Antes de juzgar la película, me gustaría dejar bien sentado que el tema político que plantea el film, no me interesa nada, por ser manifiestamente maniqueo, lo que me interesa y por lo que escribo esta reseña, es estrictamente el lado humano del film, que en mi opinión es lo realmente brillante. No es casual que tanto el escritor, como el guionista, así como el director del film, son claramente militantes de la izquierda. No niego que lo que muestra pudiera ocurrir en aquellos convulsos tiempos, pero no es menos cierto, los desmanes que perpetraron los republicanos, anarquistas y comunistas, sin olvidar que la sublevación militar se produce tras el asesinato del líder conservador por parte de pistoleros del PSOE.

La historia del escritor gallego Manuel Rivas, convertida en guión por el gran Rafael Azcona, se enmarca en tiempos de la república inmediatamente previos a la Guerra Civil Española. Y los primeros días de la contienda en un pueblo de Galicia. A mí lo que me fascina es la historia de ese “gorrión” como lo llama cariñosamente, Don Gregorio (un magistral Fernán Gómez), ese proceso de iniciación a la vida y al conocimiento. Ese velado homenaje que se rinde al maestro rural y a todos los maestros, en su labor impagable desde la honestidad. La naturalidad de los personajes en su quehacer cotidiano (filmado con sonido directo), la belleza de sus imágenes y la emoción contenida en su narrativa.

Tras ver esta película, se aprende un poco, comprendiéndose mejor porqué se quieren los jóvenes, a veces con un amor hecho de ilusión y de alma, u otras veces en carne viva, el porqué los hombres se solidarizan entre ellos o porqué se traicionan, porqué la dignidad te hace valiente, porqué a veces la supervivencia te obliga a ser cobarde, cuando el poder político, religioso o militar, se levanta contra un pueblo desarmado. Y en medio de todo ello, hay la historia de un niño aprendiendo a vivir, que aprende de un maestro la sabiduría de los libros, y la ciencia de la vida, aprender a ser mejor persona, en definitiva. Y porqué obedeciendo a su madre y para salvar a su familia, vende su alma. Una película que trata de amor y de libertad. Como afirma, el ponderado Don Gregorio: “El odio, la crueldad, ése es el infierno. A veces, el infierno somos nosotros mismos”.