Ahora o nunca
4.4
13,534
Comedia
Eva y Alex son una pareja que, tras años de noviazgo, decide casarse en el lugar en el que se enamoraron: un pequeño pueblecito de la campiña inglesa. Los problemas de la boda comienzan cuando una huelga de controladores aéreos impide que el novio y los invitados se reúnan con la novia y su séquito. (FILMAFFINITY)
18 de octubre de 2015
18 de octubre de 2015
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como he leído en otras criticas, parece ser que esta película era para cubrir cupo, justificar alguna subvención o similar motivo. No me puedo creer que la directora se haya creído sinceramente que podría hacer una película decente con semejante panorama.
- El guion sobre las vicisitudes de los protagonistas para llegar a un boda ya lo he visto.
- Los supuestos gags (el mas sangrante, el de la piscina) ya lo he visto
- Los prototipos de protagonistas (sobre todo la pandilla de amigas) ya los he visto.
- Y para mi lo mas cargante. A Dani Rovira ( y eso que es de lo mejor de la película) ya lo tengo muy visto.
- También me molestó un poco la voz que pone Maria Valverde en algunas escenas que me hace salir de la película para simplemente ver a un intento de actriz intentando actuar sin conseguirlo. Eso no lo tenia muy visto, la verdad.
- El guion sobre las vicisitudes de los protagonistas para llegar a un boda ya lo he visto.
- Los supuestos gags (el mas sangrante, el de la piscina) ya lo he visto
- Los prototipos de protagonistas (sobre todo la pandilla de amigas) ya los he visto.
- Y para mi lo mas cargante. A Dani Rovira ( y eso que es de lo mejor de la película) ya lo tengo muy visto.
- También me molestó un poco la voz que pone Maria Valverde en algunas escenas que me hace salir de la película para simplemente ver a un intento de actriz intentando actuar sin conseguirlo. Eso no lo tenia muy visto, la verdad.
21 de octubre de 2015
21 de octubre de 2015
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
¡Qué largo y pesado se hace el “Ahora o nunca”!, parece que nunca se acaben ¡tantos tediosos “ahoras”!, sin contenido ni materia que valga la pena, sólo mucho ruido y pocas nueces, que rellenan, con estruendo, ese interior vacío e insípido que no da ni para media risa forzada.
Dani Rovira, excelente monologuista, triunfador innato de los “Ocho apellidos vascos”, de moda gracias a su trabajo, carisma y simpatía, donde se entiende acepte los trabajos que le lleguen como actor novato, sólo que es tan pobre, insustancial y poco gracioso su argumento, más cutre aún si caben los diálogos, que por mucha voluntad y empeño que ponga en su actuación, su personaje y el de María Valverde no dan para gran bodorrio, más bien para bodrio que se aguanta por la ligereza de lo narrado, por su llevadera duración escénica y por el hecho de que, aunque no valga en exceso, se puede soportar con cierta facilidad de suplicio intermitente.
De normal, cuando la cinta es tan floja y superficial, intento hallar algo de fondo que decir de ella, validez que encontrar aunque haya que rascar mucho más allá de la superficie, realmente muy hondo; pero es que aquí ni hondo, ni de fondo, ni de lado, ni de frente, relato de nivel muy escaso que se apoya, para apenas sobrevivir, en el gancho y la soltura de sus conocidos actores para que rellenen lo que el guión no aporta, con mucha música y chillido de relleno para ambientar lo que no posee chicha ni compás digno y el espíritu -no logrado-, tan de moda últimamente, de novias y amigas a hacer el tonto y a lanzar el dado loco para marear al personal, pues entretener es otra cosa muy distinta a la susodicha.
