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Contra la pared

Drama Después de haber intentado suicidarse, Cahit, un turco-alemán de cuarenta años, alcohólico y toxicómano, ha sido ingresado en la planta de psiquiatría, pero no consigue acostumbrarse a dormir sin drogas ni alcohol. A Sibel, una guapa chica turca de 20 años que ha nacido en Hamburgo, le gusta demasiado la vida para ser una buena musulmana. También ella intentó suicidarse para huir de la cárcel de rejas humanas que su familia, muy ... [+]
Críticas 57
Críticas ordenadas por utilidad
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9
20 de febrero de 2019 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vi (de nuevo) “Gegen Die Wand” (“Contra la pared”, Alemania, 2004), dirigida y escrita por Fatih Akin [1973-], alemán de padres turcos, un maestro del cine que, a pesar de considerarse a sí mismo como hiperactivo, no nos ha dado tantos filmes como desearíamos. Empiezo señalando que él, por esta obra, que ya es una película de culto, recibió el “Oso de oro” como mejor director en el Festival Internacional de Cine de Berlín en el año 2004 (donde la cinta recibió además el galardón como “mejor film”). El reparto es tremendo: Birol Ünel (aplausos), Sibel Kekilli (aplausos), Catrin Striebeck y Guven Kiraç, entre otros. La obra cinematográfica narra cómo Cahit (Ünel), un alcohólico y drogadicto, se casa por conveniencia con Sibel (Kekilli), una mujer que simula su suicidio para escapar de su familia conservadora turca. A pesar de ser un matrimonio pactado sin afecto, en él germina lentamente el amor, uno redentor; pero justo antes de eternizarse aparece la tragedia. Ahora bien, hay que decir que la historia de cómo surgió esta película es tan interesante como la propia trama. Puedo mencionar que la idea original de Akin era hacer una comedia, pero fue el encuentro del director con Ünel (con motivo de una película anterior de Akin: “Kurz und schmerzlos”, 1998) lo que decidió el nuevo giro dramático, de un lado, y el contexto conflictivo con las tradiciones turcas, del otro, que finalmente marcó la cinta. Al respecto, hay que decir que Birol Ünel [1961-], actor tan reconocido como polémico en Alemania, tiene también raíces turcas. En muy buena medida, el diseño del personaje de Cahit fue reflejo de la personalidad excéntrica, a la vez que potente, del propio Ünel. Es por ello que algunos críticos han dicho que Ünel, de cierta forma, se interpretó a sí mismo. Sin embargo, esto supuso un problema para el director: conseguir una actriz que no se quedase atrás de Ünel. Al finalizar, la elección no pudo ser mejor: Sibel Kekilli, quien no era actriz profesional en aquel entonces, pero dejó muy en claro su talento. Agrego, igualmente, que el filme fue rodado en perfecto orden cronológico para permitirle a los personajes desarrollar sus roles, pero más que eso, que ellos pudiesen crecer como actores junto con el drama. Esta transformación del actor y del personaje se nota de mejor manera con Sibel. Todo lo anterior, entonces, lleva a dar por demostrado uno de los mayores méritos, el más elogiado incluso, de la obra: las actuaciones protagónicas. No obstante, la película va más allá en la medida que refleja el drama humano, contemporáneo, del amor como encuentro y desencuentro, como anhelo y realidad, pero justo cuando se siente que se tiene en las manos, se desvanece. Creo que una novela como “La soledad de los números primos” de Paolo Giordano (2008) refleja muy bien este mismo aspecto de la tragedia del amor en la actualidad. Volviendo a la cinta, podríamos decir, siguiendo una reflexión del propio director, que aquí se expone -con grandísima destreza agregaría- dos “yo”, solitarios y autodestructivos, pero que por un matrimonio por conveniencia terminan convirtiéndose en un “nosotros” que evoluciona lentamente para dar lugar a los sentimientos más nobles del ser humano; sin embargo, justo cuando parece que se tiene al alcance la “salvación en vida”, algo pasa, la tragedia se anuncia, el “nosotros” construido se derrumba en segundos. El final, por ser tragedia, no podía ser otro que la búsqueda de nuevos destinos, en soledad. Por lo anterior, considero que este filme reconstruye los parámetros de la tragedia griega. El nuevo Edipo ya no es un gobernante que se descubre a sí mismo como un asesino, sino un amante que se da cuenta de la imposibilidad del encuentro con el otro. Quedan muchos temas en el tintero, como la armonía del cuarto donde vivían y la música –especialmente, punk y folclor turco- con las pasiones que circulaban en las escenas. Para concluir, una anécdota personal: esta obra la vi cuando cursaba mis estudios doctorales en el 2004, justo cuando la película se exhibía con timidez en las salas de cine independientes. El éxito no fue inmediato, pero sí rotundo, y no podré olvidarme de la fuerte y grata impresión que me dejó, la que ahora nuevamente recupero al volverla a ver. A veces hay cintas que se quedan en la memoria, como gratos recuerdos, que es mejor dejar allí, pues si se vuelven a ver la sensación ya no será tan placentera. Esta no, esta es uno de esos filmes que hay que ver un par de veces más, una de las pocas, creo yo, que garantiza tantas veces como se vea ese asombro originario, tan necesario tanto para el arte como para la filosofía. 2019-02-19.
8
20 de abril de 2021 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Contra la pared" puede gustar o no gustar. Es cruda, intensa, a ratos desagradable, en algunos momentos sórdida. Es oscura y pesimista durante la mayor parte del tiempo, tanto que sus escenas alegres y luminosas (la cena con música, mantel de cuadros y esos pimientos rellenos que dicen cómeme) parecen desaparecer de la memoria de muchos espectadores. El desenlace de la historia que cuenta es triste, aplastantemente lógico, realista, sin concesiones. Su impecablemente áspera fotografía y su puesta en escena tan precisa que parece que estemos sentados con los personajes en la misma habitación hace que los momentos difíciles del filme sean más difíciles todavía.

