Brooklyn
6.6
13,518
Drama. Romance
En los años 50, la joven irlandesa Eilis Lacey decide abandonar Irlanda y viajar a los Estados Unidos, concretamente a Nueva York, donde conoce a Tony, un chico italiano con el que comienza a salir y del que se enamora. Pero, un día, a Eilis le llegan noticias de una triste noticia familiar y tendrá que decidir entre quedarse en su nuevo país o volver a su tierra natal. (FILMAFFINITY)
10 de febrero de 2016
10 de febrero de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Basado en una novela de Colm Toibin, el guión escrito por Nick Hornby trata, al igual que sus recientes guiones ‘Wild’ y ‘An Education’, sobre mujeres fuertes que deben tomar una decisión importante en su vida, a diferencia de sus guiones iniciales que hablan en su mayoría de historias de hombres (‘High Fidelity’, ‘About a Boy’).
‘Brooklyn’ cuenta la historia de Eilis (Saoirse Ronan), una chica que no encuentra en su pueblo en Irlanda las oportunidades para desarrollarse y crecer, donde apenas puede trabajar los domingos en una pequeña tienda propiedad de una malhumorada mujer, teniendo que emigrar hacia Nueva York donde le han conseguido un trabajo de manera legal. Eilis deberá viajar en barco hasta llegar a su nuevo hogar, dejando en casa a su madre y hermana, en esta historia ubicada en los años 50.
Ya en Brooklyn y trabajando como vendedora en unos grandes almacenes, Eilis deberá enfrentarse a la nostalgia y el grave sentimiento de soledad que no le permite adaptarse, pero todo cambiará cuando conozca a Tony (Emory Cohen), un chico de familia italiana que trabaja como plomero y con quien iniciará una relación que se verá interrumpida cuando Eilis deba viajar de manera inesperada de regreso a Irlanda.
Como un gran homneaje a la ciudad de Nueva York y a su población que le dio vida, ‘Brooklyn’ es un filme que se soporta en buena parte en la gran actuación de Saoirse Ronan y que durante toda su primera mitad logra un buen equilibrio entre contar de buena manera todo el conflicto interno de las personas obligadas a buscar sus sueños lejos de casa y la historia romántica de Eilis, evadiendo casi siempre los golpes bajos y situaciones en extremos sensibleras, a pesar del personaje unidimensional del que se enamora, un tipo toda bondad que llega casi a empalagar.
Apoyado en un trabajo visual contenido pero que por momentos roza el preciosismo, donde el trabajo de fotografía y vestuario se coordinan bien y en otras ocasiones de manera muy forzada para indicar el estado de gradual crecimiento de la protagonista, ‘Brooklyn’ se permite ser una historia donde lo sutil predomina en el relato a pesar de las diferentes amenazas que parecen desbordarlo en cualquier momento.
Pero Crowley no consigue sostener ese halo encantador durante todo el metraje, ya que en su tramo final, estando Eilis de regreso en Irlanda, ciertas inconsistencias dentro del guión y en el ritmo de la película le restan méritos y solidez a un relato conmovedor.
http://tantocine.com/brooklyn-de-john-crowley/
‘Brooklyn’ cuenta la historia de Eilis (Saoirse Ronan), una chica que no encuentra en su pueblo en Irlanda las oportunidades para desarrollarse y crecer, donde apenas puede trabajar los domingos en una pequeña tienda propiedad de una malhumorada mujer, teniendo que emigrar hacia Nueva York donde le han conseguido un trabajo de manera legal. Eilis deberá viajar en barco hasta llegar a su nuevo hogar, dejando en casa a su madre y hermana, en esta historia ubicada en los años 50.
Ya en Brooklyn y trabajando como vendedora en unos grandes almacenes, Eilis deberá enfrentarse a la nostalgia y el grave sentimiento de soledad que no le permite adaptarse, pero todo cambiará cuando conozca a Tony (Emory Cohen), un chico de familia italiana que trabaja como plomero y con quien iniciará una relación que se verá interrumpida cuando Eilis deba viajar de manera inesperada de regreso a Irlanda.
Como un gran homneaje a la ciudad de Nueva York y a su población que le dio vida, ‘Brooklyn’ es un filme que se soporta en buena parte en la gran actuación de Saoirse Ronan y que durante toda su primera mitad logra un buen equilibrio entre contar de buena manera todo el conflicto interno de las personas obligadas a buscar sus sueños lejos de casa y la historia romántica de Eilis, evadiendo casi siempre los golpes bajos y situaciones en extremos sensibleras, a pesar del personaje unidimensional del que se enamora, un tipo toda bondad que llega casi a empalagar.
Apoyado en un trabajo visual contenido pero que por momentos roza el preciosismo, donde el trabajo de fotografía y vestuario se coordinan bien y en otras ocasiones de manera muy forzada para indicar el estado de gradual crecimiento de la protagonista, ‘Brooklyn’ se permite ser una historia donde lo sutil predomina en el relato a pesar de las diferentes amenazas que parecen desbordarlo en cualquier momento.
