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Voto de Antonio Morales:
4
Acción. Thriller. Comedia Kelly es una bella agente del FBI que investiga la desaparición del profesor Pensdergast, director de una importante investigación del gobierno norteamericano sobre la energía nuclear. En el transcurso de la investigación, Kelly conoce a Tony, un joven aventurero que, movido por la belleza de la joven y la recompensa de un millón de dólares le ayudará a encontrar al profesor. (FILMAFFINITY)
20 de octubre de 2016
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta co-producción europea de Antonio Isasi-Isasmendi fue un intento de imitar creo yo, y no parodiar como apuntan otros compañeros de la web, un cine rodado en inglés con estrellas europeas y exportable a todo el mercado internacional, que me parece por encima de éxitos y fracasos, más de lo primero, un fin muy loable. Sobre todo si lo situamos en las aspiraciones de un cine comercial y popular que era su función primordial. Una trama un tanto inverosímil y rocambolesca, plena de estereotipos y muy previsible, que como solía hacer el maestro Alfred Hichcock con muchos mejores resultados, simplemente es el pretexto para contar y vivir experiencias y situaciones, más allá de la resolución del caso.

Consistente en el secuestro de un científico nuclear norteamericano por el que el Tío Sam ha pagado un millón de dólares siendo además engañado en el trueque, haciéndose cargo de la investigación una atractiva agente del FBI (Silva Koscina, una sex simbol de la época), que persigue en la ciudad del estrecho del Bósforo a un apuesto delincuente (Horst Buchholz), con historia de amor por medio. Persecuciones arriesgadas con coches lujosos, negocios con juegos ilegales, un mundo poblado por hampones de toda calaña y unas vistas y localizaciones excelentes de la ciudad turca.

Un film de acción e intriga que se desarrolla en un ambiente exótico, en este caso la maravillosa ciudad de Estambul que separa Europa de Asia. En el más puro estilo de películas con muchísimo más presupuesto como los films de James Bond y otros films de espías que solían dar mucho juego por la situación política internacional debido a la guerra fría de las dos superpotencias. El cineasta que además era productor y un gran montador, procuraba esconder sus escasos medios de producción, utilizando su habilidad técnica en el montaje para reparar esa escasa espectacularidad por falta de holgados presupuestos como sí que gozaban las producciones americanas. Vista a día de hoy ha quedado algo obsoleta, pero si repasamos las películas a las que imita durante la década de los 60, también el paso del tiempo ha hecho estragos en ellas.
Antonio Morales
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