No todo vale como distracción, no si apetece ver una decente comedia romántica de humor en sus tropiezos, de encanto en sus pasos rocambolescos y afable en su conjunto, en cambio obtienes actores desaprovechados tratados como burlones títeres de cómic sin estilo ni sabiduría, con una dirección básica para ser de primero/nefasta si ya llevas tu tiempo y se supone tienes experiencia -pues las seductoras localizaciones no cuenta-, y una marioneta crónica de tópicos y clichés en el tiempo y espacio que, si al menos consiguieran de ti ¡alguna carcajada o risotada espontánea!, aún tendría perdón y pase pero ¡si el tráiler ya te adelante los pocos gags que valen la pena! -todos provenientes del grupo de los chicos- ¿qué queda entonces?, el conjunto femenino, compitiendo en tonterías y gamberradas, para mantener la supuesta atención del espectador cuando resulta que ¡nunca se la ganaron!
“Sólo espero que la gente sea puntual y cumpla con el plan establecido”, sólo espero que te ofrezcan papeles de mayor calado -nada difícil- en cintas de esencia más atractiva y reseñable ¡que valgan la pena!, sólo espero que los planes de futuro sean más lustrosos que el presente muermo y ¡que valgan la pena!, sólo espero que María Ripoll no vuelva a repetir, en el futuro, un producto tan laxo, mediocre y frustrante pues, con los participantes, la idea y un poco de inteligente curro, se podía haber hecho mucho mejor pues la presente ¡no ha valido la pena!
Con lamento y tristeza, no hay hipotético debate entre ahora o nunca, la respuesta es clara y obvia; ¿hace falta que lo diga?, no ¿verdad?..., bueno, vale..., ¡nuncaaa!
lulupalomitasrojas.blogspot.com.es
Dani Rovira, excelente monologuista, triunfador innato de los “Ocho apellidos vascos”, de moda gracias a su trabajo, carisma y simpatía, donde se entiende acepte los trabajos que le lleguen como actor novato, sólo que es tan pobre, insustancial y poco gracioso su argumento, más cutre aún si caben los diálogos, que por mucha voluntad y empeño que ponga en su actuación, su personaje y el de María Valverde no dan para gran bodorrio, más bien para bodrio que se aguanta por la ligereza de lo narrado, por su llevadera duración escénica y por el hecho de que, aunque no valga en exceso, se puede soportar con cierta facilidad de suplicio intermitente.
De normal, cuando la cinta es tan floja y superficial, intento hallar algo de fondo que decir de ella, validez que encontrar aunque haya que rascar mucho más allá de la superficie, realmente muy hondo; pero es que aquí ni hondo, ni de fondo, ni de lado, ni de frente, relato de nivel muy escaso que se apoya, para apenas sobrevivir, en el gancho y la soltura de sus conocidos actores para que rellenen lo que el guión no aporta, con mucha música y chillido de relleno para ambientar lo que no posee chicha ni compás digno y el espíritu -no logrado-, tan de moda últimamente, de novias y amigas a hacer el tonto y a lanzar el dado loco para marear al personal, pues entretener es otra cosa muy distinta a la susodicha.
No todo vale como distracción, no si apetece ver una decente comedia romántica de humor en sus tropiezos, de encanto en sus pasos rocambolescos y afable en su conjunto, en cambio obtienes actores desaprovechados tratados como burlones títeres de cómic sin estilo ni sabiduría, con una dirección básica para ser de primero/nefasta si ya llevas tu tiempo y se supone tienes experiencia -pues las seductoras localizaciones no cuenta-, y una marioneta crónica de tópicos y clichés en el tiempo y espacio que, si al menos consiguieran de ti ¡alguna carcajada o risotada espontánea!, aún tendría perdón y pase pero ¡si el tráiler ya te adelante los pocos gags que valen la pena! -todos provenientes del grupo de los chicos- ¿qué queda entonces?, el conjunto femenino, compitiendo en tonterías y gamberradas, para mantener la supuesta atención del espectador cuando resulta que ¡nunca se la ganaron!
“Sólo espero que la gente sea puntual y cumpla con el plan establecido”, sólo espero que te ofrezcan papeles de mayor calado -nada difícil- en cintas de esencia más atractiva y reseñable ¡que valgan la pena!, sólo espero que los planes de futuro sean más lustrosos que el presente muermo y ¡que valgan la pena!, sólo espero que María Ripoll no vuelva a repetir, en el futuro, un producto tan laxo, mediocre y frustrante pues, con los participantes, la idea y un poco de inteligente curro, se podía haber hecho mucho mejor pues la presente ¡no ha valido la pena!