Pero Crowley no consigue sostener ese halo encantador durante todo el metraje, ya que en su tramo final, estando Eilis de regreso en Irlanda, ciertas inconsistencias dentro del guión y en el ritmo de la película le restan méritos y solidez a un relato conmovedor.
http://tantocine.com/brooklyn-de-john-crowley/
15 de marzo de 2016
15 de marzo de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Podría ser el desarrollo de un diario de una chica tímida y bonita llegada de un pueblo irlandés al sueño americano.
Pero la película es algo más: es elegante, deliciosa e impecablemente bien hecha, y aunque se podría decir lo mismo en mucho menos tiempo de metraje, uno sigue pegado a su butaca deleitándose con el buen hacer de Saoirse Roman y recordando, quizás, esas mariquitas recortables con sus vestiditos años 50 y 60, o las revistas de moda que aún se pueden ver en las librerías de viejo.
Pero la película es solo eso, la recreación totalmente previsible de la vida de una tímida y buena chica que se enamora del también un buen chico, que en un momento determinado ha de volver a su tierra natal y...
Pero hagamos justicia: el trabajo de Saoirse, que estuvo nominada para el oscar, creo que habría sido un final perfecto para una interpretación también perfecta.
Pero la película es algo más: es elegante, deliciosa e impecablemente bien hecha, y aunque se podría decir lo mismo en mucho menos tiempo de metraje, uno sigue pegado a su butaca deleitándose con el buen hacer de Saoirse Roman y recordando, quizás, esas mariquitas recortables con sus vestiditos años 50 y 60, o las revistas de moda que aún se pueden ver en las librerías de viejo.
Pero la película es solo eso, la recreación totalmente previsible de la vida de una tímida y buena chica que se enamora del también un buen chico, que en un momento determinado ha de volver a su tierra natal y...
Pero hagamos justicia: el trabajo de Saoirse, que estuvo nominada para el oscar, creo que habría sido un final perfecto para una interpretación también perfecta.
10 de abril de 2016
10 de abril de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Saoirse (léase "Sersha") Ronan es una de mis chicas favoritas; favoritismo que se ve justificado tras visionar esta película de amoríos, de la cual ella es lo mejor (y la canción de la cena de Navidad).
Perfecta ambientación en Brooklyn y en Wexford, perfecta interpretación de Saoirse y de los demás, buenos sentimientos sin exagerar y mensaje de esperanza en el futuro. No está mal para una película de amores, así que me atrevo a recomendarla para todos los públicos.
Perfecta ambientación en Brooklyn y en Wexford, perfecta interpretación de Saoirse y de los demás, buenos sentimientos sin exagerar y mensaje de esperanza en el futuro. No está mal para una película de amores, así que me atrevo a recomendarla para todos los públicos.
22 de octubre de 2016
22 de octubre de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Se puede hacer una buena película hablando de un personaje al que no le sucede nada extraordinario y cuyas experiencias no son, en gran cosa, distintas de las que suelen tener la mayoría de las chicas sensatas que viajan en busca de una nueva vida?
Yo creo que sí, y aquí está, “BROOKLYN”, para demostrarlo. Se trata de Eilis Lacey, una chica irlandesa que, al no encontrar suficientes oportunidades en Enniscorthy, su tierra natal, acepta la ayuda que su hermana le consigue con un sacerdote católico que se encuentra de paso por la ciudad, y viaja a New York donde, instalada en una pensión para mujeres inmigrantes, consigue trabajo en una cadena de almacenes donde el ambiente no parece, en principio, mejor que el que tenía en Irlanda.
Cuando conoce al joven plomero italiano, Anthony Fiorello, Eilis comienza a respirar otro aire en La Gran Manzana… y hasta descubre que mejoran sustancialmente sus dotes como vendedora-relacionista. Y comienza así, una historia de amor que, en su sencillez, posee bastante romanticismo, al tiempo que va recreando unos caracteres humanos en los que, grandes valores fluyen sin dificultad alguna.
El filme se complace con la existencia, nos deja sentir que todavía hay muchas cosas que hacen la vida digna de ser vivida y, de muy buena manera, da ejemplo de ese trato solidario y comedido que, dado a los inmigrantes, tiene como consecuencia el reconocimiento y el más alto sentido de correspondencia por parte de éstos.
Dirigida, con pulso muy firme y sin el menor afán de sensacionalismo, por parte de John Crowley, “BROOKLYN” parte de la novela homónima que, el irlandés Colm Tóibín, publicara con muy buena acogida en 2009, y con bastante fidelidad a ella, conserva la sencillez y la honda sensibilidad que ha hecho notable al escritor. Lo que pesa aquí, es la fortaleza moral de sus caracteres, su capacidad de adaptarse al mundo con espontánea sensatez, y su manera de asumir una sociabilidad con compromiso y con el deseo de fortalecer la paz.
Veremos fluir la solidaridad, la ternura, la responsabilidad, el compromiso… y todo esto nos irá demostrando que, la felicidad o la infelicidad, es algo que, en lo esencial, depende de cada uno, ya que, de lo que elegimos decir y hacer cada día, hemos de recibir sus resultados.
