Cuando acabé de ver The Office, con el trauma que supone no volver a ver a tus personajes preferidos nunca más, la verdad es que nunca pensé que otra serie pudiera conmoverme de esa forma. Recuerdo que en esa época (en la que ya existía Parks and Rec), la premisa de la serie y sobre todo el gran desconocimiento de ella que había (y todavía hay) en España no me atrajeron, sabía que era imposible estar a la altura de The Office.
Al empezar a verla, fue bonito poder ver como Michael Scott seguía vivo en una parte de Leslie Knope, pero Greg no se iba a queda ahí, claro que no. Al final, sus series no son sobre grandes historias ni sobre grandes personalidades, son sobre personas. Para mi lo que más mérito tiene es como usa cosas cotidianas para contar sus historias, cuando otros guionistas necesitan una cantidad de contexto increíble, él solo necesita un lugar de trabajo. Los personajes de primeras parecen estereotipos pero son mucho más, siempre y cuando los mires sin prejuicios, como hace Greg. Que seas un empanado y un nini no significa que no puedas ser buena persona ni que puedas tener una vida que te llene. Que seas un tipo duro del midwest americano no significa que no aprecies a tus compañeros. Así que, por mucho que me pese, te odio Greg Daniels porque lo has vuelto a hacer, me has vuelto a emocionar, me has vuelto a enganchar y una vez más temo el día en que no pueda volver a ver a Tom, Ben, Chris, Leslie, Ron, Ann Perkins, Andy, Donna, Jerry y April.