Con lamento y tristeza, no hay hipotético debate entre ahora o nunca, la respuesta es clara y obvia; ¿hace falta que lo diga?, no ¿verdad?..., bueno, vale..., ¡nuncaaa!
lulupalomitasrojas.blogspot.com.es
22 de noviembre de 2015
22 de noviembre de 2015
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Guión rebuscado. Todo es predecible menos los fallos argumentales sin sentido. Si quieres elegir un día cálido y soleado para tu boda al aire libre, ¿dónde la harías en Inglaterra o España? Antes de contestar hay que matizar que "Todos los invitados" están en España.
Con un guión carente de gracia, unos chistes pobres, unos actores mal aprovechados cuyas interpretaciones no paran de recordarnos a otros de sus trabajos, plagada de estereotipos y clichés. Seguro que se rieron más los guionistas elaborando el guión que el público cuando visiona la película.
Con un guión carente de gracia, unos chistes pobres, unos actores mal aprovechados cuyas interpretaciones no paran de recordarnos a otros de sus trabajos, plagada de estereotipos y clichés. Seguro que se rieron más los guionistas elaborando el guión que el público cuando visiona la película.
6 de mayo de 2016
6 de mayo de 2016
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muy bonita fotografía y una idea que podría haber dado más de sí. Pero la película tiene solo dos problemas. Solo dos.
El primero de los problemas es grave: no tiene gracia (en el cine en que la vi la sala solo se rio con la escena en la que están drogados).
Pero el segundo problema es mucho más grave: es una comedia y no tiene gracia (puedes no tener gracia pero no ser una comedia, pero la combinación de ambos factores es mortal de necesidad: deseas a todo momento que acabe la película).
La película está destinada a ser olvidada desde el momento en que se visiona lo cual supone un alivio para el espectador. La sombra de "8 apellidos vascos" es larga y supone además otro handicap: el público espera algo que sigue sin suceder (a las pruebas me remito: si se compara una cinta con la otra, a la película de Eva Ripoll el público le dio la espalda). Y que conste que aborrezco "8 apellidos vascos", pero incluso así es inevitable que condicionara al público (si la publicidad de la cinta daba un protagonismo injustificado a Clara Lago solo para repetir el cartel de "8 apellidos vascos").
Y, añado,Eyjafjallajökull (o simplemente ‘El volcán’) supone una cinta de temática similar que sin ser una gran película es una comedia digna de ser llamada comedia y por comparativa se vuele en una fantástica película (solo por comparativa).. Podrían haber aprendido.
El primero de los problemas es grave: no tiene gracia (en el cine en que la vi la sala solo se rio con la escena en la que están drogados).
Pero el segundo problema es mucho más grave: es una comedia y no tiene gracia (puedes no tener gracia pero no ser una comedia, pero la combinación de ambos factores es mortal de necesidad: deseas a todo momento que acabe la película).
La película está destinada a ser olvidada desde el momento en que se visiona lo cual supone un alivio para el espectador. La sombra de "8 apellidos vascos" es larga y supone además otro handicap: el público espera algo que sigue sin suceder (a las pruebas me remito: si se compara una cinta con la otra, a la película de Eva Ripoll el público le dio la espalda). Y que conste que aborrezco "8 apellidos vascos", pero incluso así es inevitable que condicionara al público (si la publicidad de la cinta daba un protagonismo injustificado a Clara Lago solo para repetir el cartel de "8 apellidos vascos").
Y, añado,Eyjafjallajökull (o simplemente ‘El volcán’) supone una cinta de temática similar que sin ser una gran película es una comedia digna de ser llamada comedia y por comparativa se vuele en una fantástica película (solo por comparativa).. Podrían haber aprendido.
