Habitación en Roma
Drama. Romance
Verano de 2008. Se inspira en el film 'En la cama', del chileno Matías Bize. En un hotel del centro de Roma se conocen una rusa y una española. Al día siguiente, Alba volverá a España y Natasha a Rusia. En la habitación del hotel se respira una atmósfera cargada de erotismo y sensualidad. Entre ellas nace un sentimiento nuevo que ambas aceptan. Durante doce horas, las dos mujeres se confían sus vidas, hablan de sus compromisos y del ... [+]
4 de noviembre de 2010
4 de noviembre de 2010
13 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Luego dirán que le tengo manía a Medem, pero es que vaya carroñadas que nos está colando el amigo. En plan superación personal ya, busca una forma más de provocar el morbo onanista ajeno rodando un bodrio lésbico increible e inaguantable.
Su forma de rodar ya es que me ofende personalmente, me daña y cabrea, me horripila.
Las protas, pues normalita una, la rusa, y cutrona la otra, la Anaya, que entre Almodóvar chungo, islas con pérdida de niño y estas obras de arte se luce en su carrera de artistilla de vodevil barato desperdiciando oportunidades que ya quisieran otras...
Lo dicho, los amantes de ese cine pesado, plomizo, con pretensiones de profundidad en charcas de medio metro, la adorarán. El resto se sentirán como yo, con ganas de evacuar el intestino ante tanta delicatessen fílmica de una vez por todas. Creo que es la última que veo de Julio, no puedo más, soy demasiado paleto para su cine.
Lo mejor: Paso.
Lo peor: Paso.
Allá ustedes.
Su forma de rodar ya es que me ofende personalmente, me daña y cabrea, me horripila.
Las protas, pues normalita una, la rusa, y cutrona la otra, la Anaya, que entre Almodóvar chungo, islas con pérdida de niño y estas obras de arte se luce en su carrera de artistilla de vodevil barato desperdiciando oportunidades que ya quisieran otras...
Lo dicho, los amantes de ese cine pesado, plomizo, con pretensiones de profundidad en charcas de medio metro, la adorarán. El resto se sentirán como yo, con ganas de evacuar el intestino ante tanta delicatessen fílmica de una vez por todas. Creo que es la última que veo de Julio, no puedo más, soy demasiado paleto para su cine.
Lo mejor: Paso.
Lo peor: Paso.
Allá ustedes.
7 de mayo de 2010
7 de mayo de 2010
11 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Julio Medem, es, quizá junto con Almódovar, el gran auteur del cine español actual. No seré yo, quien niegue que, las películas del director donostiarra, siempre dejan, en la retina del espectador, una perspectiva única, personal e intransferible, sobre temas obsesivos como el amor y el sexo. También es cierto, que Medem es uno de los cineastas más aburridos y pretenciosos del cine actual. Bajo la larga sombra de Godard y la nouvelle vague, trata de elevar el cine a la categoría de arte, dotándole de un aire pseudo-transgresor que convirte sus películas en ensayos sobre la moral, la libertad y la represión de las pulsiones, en la mayoría de los casos, con resultados tediosos.
Habitación en Roma es un remake de En la cama, un film chileno de Matías Bizé. Solo que, en lugar de la relación entre dos heterosexuales en una aventura eventual, Medem se desmarca y, ya sea por amor al morbo, o como estudio sociológico de las reacciones humanas, decide sustituirlo por un encuentro lésbico. Es cierto que la primera media hora, sorprenden los desnudos integrales y las escenas eróticas, pero, después de un rato, la película se convierte en una nimiedad elevada al cubo, un desfile impúdico de mujeres en pelotas y sexo más o menos explícito. Crear polémica con objeto de promocionar un producto, no es lo mismo que hacerlo con la intención de remover los estómagos de los espectadores. Y, Medem, al contrario que Peckinpah o Kubrik, narradores de lo instintos humanos, sucios y repulsivos, está entre los vendedores de humo. Usa lo explícito con el único objetivo de recrearse, sin dar lugar a la imaginación.
Quizá haya que destacar el esfuerzo de las actrices por dignificar la película, sobre todo, el de una Elena Anaya sorprendente y cautivadora. Natasha Yarovenko, también resulta convincente en su papel. Sin embargo, sus interpretaciones se ven desmerecidas entre diálogos cursis y momentos en los que prima lo remilgado, e incluso, la vergüenza ajena. El guión parece escrito a vuela pluma, la mayoría de las escenas se ahogan en el falso romanticismo, y uno no deja de preguntarse qué sentido tiene rodar una película en Roma, en la que sólo hay dos escenas fuera del hotel.
