El tema es ya un clásico desde que nuestro amigo Bronson hiciera "El Justiciero" y pelís de este tipo, sólo que ahora el fornido Charles ha sido suplantado por una escuchimizada y canija Foster.

Pero tiene dos novedades importantes: La primera, el pedazo de actuación de la pequeñaja, que es capaz de transmitir en cada plano su miedo, su adicción y su determinación.

La segunda, el rodaje de Neil Jordan. Excelente medición de tempos, excelente atmósfera en las conversaciones, en los gestos, en la comunicación entre los personajes y el público.

Lamentablemente, el film cierra forzado, con calzador, y aunque la sensación que deja es de haber visto una cinta cuidada al detalle, da la impresión de que no se explica suficientemente el porqué de algunos comportamientos, dejándola ligeramente coja.

Recomendable, no atrapa desde la primera escena, pero nos va envolviendo poco a poco, plano a plano hasta el desenlace final.


PD: Por último, no creo que sea, como algunos afirman, un alegato a favor de tomarse la justicia por su mano o de la pena capital. Simplemente creo que describe el proceso por el cual una persona "normal" puede verse inclinada a este tipo de comportamientos debido a que han destruido gran parte de lo que era, los valores que tenía, convirtiéndose en una persona extraña, que a la postre podríamos ser cualquiera de nosotros. Es descripción, creo, pero no valoración.