Garry Marshall nos presenta esta entretenida y amena película de factura impecable. Variadas historias de amor y desamor en un día tan señalado como San Valentín parece un buen inicio argumental para culaquier historia que se pretenda contar.
La estética de la película, la agilidad en la forma en que está rodada es sumamente atractiva. Ninguna escena cansa o aburre. Los diálogos son ingeniosos y las situaciones creíbles. Los personajes son gentes corrientes, de la calle, con las que cualquiera de nosotros podríamos identificarnos. Ahí reside su gran atractivo, es una película muy cercana. La fotografía es prodigiosa y es una protagonista más dentro de la cinta.
Las interpretaciones, por lo general, están muy conseguidas. Quiero destacar, por encima de todas, a Anne Hathaway, soberbia, llena de encanto y dulzura, te enamoras al instante de ella. Y destacable también es el trabajo de Jessica Biel, en un papel nada fácil, pero que resuleve a la perfección, demostrando que puede ser una buena actriz si se lo propone.
La película se ve con una sonrisa permanente en los labios, es todo cuanto le puedes pedir a una peli romántica. Y no me queda más que decir, amigos lectotres, feliz día de San Valentín y si podéis hacerlo con vuestra pareja y viendo esta película no os váis a arrepentir.