Detrás de "Incendies" hay toda una historia de miseria y abandono en ese lado del mundo en que todos dejamos que sucedan tragedias sin que apenas perdamos el apetito por ver el siguiente reportaje; el estilo que se utiliza consigue concienciar sin proponérselo, ya que sólo el hecho de ser enterrada de espaldas al mundo ya genera incertidumbre sobre promesas incumplidas, sobre la unión de una familia y sobre una paz interior imposible, un argumento que va cogiendo peso, la manera de intercalar entre generaciones va motivando ante la soledad, el honor o la humillación por las que va pasando la madre buscando la paz en zona de disturbios de manera casi desinteresada, un viaje de ideologías a contracorriente que introduce en el conflicto de manera novedosa, es una trayectoría sobre el horror pero es íntima, contiene detalles que van más allá de una simple representación, planos y fotografía con gran ingenio que permiten ver la situación desde fuera y desde dentro.

En la vida se toman decisiones que se pagan caras, pero es una lección de cómo permanecer de pie y no doblegarse incluso seguir luchando después de la muerte, un ciclo que se cierra con poderío sobre todo porque venía siendo contado con mucha calidad, las verdades se van haciendo obvias poco a poco, pero en el momento de conocerlas siguen siendo, aunque cantadas, muy duras, una decisión final de romper el silencio, de ganarse un nombre bajo el sol, de rompero el hilo de la ira.