En algunas ocasiones, uno se deja seducir por la belleza bucólica de los planos, la calidez del montaje o la suavidad de la fotografía. No obstante, al final todo huele a estafa con ínfulas poéticas. Queda la sensación de que el conjunto es vano, y la insustancialidad lo abarca todo. El excelente trabajo del Medem director, queda deslucido por sus nefastas cualidades como contador de historias, algo que ya le pasó, por ejemplo, en Lucía y el sexo.
Sigue en el spolier:
Habitación en Roma es un remake de En la cama, un film chileno de Matías Bizé. Solo que, en lugar de la relación entre dos heterosexuales en una aventura eventual, Medem se desmarca y, ya sea por amor al morbo, o como estudio sociológico de las reacciones humanas, decide sustituirlo por un encuentro lésbico. Es cierto que la primera media hora, sorprenden los desnudos integrales y las escenas eróticas, pero, después de un rato, la película se convierte en una nimiedad elevada al cubo, un desfile impúdico de mujeres en pelotas y sexo más o menos explícito. Crear polémica con objeto de promocionar un producto, no es lo mismo que hacerlo con la intención de remover los estómagos de los espectadores. Y, Medem, al contrario que Peckinpah o Kubrik, narradores de lo instintos humanos, sucios y repulsivos, está entre los vendedores de humo. Usa lo explícito con el único objetivo de recrearse, sin dar lugar a la imaginación.
Quizá haya que destacar el esfuerzo de las actrices por dignificar la película, sobre todo, el de una Elena Anaya sorprendente y cautivadora. Natasha Yarovenko, también resulta convincente en su papel. Sin embargo, sus interpretaciones se ven desmerecidas entre diálogos cursis y momentos en los que prima lo remilgado, e incluso, la vergüenza ajena. El guión parece escrito a vuela pluma, la mayoría de las escenas se ahogan en el falso romanticismo, y uno no deja de preguntarse qué sentido tiene rodar una película en Roma, en la que sólo hay dos escenas fuera del hotel.
En algunas ocasiones, uno se deja seducir por la belleza bucólica de los planos, la calidez del montaje o la suavidad de la fotografía. No obstante, al final todo huele a estafa con ínfulas poéticas. Queda la sensación de que el conjunto es vano, y la insustancialidad lo abarca todo. El excelente trabajo del Medem director, queda deslucido por sus nefastas cualidades como contador de historias, algo que ya le pasó, por ejemplo, en Lucía y el sexo.
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SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Como dijo Jack Nicholson, refiriéndose a Blow-Up, la película de Antonioni, “creo que la razón de su éxito fue que, por primera vez, se vio un coño en una sala convencional”. Quizá esa fuese la intención de Habitación en Roma, sin embargo, los tiempos han cambiado. Cualquiera puede ver una película pornográfica, algunas, con una historia más profunda
7 de mayo de 2010
7 de mayo de 2010
10 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Supongo que cuando Julio Medem aceptó el encargo de hacer ‘Habitación en Roma’, ya sabía que estaba ante un reto complicado y arriesgado. Es difícil intentar transmitir tanto en tan poco. Y la verdad, en mi caso personal, no lo consigue. Su poesía visual se queda, en esta ocasión, sin deleitar, sin saciar mi apetito medemista.
Es un film que nos relata una relación muy especial entre dos desconocidas. Un film que nos muestra un amor incipiente entre ambas, acompasando, éste, la historia, al tiempo que trata de desentrañar el pasado de las dos protagonistas, intentando meterte en sus angustias y sus penas mediante un anecdotario de vivencias, de amarguras e historias personales hilvanadas mediante un discurso tramposo, cargado de recovecos y entresijos, que se alterna, en distintas escenas, con los tocamientos, los gemidos y la pasión desatada entre ambas.
El resultado de todo ello es bastante decepcionante, pues ese amor no me transmite nada durante la gran parte del film, permaneciendo impasible ante, lo que en teoría, debería emocionarme. Una pena. Se salvan de la quema los guiños del cineasta, a través de esa recargada habitación, a una ciudad, la eterna, a la que parece amar. Así como una BSO fabulosa, en la que destaca un auténtico, hablando claro, temazo como el “loving strangers” de Russian Red. En defintiva, para un feligrés, un devoto, un enamorado del cine de Medem como yo, ‘Habitación en Roma’, a la que envolvía con grandes expectativas, ha supuesto una fatal desilusión.
Es un film que nos relata una relación muy especial entre dos desconocidas. Un film que nos muestra un amor incipiente entre ambas, acompasando, éste, la historia, al tiempo que trata de desentrañar el pasado de las dos protagonistas, intentando meterte en sus angustias y sus penas mediante un anecdotario de vivencias, de amarguras e historias personales hilvanadas mediante un discurso tramposo, cargado de recovecos y entresijos, que se alterna, en distintas escenas, con los tocamientos, los gemidos y la pasión desatada entre ambas.
