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Gente en sitios

Comedia Rodada sin presupuesto y cámara en mano, "Gente en sitios" es un "relato caleidoscópico" que recorre la comedia, el drama, el relato social, el terror y el surrealismo con el denominador común de "la irreductible poesía de la condición humana frente las embestidas de lo extraño y lo caótico". (FILMAFFINITY)
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5
15 de febrero de 2014 0 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
A veces hay películas que antes de verlas te caen simpáticas, bien por la originalidad de su proyecto, sus dificultades, medios, por su formas alternaivas de estreno, etc, y la verdad es que a lo añadido anteriormente, que no pongo en duda, se sumaban unas críticas, en muchos casos excelentes.

Pues bien, la vi hace apenas dos semanas, y ya se me ha olviado casi todo. Recuerdo que son pequeños scketchs, recuerdo un punto de surrealismo desasosegante en todos ellos que es el nexo de unión que les encuentro, recuerdo que sale todo el cine español, recuerdo que no me aburrí del todo, y recuerdo que no me interesó casi nada. No recuerdo ningún episodio muy por encima del resto, tampoco recuerdo ninguna ofensa especal a mi sensibilidad, y tampoco le encuentro ningún significado (quizás por que no lo tenga) especial a la película.

Resumiendo, vista está, y a otra cosa, le reconozco cierta originalidad y arrojo, pero lo que es el resultado, .... ni fu ni fa.
9
25 de noviembre de 2013
7 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine de Juan Cavestany es personal, ambiguo, sin concesiones, seco, parco, difícil. No es cine para el gran público, ni tiene por qué serlo. Dispongo de Barcos y El señor podían ser incluso más aciagas para el espectador común que Gente en Sitios, cosa que -sólo aparentemente- no ocurre en este filme, pues el absurdo de sus situaciones viran ese cine experimental puro y duro hacia una comedia más comprensible, en la que la reacción del público es, hasta cierto punto, más unánime.

Aparentemente, mencionaba, al aludir a que Gente en Sitios puede ser una película más accesible, comprensible, que las dos obras previas del autor. Pero bajo el absurdo de las situaciones que nos presenta la gente en los sitios de la cinta, si se rasca en esa superficie, en realidad creo encontrar un oscuro y áspero retrato de las soledades de mucha gente, de un grupo heterogéneo de personas conviviendo o sobreviviendo ante sus obsesiones o las de los que están a su lado.

Ya sea por un arranque de feminismo ante una alfombrilla para los pies; por una mudanza supervisada bajo un trastorno casi obsesivo; por las acciones aparentemente altruistas de unos atracadores limpiando el lugar del crimen, o de una chica corriendo para devolver una bufanda, o de otro enseñando a andar, beber o dormir a cualquiera con el que se cruza; por la desesperación de abrir un negocio sin saber nada de ese sector; por someter a una joven a un aumento de pecho completamente injustificado; por quedarse encerrado en un cuarto oscuro... Cualquiera de esas situaciones, unas más cotidianas, otras completamente marcianas, se convierten de forma gradual en un rosario de retratos de distintas soledades, en una sátira aparentemente espontánea sobre el estado de cambio, el entorno gris y las obsesiones irreflenables de un grupo de gente que detrás de la risa que provocan, esconden una terrible amargura.

Pero es el carácter ambiguo, improvisado, inconcluso, lo que le da a Gente en Sitios su poder de seducción, esas metáforas fuera de campo como la gran bandera española de la Plaza de Colón, medio borrosa y muerta, esos solitarios lugares, entre lo onírico y lo realista, en que el grupo de intérpretes (maravillosos todos ellos) divaga y vaga sin rumbo u objetivo, empujados por una fuerza que parece querer sobreponerse a la angustia de ese absurdo, a ese ojo que les mira, les retrata y les fotografía como si fueran especiales, aunque ninguno de ellos así lo crea.
4
28 de enero de 2014
3 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Juan Cavestany es EL director español de este siglo. Entiende a la perfección la sociedad y actúa desde ella. Película fraccionada y compleja, sin posibilidad de finales pero con grandes procesos. Diversificación frente a unidad, complejidad frente a la simplificidad matemática, sistemática o científica. Intelectualmente intachable. Muy buen guión y escenas bellísimas en su concepción. Merecería un 10

Hemos visto películas Dogma, con cámara en mano, cero ambientación, luz natural, sonido directo, localizaciones cotidianas..... pero siempre hay algo, un "Nosequé". Hemos visto películas sinceras, cercanas al documental, de tiempos pausados como las de kiarostami.... pero aparece el "Nosequé". Quizás lo que falle sea esa sombra de cine B... no lo sé.

El gran fallo del cine B (a mi juicio) es ser precariamente realista en vez de dejar lugar a la abstracción. Asumir el déficit en un proyecto no debe suponer obviarlo sino utilizarlo en PRO. Quizás el gran fallo de este film es simplemte ser tan realista, tan sincero, tan precario... como la actualidad.
7
23 de enero de 2014
2 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si te gusta el cine convencional, evidentemente, no es tu peli. Pero si quieres un ejercicio de estilo estimulante, sorprendente, surrealista, que ha costado relativamente poco y da muchísimo resultado, esta es tu película sin lugar a dudas.
La historia de la Verdú es BUENÍSIMA.
2
21 de agosto de 2015
2 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
A veces no entiendo la crítica. Decir que ESTO es una joya del cine español... a mí me parece una soberana mierda y sobretodo, un producto pretencioso.

Primero, no son cortos, son sketches. Muchos de estos fragmentos apenas son chistes, no son cortos per sé. Carecen de desarrollo, algunos no están ni acabados o explicados. El de Segura no lo acaban ni lo explican.

Luego, son demasiados. Paris Je t'aime son pocos cortos, con lo cual se consigue que la gente los recuerde. Relatos Salvajes lo mismo, al ser seis y sobretodo, seis CURRADOS, se recuerdan fácilmente. Esto es casi como un episodio de Muchahcada Nui de hora y media. Lo ves, pero te han lanzado tantos sketches a lo largo de la peli que apenas te acuerdas de dos. Y sobretodo, cuando la mayoría son malos o regulares. Calidad sobre cantidad.

Lo siguiente, el tono. Empiezas un corto muy gracioso con un camarero pesado. Por lo tanto, entiendo que es comedia. Sin embargo, llega un punto en el que te meten El Puente, una cosa filosófica... ¿cómo reacciono? Tras 20 sketches de comedia, espero reirme. Lo siguiente es algo de terror, luego vuelve a la comedia. Centraos, si es comedia, que sea comedia.

A continuación, es muy cutre. Son pocos minutos por cada sketch y la mayoría, están hechos cámara en mano. Tienes a artistas como Segura o Verdú, cúrrate los sketches, que queden bonitos. Un bajo presupuesto me parece mas la excusa para la vagancia.

Y por último, ¿está conectado? O sea, despista. Hay un tío con una cámara sacando fotos, algunos cortos continúan y siguen su trama en dos o tres escenas... entonces, no sé si tengo que estar atento a todo, o si esto me lleva a algún sitio.

Ante todo esto, me quedé "es raro, algunos sketches son buenos, la mayoría son de flojos para abajo, pero es visible". El problema viene cuando leo en esta página que es nosequé del ser humano saliendo a flote en el caos de la vida... mierda mierda y mierda. Eso es pretencioso. A mí que no me intenten colar que un recital de sketches malos, como un camarero pesado, es alguien que afronta la vida. Es una excusa pretenciosa decir que esto habla de algo. Si se hace una peli de cortos sin más, di que es una peli de cortos, pero no lo enmascares como algo que no es.
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