Cuando mi sobrino me dijo de ir a ver esta película pensé que siendo una secuela perdería bastante. Pues no, sigue siendo igual de enternecedora y divertida con un pequeño incremento en cuanto a la dosis de ternura y creatividad. Lo más importante de todo es que no declina y las nuevas incorporaciones la engrandecen haciendo pasar un rato divertido y agradable. No despunta como una obra de arte pero he de decir en su favor que a veces en las pequeñas cosas encontramos destellos de genialidad. Del todo recomendable para pequeños y mayores.