El resultado de todo ello es bastante decepcionante, pues ese amor no me transmite nada durante la gran parte del film, permaneciendo impasible ante, lo que en teoría, debería emocionarme. Una pena. Se salvan de la quema los guiños del cineasta, a través de esa recargada habitación, a una ciudad, la eterna, a la que parece amar. Así como una BSO fabulosa, en la que destaca un auténtico, hablando claro, temazo como el “loving strangers” de Russian Red. En defintiva, para un feligrés, un devoto, un enamorado del cine de Medem como yo, ‘Habitación en Roma’, a la que envolvía con grandes expectativas, ha supuesto una fatal desilusión.
10 de mayo de 2010
10 de mayo de 2010
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Hay alguien que no sueñe con una experiencia como la que consigue Alba en la habitación de ese hotel de Roma? La conquista de cuerpo escalofriantemente perfecto, un cubículo donde se ha parado el tiempo, en el centro del mundo y de la historia... comprendida y reflejada en otra vida que también ansía libertad, deseada y servida con dulzura, con una música celestial de fondo y fotografiada por Medem. Ideal.
Tan ideal que surgirá la tentación de que eso dure para siempre. Y lo hace durante dos horas, delante de un espectador que como yo celebra que, al menos, dure eso; que se vayan resolviendo las dificultades (gracias al interés de Alba y a la habilidad de Medem), para que el encuentro continúe, aún cuando a momentos parece que puede agotarse o romperse. Y lo hace; lo logran.
¿Puede durar para siempre? Otros espectadores pensarán incluso que ya venía durando demasiado ¿Qué importancia se puede dar a lo Ideal? ¿Qué tiene que ver lo Ideal con el Amor? Se vuelve a repetir el dilema de Lost in Translation, de Una Relación Privada y de tantos otros relatos de encuentros frustrados. Pero aquí el encuentro resiste, si no todo el tiempo de una vida, sí al menos todo el tiempo de una película.
Tan ideal que surgirá la tentación de que eso dure para siempre. Y lo hace durante dos horas, delante de un espectador que como yo celebra que, al menos, dure eso; que se vayan resolviendo las dificultades (gracias al interés de Alba y a la habilidad de Medem), para que el encuentro continúe, aún cuando a momentos parece que puede agotarse o romperse. Y lo hace; lo logran.
¿Puede durar para siempre? Otros espectadores pensarán incluso que ya venía durando demasiado ¿Qué importancia se puede dar a lo Ideal? ¿Qué tiene que ver lo Ideal con el Amor? Se vuelve a repetir el dilema de Lost in Translation, de Una Relación Privada y de tantos otros relatos de encuentros frustrados. Pero aquí el encuentro resiste, si no todo el tiempo de una vida, sí al menos todo el tiempo de una película.
16 de octubre de 2010
16 de octubre de 2010
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
La forma en que comienza el idilio entre las dos mujeres ya es de por sí muy muy poco creíble y el papel de lesbiana marimacho que tiene Elena Anaya es un topicazo que todavía le quita más credibilidad y naturalidad a la historia que acontece entre las chicas.
A medida que se desarrolla la película crece la artificialidad, por no hablar de las vidas que por separado han tenido cada una, tan dramáticas y fantásticas que no hay quien pueda empatizar lo más mínimo con ellas. Los arrebatos emocionales de flashbacks que les vienen a la cabeza son penosos, dignos sólamente de series de adolescentes atormentados.
La fotografía es lo único que salvaría de la película, junto con la Banda sonora. Pero es que si Russian Red es la protagonista, es que algo no va bien.
En conclusión: la intención no era mala, la temática prometía, pero desgraciadamente, la forma de tratarla ha sido incoherente.
Medem ha ido de mal en peor, así que procuraré olvidar sus últimas obras y quedarme con el grato recuerdo de los 90, los mejores tiempos sin duda para un director que de ningún modo podrá superar la calidad de "vacas", "tierra", "la ardilla roja" y por supueso "Los amantes del círculo polar".
A medida que se desarrolla la película crece la artificialidad, por no hablar de las vidas que por separado han tenido cada una, tan dramáticas y fantásticas que no hay quien pueda empatizar lo más mínimo con ellas. Los arrebatos emocionales de flashbacks que les vienen a la cabeza son penosos, dignos sólamente de series de adolescentes atormentados.
La fotografía es lo único que salvaría de la película, junto con la Banda sonora. Pero es que si Russian Red es la protagonista, es que algo no va bien.
En conclusión: la intención no era mala, la temática prometía, pero desgraciadamente, la forma de tratarla ha sido incoherente.
Medem ha ido de mal en peor, así que procuraré olvidar sus últimas obras y quedarme con el grato recuerdo de los 90, los mejores tiempos sin duda para un director que de ningún modo podrá superar la calidad de "vacas", "tierra", "la ardilla roja" y por supueso "Los amantes del círculo polar".
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