Álex de la Iglesia es uno de los mejores directores que ha dado este país, y tengo que decir que en general su cine de comedia negra con cierto toque un poco casposo, pues me suele gustar. Pero también tengo que reconocer que no todo su cine es de calidad; aunque mucha gente defienda todo lo que ha realizado este director. Un director que suele funcionar bien, pero no en todo.
En este caso se nos presenta una trama que nos lleva a la década de los 70, 80 y 90 donde dos jóvenes se unen para triunfar en el mundo del espectáculo. Empiezan desde lo más bajo con poco éxito, hasta que un día surge un gag y se convierte en algo efectivo que hace que la gente no pare de reír. A partir de ese momento todo sube como la espuma, pero las envidias entre ambos hacen que su vida se convierta en una pesadilla, y el éxito como pareja cómica peligre por el odio que sienten mutuamente.
La película es un homenaje a esa época dorada de la radio y televisión donde programas como el "1, 2, 3" eran un trampolín para cualquier artista. El guión es un viaje por la historia de la televisión siendo testigo de programas y anuncios de esos años.
Y es que el guión toma como base a un pareja de cómicos que pueden recordar en muchos casos a "Martes y 13", para que sea la base de la realización de esta trama irreal. Uno puede comprobar a esa pareja que triunfa con gags cómicos que se convierten en leyenda, que son habituales para realizar los programas de fin de año, y que cualquier cosa que hacen se convierte en éxito.
El film tiene muchos puntos para que sea una buena película. Es más, al principio funciona bastante bien, pero poco a poco se va desinflando haciendo que la gracia desaparezca. La comedia se transforma bastante para tocar ciertos puntos surrealistas (que caracterizan al cine del director), pero llevados a un punto que no convencen, y que hacen que uno como espectador desconecte.
Creo que este es uno de los principales problemas de la película. Un guión que se va desinflando y que no resulta lo que uno podría esperar.
Además, tengo que decir que El Gran Wyoming no convence en su trabajo. Bueno, en general las actuaciones son bastante flojas salvo la de Santiago Segura y la de Álex Angulo. Solo ellos dos consiguen traspasar la pantalla y convencer con sus personajes. El resto de actores resultan un poco sobreactuados o muy sosos; sin que transmitan absolutamente nada.
En fin, "Muertos de risa" es una famosa comedia española que cuenta con ciertos aspectos buenos como su cuidada estética. Pero en general resulta bastante mediocre y decepcionante, ya que la comedia funciona al principio y en alguna escena puntual. Pero en general resulta mediocre y un poco grimosa.

No niego el talento que tiene De la Iglesia para que podamos reír con humor ácido y perspicaz, sin embargo hay películas que no me funcionan, y se quedan. Aquí dos tipos bastante patéticos cumplen su función: entretener a su público, y supongo son instrumentos idóneos para la crítica de quienes realizan televisión, así como de aquéllos que crean y manejan a los personajes que viven en y de la polémica, que la masa se encarga de fomentar a diario, comprando revistas y periódicos, viendo programas de nulo contenido basado en el sensacionalismo de personajes como éstos.

Aquí aplica que ningún director se encuentra en posición privilegiada, De la Iglesia me sitúa en total apatía, el humor se encuentra tan oculto que tampoco hice conexión a ningún nivel con su propuesta, Muerto de aburrimiento.

Me ha sorprendido bastante esta película de la que sólo había oído críticas desfavorables, un humor negro al estilo de la Iglesia que me ha resultado muy bueno. Historia enrevesada, imposible, algo disparatada y muy bien llevada. Notable.

Aquel que vea esta película esperando la risa fácil, va a parecerle un bodrio. Pero no es así, es una pasable cinta de humor negro, muy negro, con pequeños momentos de comedia. Con un buen guión, pero que en algunos momentos decae... podría haber sido un clásico como La comunidad, pero se queda sólo en una peli buena más, por los diálogos, el Wyoming (mal)...

De la Iglesia abandona sus filos berlanguianos y decide convertir 'Muertos de risa' en una suerte de Billy Willder alla spagnola: dos payasos enfrentados son, básicamente, la bufonada de historia del país de fondo y su mejor síntesis.

La película está sostenida en la inteligencia de su cast, que pasa de un Segura altamente contenido como humillado perpetuo y un Wyoming como canallita despreciablemente aceptable. Hay muchos temas bosquejados, pero de todos modos, Muertos de risa es negra, enérgica y nunca aburrida. Álex Angulo provee un secundario memorable como la figura intermediadora entre los dos cómicos unidos por su leve antagonismo.