Añadir a mi grupo de amigos/usuarios favoritos
Puedes añadirle por nombre de usuario o por email (si él/ella ha accedido a ser encontrado por correo)
También puedes añadir usuarios favoritos desde su perfil o desde sus críticas
Nombre de grupo
Crear nuevo grupo
Crear nuevo grupo
Modificar información del grupo
Aviso
Aviso
Aviso
Aviso
El siguiente(s) usuario(s):
Group actions
You must be a loged user to know your affinity with JorgeRTadeo
- Recomendaciones
- Estadísticas
- Sus votaciones a categorías
- Críticas favoritas elegidas por JorgeRTadeo
- Contacto
- Sus redes sociales
-
Compartir su perfil
Voto de JorgeRTadeo:
9

Voto de JorgeRTadeo:
9
6.9
47,605
Drama. Romance
Años 50. Frank (Leonardo DiCaprio) y April (Kate Winslet) se conocen en una fiesta y se enamoran. Ella quiere ser actriz. Él sueña con viajar para huir de la rutina y experimentar emociones nuevas. Con el tiempo se convierten en un estable matrimonio con dos hijos que vive en las afueras de Connecticut, pero no son felices. Ambos se enfrentan a un difícil dilema: o luchar por los sueños e ideales que siempre han perseguido o conformarse ... [+]
25 de enero de 2009
25 de enero de 2009
11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Qué le pido a una película? ¿Qué es lo que me hace amar este espectáculo que es el cine, y que directores como Sam Mendes hacen merecedor del apelativo de "séptimo arte"?
Una historia con fuerza, con emociones, que convierta la ficción en un espejo si no de realidades sí de sensaciones, de sentimientos. Que sus personajes logren la empatía con el espectador y que cada uno de ellos tenga algo que transmitir, algo con lo que contribuir al mensaje del filme. Que te haga participe de sus padecimientos, cómplice de sus alegrías y guardián de sus más inconfesables secretos. Que tenga la profundidad y complejidad necesaria para quedarse en tu mente aún horas después de abandonar la oscuridad de la sala.
Un director consciente del potencial del material que maneja, que ruede con habilidad, sin necesidad de que el estilo visual se convierta en la razón de ser de la película, más bien que sea una mano invisible, que se dedique a colocar la cámara donde el guión lo exige y a coordinar un equipo de técnicos (director de fotografía, compositor, director artístico...) que sean de lo mejorcito en su campo.
Un reparto que esté a la altura de los personajes a su cargo, que se deje la piel dando relieve a las líneas de guión que les atañen, aunque su papel se reduzca a un par de escenas. Unos protagonistas con química y personalidad, con el magnetismo suficiente para fascinarte incluso en sus tiempos muertos.
Todo eso lo tiene esta gran película llamada "Revolutionary Road". Sam Mendes suma una nueva joya a una corta pero imprescindible filmografía. El director británico rueda la adaptación a la pantalla de la novela de Yates con estilo, con personalidad, ritmo pausado y reflexivo, con una dirección de actores encomiable, logrando de los protagonistas las mejores interpretaciones de su carrera (sin olvidarnos de un impresionante Michael Shannon).
No hay palabras para describir lo que Kate Winslet logra en esta película: transmite un dolor y un desamparo que rebosa la pantalla. Qué desgarradoras son sus dos escenas finales, en el último desayuno con DiCaprio (también excelente su actuación) y esa otra en la que desciende por las escaleras para situarse frente al cristal que refleja una vez más esos sueños rotos que inundan la filmografía de Mendes.
Si las renovadas ilusiones por la vida del mediocre Lester Burnham de "American Beauty" se desvanecían observando en un portarretratos una foto de familia en el momento en que comenzaba a disfrutar de su existencia y los del arrepentido sicario Michael Sullyvan de "Camino a la perdición" se agotaban frente a la visión de una paradisiaca playa donde al fin podría descansar junto a su hijo, las ilusiones de la April Wheeler de "Revolutionary Road" quedan sepultadas entre las paredes de su lujosa casa, estandarte de las falsas apariencias de prosperidad, convertida en una jaula que aparta a los Wheeler de la verdadera felicidad.
Una historia con fuerza, con emociones, que convierta la ficción en un espejo si no de realidades sí de sensaciones, de sentimientos. Que sus personajes logren la empatía con el espectador y que cada uno de ellos tenga algo que transmitir, algo con lo que contribuir al mensaje del filme. Que te haga participe de sus padecimientos, cómplice de sus alegrías y guardián de sus más inconfesables secretos. Que tenga la profundidad y complejidad necesaria para quedarse en tu mente aún horas después de abandonar la oscuridad de la sala.
Un director consciente del potencial del material que maneja, que ruede con habilidad, sin necesidad de que el estilo visual se convierta en la razón de ser de la película, más bien que sea una mano invisible, que se dedique a colocar la cámara donde el guión lo exige y a coordinar un equipo de técnicos (director de fotografía, compositor, director artístico...) que sean de lo mejorcito en su campo.
Un reparto que esté a la altura de los personajes a su cargo, que se deje la piel dando relieve a las líneas de guión que les atañen, aunque su papel se reduzca a un par de escenas. Unos protagonistas con química y personalidad, con el magnetismo suficiente para fascinarte incluso en sus tiempos muertos.
Todo eso lo tiene esta gran película llamada "Revolutionary Road". Sam Mendes suma una nueva joya a una corta pero imprescindible filmografía. El director británico rueda la adaptación a la pantalla de la novela de Yates con estilo, con personalidad, ritmo pausado y reflexivo, con una dirección de actores encomiable, logrando de los protagonistas las mejores interpretaciones de su carrera (sin olvidarnos de un impresionante Michael Shannon).
No hay palabras para describir lo que Kate Winslet logra en esta película: transmite un dolor y un desamparo que rebosa la pantalla. Qué desgarradoras son sus dos escenas finales, en el último desayuno con DiCaprio (también excelente su actuación) y esa otra en la que desciende por las escaleras para situarse frente al cristal que refleja una vez más esos sueños rotos que inundan la filmografía de Mendes.
Si las renovadas ilusiones por la vida del mediocre Lester Burnham de "American Beauty" se desvanecían observando en un portarretratos una foto de familia en el momento en que comenzaba a disfrutar de su existencia y los del arrepentido sicario Michael Sullyvan de "Camino a la perdición" se agotaban frente a la visión de una paradisiaca playa donde al fin podría descansar junto a su hijo, las ilusiones de la April Wheeler de "Revolutionary Road" quedan sepultadas entre las paredes de su lujosa casa, estandarte de las falsas apariencias de prosperidad, convertida en una jaula que aparta a los Wheeler de la verdadera felicidad.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Y la rabia y desesperación existencial de esta mujer, acaban derramadas sobre la moqueta de ese hogar, en el que habitaba un matrimonio que lo tenía todo para ser feliz... pero lo perdió en el momento en que decidió tomar el desvío hacia el camino del deber, abandonando esa vía revolucionaria que nos guía hacia nuestros sueños vitales, cuya búsqueda se convierte en ocasiones en lo único que nos anima a seguir respirando...