Si te gustaron "Antes de amanecer" y "Antes del atardecer" de Richard Linklater ambas con Julie Delpy de protagonista ésta también te debería gustar. Al igual que las mencionadas, "2 días en París" está contada con el mismo tono, a medias entre lo cómico y lo dramático pero de una manera muy natural y sencilla. Y es precisamente en la naturalidad y la sencillez de sus personajes y de los diálogos donde reside el encanto de éstas películas.
El contrapunto a la Delpy se lo pone un Adam Goldberg que resulta simpático y algo excéntrico por momentos pero nada que ver con los padres de ella (que son sus padres en la realidad) y que demuestran tener una relación de lo más peculiar y abierta con sus hijas.
Se ve de una manera muy amena y resulta muy entretenida en su conjunto.

Cuando te planteas ir al cine a ver una nueva película tienes varias demandas que cubrir, pero sin duda la diversión, el entretenimiento y el relax mental es una de ellas.
Esta película consigue atraparte con su humor fresco e irónico desde el primer momento, te hace identificarte con los "problemas" cotidianos que todos tenemos llevados a la exageración y te sumerge en un mundo que podríamos clasificar en algunos momentos como extravagante, pero extremandamente cercano a nosotros.
Espero ver mas obras dirigidas por Julie Delpy y disfrutar de un Adam Golberg tan genial como lo he encontrado en esta ocasión.

La película repite un poco el esquema de "Antes del amanecer", y de su secuela "Antes del atardecer", en cuanto trata de una pareja que visita una ciudad durante un breve espacio de tiempo. Sin embargo, si aquellas eran películas románticas esta se decanta claramente por la comedia ácida en torno al choque de culturas entre franceses y americanos. Tiene golpes muy buenos, y el estilo de dirección de Julie Delpy es ágil y con ritmo. La mayor pega que le pongo es que el chico americano se parece demasiado a los personajes neuróticos e hipocondríacos que suele interpretar Woody Allen, pero claro, sin llegarle a la altura. Lo mejor de la película son los dos actores que interpretan a los padres de Julie Delpy, que son sus propios padres en la vida real. Resultan desternillantes.

Interesante comedia, con tintes "woodyallenianos", sobre los problemas de la pareja y su evolución. Los dos actores trabajan estupendamente, al igual que los secundarios. Los diálogos y las situaciones son muy divertidas y originales, aunque siempre te quede la sensación de que no acaba de cuajar, de que le falta "algo". No obstante, es una buena "opera prima". Quizás ese "algo" que faltaba es un director con más experiencia.

Cual mujer del renacimiento, Julie Delpy dirige, interpreta, escribe, monta, canta y no sé cuantas cosas más en esta ópera prima, y todas las hace bien. Sus influencias son más que evidentes, con Woody Allen, Richard Linklater y Jean-Luc Godard a la cabeza, pero aún con todo le sale una comedia agilísima y muy fresca.

También es intrascendente, tópica y un poquito pedante, pero es tan divertida que se termina en un santiamén y aunque se te olvide a los cinco minutos te quedas con la sonrisilla tonta.