de abrir las alas, presenta una espectacular relación de amistad donde comparar la atención a las víctimas del Vietnam, la terapia interna es cuestionada y la situación de cada uno es comprendida, uno se evade de su trauma y el otro tiene pesadillas post-traumáticas, todo con unos flashbacks perfectos, propios de un director de la talla de Parker.