La primera escena en donde aparece Lucy es divertida, acabando Gru en el maletero de su coche. La entrada de ambos por la noche en el restaurante de " el macho ", para buscar el suero, es muy divertida.
El personaje de Nefario da un giro, ya que prefiere trabajar para el malo, en la preparación del suero, que en la fábrica de alimentos. De eso nos enteramos en la parte final, está bien dosificado este suspense, porque no sabemos hasta ese momento que ha pasado con esos seres amarillos que han sido aspirados al acercarse a un camión de helados.
La transformación de los Minions en esos seres violetas, feos y malos, es un claro homenaje a los Gremlins.
Los momentos de amor-desamor entre los dos protagonistas
va acompañada de alguna escena que mezcla comedia con romanticismo.
Cuando el malo se toma el líquido que aumenta de tamaño, vemos un homenaje a King-Kong o Hulk, pero la aparición de Nefario con el antídoto devuelve a Eduardo a su estado habitual.
El final donde los dos protagonistas se casan, presagia una saga más larga, al estilo Shrek, esperando que mejore su nivel o se parezca más a la parte final de esta.