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Voto de Antonio Morales:
10
Animación. Aventuras. Comedia. Infantil Carl Fredricksen es un viudo vendedor de globos de 78 años que, finalmente, consigue llevar a cabo el sueño de su vida: enganchar miles de globos a su casa y salir volando rumbo a América del Sur. Pero ya estando en el aire y sin posibilidad de retornar Carl descubre que viaja acompañado de Russell, un explorador que tiene ocho años y un optimismo a prueba de bomba. (FILMAFFINITY)
18 de junio de 2014
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y es que, esta es una entrañable película de animación, en mi opinión, sobre la tercera edad, de lo mejor de la factoría Pixar, compuesta por un grupo con mucho talento capitaneado por John Lasseter, que tienen la deslumbrante habilidad de lanzar serias diatribas sobre nuestra sociedad disfrazándola, o mejor dicho, vistiéndola de una sencilla y la vez divertida aventura. En esta ocasión nos brindan una fábula sobre el hombre contemporáneo, sobre su soledad, sobre la inadaptación a los nuevos tiempos, sobre ilusiones y sueños frustrados. La primera secuencia del film, es, de hecho, la crónica sintética de toda una existencia, la del anciano Carl: durante cinco hipnóticos minutos de metraje vemos desfilar ante nuestros ojos, a través de una modélica utilización del relato en elipsis, los hechos más relevantes de nuestro melancólico protagonista.

Desde los siete u ocho años de edad hasta su triste vejez; vemos sus juegos de niñez, sus primeros escarceos con la que será su gran amor, sus deseos de fabulosas aventuras, su juventud, su boda, la madurez y el pulso de las emociones sencillas. Carl no pudo cumplir sus sueños con su esposa y le invade la melancolía que le ha convertido en huraño y solitario. Pero ante las circunstancias y el acoso social, su coraje le hará romper con el pasado viviendo una aventura itinerante. Al viejo Carl le acompaña un rechoncho y simpático “Boy Scout”, un perro dicharachero y un pajarraco que mimetiza mejor que nadie.

Esta excelente película, agradable para todos los públicos, narra la fantasía de un soñador que sin haber vivido grandes cosas ya las ha vivido todas, y que si se enfrasca en este viaje, es huyendo del “progreso”, ese que no respeta los sentimientos de las personas, que desprecia la convivencia en aras del negocio especulativo y materialista. Huye de la residencia de ancianos donde él no se siente libre, y no quiere someterse, huye de la incomprensión. El anciano Carl, es un hombre desposeído de lo poco que le quedaba en el mundo y el viaje a la aventura es la única forma posible de seguir viviendo, porque nunca es tarde para realizar tus sueños. Jamás una cinta de animación presentó con tanto cariño y respeto a un ser humano. Los chicos de Pixar se superan con cada propuesta.
Antonio Morales
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