No es una película divertida, ni alegre, ni cosa que se le parezca ni remotamente. Así que puede no gustar, es lógico. Pero es, y lo digo con conocimiento de causa, la película de todas las que he visto en mi vida que más fielmente refleja el estado de ánimo, los vaivenes, la forma de sentir y de sufrir la vida de las personas con trastornos como los que sufren los personajes del filme (bipolaridad, trastorno límite). Lo que la hace única, especial, y por ello mismo valiosa.
También habla, cómo no, de ese choque cultural cotidiano que supone ser inmigrante de segunda generación en Europa, del amor y el desamor, de la confusión entre Europa y Asia, Oriente y Occidente, que parece ser parte de la identidad de Turquía y de los turcos. Y también es interesante.
Muy recomendable.
6
4 de junio de 2008
14 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tiene delito, vamos. La primera media hora es de lo mejorcito que uno puede encontrarse en el saco del cine independiente europeo (que es casi una redundancia). Comedia francesa con una salsita suave de cine británico social. Algo así. Patética y rotunda, como retrato suburbano, y con golpes cómicos muy frescos (el personaje del tío es un hallazgo: fabuloso actor y fabulosos diálogos). Después de esa media hora brillante, un paseíto por el cine que ya hemos visto cuarenta puñeteros pares de veces: los vínculos personales que se fraguan, las dudas, los celos, los reproches, el filo de la navaja... Cotidiano, conocido, pero la peli aguanta el tipo. Aguanta el tipo porque viene precedida de una primera parte cojonuda, y eso da mucho crédito. Pero después de la hora de metraje... Después de la hora nos vamos todos a la mierda. La película y nosotros.

Tiene delito, colega, que al director no le saliera de los cojones escribir la segunda mitad del guión. Se la coló a los de producción con un esbozo de la historia, y después, presionado, escribió algunas líneas más. Pero los putos cincuenta minutos finales los rodaron sin guión. A voleo. Y se nota que te cagas. Hay que ser muy canelo para rodar improvisando. Tenía la idea más o menos dibujada en la cabeza, y se ve que dijo: "Pa qué coño voy a escribir la otra mitad del guión si ya sé lo que quiero. Con lo que me suda el culo en la silla. Que se jodan." Y vaya si se jodieron. Se jodieron los actores, los de producción y mi santa madre, en ese orden.

Qué pena, tío. Qué maravilloso planteamiento y qué maravillosa mierda de desenlace y de conclusión. Porque ya no se trata de que una historia sea o no previsible. Eso importa un pito. Se trata de cómo lo cuentas. Y aquí lo han contado... Pues eso, a voleo.
9
21 de junio de 2007
5 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Elegida mejor película del Festival Europeo, Contra la pared es un retrato del amor a destiempo y sus autodestructivas consecuencias. Amor y desamor "espídicos".
9
25 de junio de 2005 2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Empezando por el viaje gratuito desde la butaca, a un teatro de exteriores ambientado por música turca, al tema del problema de nacionalidades, resuelto por el amor de sus personajes que coquetean con el espectador y terminando en un ambiente moderno e impregnado de las tradicionales costumbres de su tierra, hacen una obra inmejorable de la actual situación de los jovenes turcos.
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