17 de octubre de 2015
17 de octubre de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Llevar la celebración de una boda a la gran pantalla está bastante visto, y es por eso que todos los proyectos que deciden arriesgar y volver a caer en los clichés de siempre están obligados a innovar de algún modo, a cambiar cualquier detalle que haga imprevisible su camino. “Ahora o nunca” parece tener la lección bien aprendida y se construye sobre un guión que aleja a los novios y pospone la boda mediante aventuras rocambolescas.
Pero una cosa es arriesgar para conseguir algo nuevo y otra muy distinta es comenzar más o menos bien para terminar montando una película compuesta de partes que ni funcionan individualmente ni como película global. Porque más allá de las cuatro gracias iniciales, la película se basa en un guión deslavazado, sin sentido y carente de chispa, de esos que se escriben pensando más en explotar la presencia de la estrella (a Rovira se le une una solvente Clara Lago, así que por partida doble) que en desarrollar una historia interesante que tenga personajes trabajados.
La película parece un catálogo de todas las situaciones que no deben hacerse: escándalo público en dentro de un avión en vuelo, intento de soborno a la compañía de taxis holandeses, usurpación de personalidad para conseguir un helicóptero, hackeo del circuito cerrado del aeropuerto londinense… Todas las secuencias fuera de lugar y bastante mal diseñadas, en especial la última de ellas, dentro del irregular tono de la película.
Si bien los protagonistas llevan el lógico peso y mantienen el nivel esperado, tienen mecanismos automatizados que le vienen muy mal al producto. Rovira encadenando muecas y frases inacabadas que le han hecho famoso, pero que acaban siendo innecesarias en muchos casos. Y Valverde, inconsistente y ñoña incluso en ese final en el que saca a relucir un poco de carácter. Sólo los secundarios que les acompañan brillan con luz propia y se dedican a robar escenas, en especial esas amiga-hermana-prima tan divertidas con mucha más personalidad que la protagonista, o esos consuegros que aguantan y ayudan al novio.
“Ahora o nunca” intenta explorar un territorio complicado por lo identificado que lo tenemos a estas alturas, y aunque su comienzo es fresco y prometedor, su desarrollo cae en la monotonía con secuencias repetitivas y sin excesiva gracia haciendo que en ocasiones uno piense si todo merece la pena.
Pero una cosa es arriesgar para conseguir algo nuevo y otra muy distinta es comenzar más o menos bien para terminar montando una película compuesta de partes que ni funcionan individualmente ni como película global. Porque más allá de las cuatro gracias iniciales, la película se basa en un guión deslavazado, sin sentido y carente de chispa, de esos que se escriben pensando más en explotar la presencia de la estrella (a Rovira se le une una solvente Clara Lago, así que por partida doble) que en desarrollar una historia interesante que tenga personajes trabajados.
La película parece un catálogo de todas las situaciones que no deben hacerse: escándalo público en dentro de un avión en vuelo, intento de soborno a la compañía de taxis holandeses, usurpación de personalidad para conseguir un helicóptero, hackeo del circuito cerrado del aeropuerto londinense… Todas las secuencias fuera de lugar y bastante mal diseñadas, en especial la última de ellas, dentro del irregular tono de la película.
Si bien los protagonistas llevan el lógico peso y mantienen el nivel esperado, tienen mecanismos automatizados que le vienen muy mal al producto. Rovira encadenando muecas y frases inacabadas que le han hecho famoso, pero que acaban siendo innecesarias en muchos casos. Y Valverde, inconsistente y ñoña incluso en ese final en el que saca a relucir un poco de carácter. Sólo los secundarios que les acompañan brillan con luz propia y se dedican a robar escenas, en especial esas amiga-hermana-prima tan divertidas con mucha más personalidad que la protagonista, o esos consuegros que aguantan y ayudan al novio.
“Ahora o nunca” intenta explorar un territorio complicado por lo identificado que lo tenemos a estas alturas, y aunque su comienzo es fresco y prometedor, su desarrollo cae en la monotonía con secuencias repetitivas y sin excesiva gracia haciendo que en ocasiones uno piense si todo merece la pena.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here