Lo que más me impresiono, sin lugar a dudas, fue el final.

A lo largo de la película se nos presenta una historia de amor que se ve rodeada de ese ámbiente político y terrorista que está presente en todos los paises (y, por supuesto, mucho más en el este). Los personajes están perfectamente definidos, cada uno con su vida pero entre ellos son como uno. Igual cómo el palestino llega a la vida de los judíos es un poco confuso, pero a partir de ahí se genera un amor, una lucha por la paz y una visión muy mágica del lugar.
Eso sí, aunque haya hablado así de la película para nada se parece a la típica que nos presenta el amor sobre todo y el terrorismo como arma fatal para ello. Aquí marca el ritmo igual para el amor que para la guerra, y cómo ésta conduce siempre a un fin nada bueno.

Me gusta mucho cómo actuan todos los actores, desarrollan muy bien sus personajes y les dan un carácter peculiar a cada uno.

Una película muy recomendable y que, por lo menos en España, no he oído hablar de ella cómo realmente se merece.