Grandiosa película que denuncia la mentira en la que vive la clase media americana de una forma directa y sin cortapisas. La obra está llena de mala leche en las formas. Los personajes están perfectamente dibujados, hiperbolizando en sus debilidades personales, esto hace que resulten muy humanos. Un argumento salvaje, acido, irónico, sarcástico, mordaz. Donde el aparentar ser feliz es más importante que el serlo.

El ritmo de la película es el perfecto para ir saboreando bien la historia, sin prisas pero con una evolución constante tanto de la trama como de alguno de los personajes. Los diálogos resultan de un sarcasmo exquisito, casi exagerado, de tal modo que te obligan inconscientemente a remplantearte la vida, creando dudas existenciales hacia uno mismo y hacia la sociedad, preguntándote que es verdaderamente lo más importante en esta vida. El film no es amable, no subscribe esas hipócritas moralinas a las que son tan aficionados los estadounidenses, siempre dando lecciones al mundo sobre un mundo feliz e ideal.

La banda sonora excepcional, aporta raciones de dinamismo y profundidad a la trama. Una excelente película que marcó el corazón de muchos millones de espectadores en todo el mundo.