Una muy sensible actuación de Saoirse Ronan, da plena vitalidad a un personaje que sirve de ejemplo a los jóvenes de hoy, que tanto están necesitando de guías que los enseñen a moverse con tino por el mundo. El resto del reparto, Emory Cohen (Tony), Julie Walters (la sra. Kehoe), Jane Brennan (la sra. Lacey) … complementan muy bien la historia y consiguen consolidar un filme que, no dudo en recomendar, porque, también en sus aspectos formales (fotografía, edición, diseño de producción, banda sonora…) resulta muy gratificante.
Yo creo que sí, y aquí está, “BROOKLYN”, para demostrarlo. Se trata de Eilis Lacey, una chica irlandesa que, al no encontrar suficientes oportunidades en Enniscorthy, su tierra natal, acepta la ayuda que su hermana le consigue con un sacerdote católico que se encuentra de paso por la ciudad, y viaja a New York donde, instalada en una pensión para mujeres inmigrantes, consigue trabajo en una cadena de almacenes donde el ambiente no parece, en principio, mejor que el que tenía en Irlanda.
Cuando conoce al joven plomero italiano, Anthony Fiorello, Eilis comienza a respirar otro aire en La Gran Manzana… y hasta descubre que mejoran sustancialmente sus dotes como vendedora-relacionista. Y comienza así, una historia de amor que, en su sencillez, posee bastante romanticismo, al tiempo que va recreando unos caracteres humanos en los que, grandes valores fluyen sin dificultad alguna.
El filme se complace con la existencia, nos deja sentir que todavía hay muchas cosas que hacen la vida digna de ser vivida y, de muy buena manera, da ejemplo de ese trato solidario y comedido que, dado a los inmigrantes, tiene como consecuencia el reconocimiento y el más alto sentido de correspondencia por parte de éstos.
Dirigida, con pulso muy firme y sin el menor afán de sensacionalismo, por parte de John Crowley, “BROOKLYN” parte de la novela homónima que, el irlandés Colm Tóibín, publicara con muy buena acogida en 2009, y con bastante fidelidad a ella, conserva la sencillez y la honda sensibilidad que ha hecho notable al escritor. Lo que pesa aquí, es la fortaleza moral de sus caracteres, su capacidad de adaptarse al mundo con espontánea sensatez, y su manera de asumir una sociabilidad con compromiso y con el deseo de fortalecer la paz.
Veremos fluir la solidaridad, la ternura, la responsabilidad, el compromiso… y todo esto nos irá demostrando que, la felicidad o la infelicidad, es algo que, en lo esencial, depende de cada uno, ya que, de lo que elegimos decir y hacer cada día, hemos de recibir sus resultados.
Una muy sensible actuación de Saoirse Ronan, da plena vitalidad a un personaje que sirve de ejemplo a los jóvenes de hoy, que tanto están necesitando de guías que los enseñen a moverse con tino por el mundo. El resto del reparto, Emory Cohen (Tony), Julie Walters (la sra. Kehoe), Jane Brennan (la sra. Lacey) … complementan muy bien la historia y consiguen consolidar un filme que, no dudo en recomendar, porque, también en sus aspectos formales (fotografía, edición, diseño de producción, banda sonora…) resulta muy gratificante.
25 de marzo de 2017
25 de marzo de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gran película donde están expuestas con detalle los distintos estados de animo que pasa una emigrante al llegar a una tierra nueva, totalmente distinta a la suya y con un futuro incierto.
Aquí sí que la cadencia del ritmo en algunas ocasiones y la música (maravillosa), son determinantes para transmitirnos esa nostalgia de la que esta impregnada toda la cinta y que en algunos momentos nos albergue esa emoción contenida, y por que no, alguna lágrima suelta.
Destacar un “zarpazo” inesperado a la mitad que hace se reavive el interés en el argumento; salvo esto, y es la única pega que la pongo, todo es un poco previsible.
Interpretación (Saoirse Ronan), paisajes, fotografía, montaje, guión; todo esplendido para obtener un conjunto muy equilibrado, sensible sin caer en lo cursi, que te hace identificarte completamente con los personajes y que te hará percibir un ambiente muy aproximado a la historia que te está describiendo.
Aquí sí que la cadencia del ritmo en algunas ocasiones y la música (maravillosa), son determinantes para transmitirnos esa nostalgia de la que esta impregnada toda la cinta y que en algunos momentos nos albergue esa emoción contenida, y por que no, alguna lágrima suelta.
Destacar un “zarpazo” inesperado a la mitad que hace se reavive el interés en el argumento; salvo esto, y es la única pega que la pongo, todo es un poco previsible.
Interpretación (Saoirse Ronan), paisajes, fotografía, montaje, guión; todo esplendido para obtener un conjunto muy equilibrado, sensible sin caer en lo cursi, que te hace identificarte completamente con los personajes y que te hará percibir un ambiente muy aproximado a la historia que te está describiendo.
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