La parte de los ángeles

Aunque la trama no es nada del otro mundo, el guión transcurre con fluidez y la dirección es sobria y exacta.
A ratos parece un documental sobre las excelencias del whisky escocés, pero también esa parte está bien tratada.
Los actores, sin tener que empeñarse mucho, cumplen con su papel.
Hay en toda la película un aire de inmediatez que la hace amena. Se ve muy bien y se hace corta.

Ken Loach abandona el cine social y comprometido para embarcarnos en una comedia al viejo estilo de los Estudios Earling, donde la picaresca es la protagonista.

Entre la mítica Whisky a Go-go y la estadounidense Entre Copas, le falta un poco más de gracia en su desarrollo, por lo que se queda en una simple anécdota, que contada de otra forma hubiera resultado más divertida.

El chistoso prólogo de la estación, promete más de lo que da.

Se nota mucho el realismo social de su director, pero está muy lejos de sus dos comedias más famosa Lloviendo Piedras y Riff-Raff.

La parte de los ángeles, aparte de explicar a los neófitos en whiskey lo que significa dicha expresión, es una película agradable y dulce de Ken Loach.
Muy en la línea de lo que hizo Peter Cattaneo con Full Monty en 1997, Loach nos presenta a un grupo de perdedores en el límite de la marginalidad y la delincuencia a quienes se les presenta una segunda oportunidad para encauzar sus vidas mediante la producción y cata del whiskey de su Escocia natal. El resultado es una película entrañable, que mezcla bien comedia y drama, aunque peca de poco entretenida y de demasiado larga (sí, sí, a pesar de su ajustadísimo metraje). No obstante, el buen trabajo de sus actores y el buen rollo general que transmite son suficientes para recomendar su visionado.

Lo mejor: La combinación de drama y comedia con el delicado mensaje en favor de las segundas oportunidades.
Lo peor: No es demasiado entretenida.

Loach presenta, una vez más, en The Angel's Share la realidad de un espectro social oprimido por la sociedad que le envuelve. El Film nos presenta un grupo de personajes de gran carisma, tremendamente cuidado por el director, que nos representan al Lumpenproletariado británico actual. Un espectro social que no puede salirse de una vorágine de delincuencia y problemas ya que el estado burgués los aparta de esta posibilidad.
Con un tono amable y cómico, en algunos momentos, Loach presenta una crítica a la sociedad burguesa y lo hace posicionándose muy claramente del oprimido.

Película desenfadada que entre kilts, whiskys y amiguetes en rehabilitación consigue entretener y arrancarnos algunas sonrisas.

Ken Loach al lado siempre del bando mas débil, en esta ocasión de chavales marginados, nos presenta en tono humorístico una ingeniosa salida para que los protagonistas saquen adelante sus vidas.

Recomendable para pasar un buen rato … mejor con un whisky en la mano.