Supongo que EL EXORCISTA es la película que peor suerte ha tenido con sus secuelas. La espantosa segunda parte de John Boorman, "El hereje" es un bodrio de proporciones considerables, y la tercera entrega a cargo del propio William Peter Blatty cambiaba el tono y se convertía más en un policíaco que en una película de terror (aún así es la única estimable).
Las precuelas tampoco fueron gran cosa, y si la oficial de Renny Harlin es penosa la maldita de Schrader tampoco es precisamente buena. Pero al menos, se dejaban ver.

Con el siglo XXI llegó la serie oficial (no la he visto y no puedo opinar) con Geena Davis y la idea de borrar todo lo acontecido previamente para darnos una segunda parte auténtica, la buena, la que debía hacerle justicia al film original de Friedkin.

Nada más lejos de la realidad. David Gordon Green -que firma una solvente aunque decreciente en calidad trilogía renovadora del mito de Michael Myers- se propone aquí una nueva trilogía cuyo primer capítulo es una verguenza absoluta. Ni la presencia de Ellen Burstyn salva este desaguisado... es más.. lo convierte en peor.

El fenómeno woke también hace su aparición -cómo no, estando en 2024- y ahora ya no hay un exorcista católico, sino una serie de exorcistas de todas las religiones habidas y por haber... hay un evangélico, una santera, una que casi es monja, y naturalmente dos niñas poseídas, una blanca y otra negra.