Hunter Killer nos devuelve a las viejas películas de submarinos, ya sea en la Segunda Guerra Mundial o en la Guerra Fría. Sucede en nuestros días, de modo que hay rusos buenos y rusos malos, incluso algún estadounidense estúpido (Gary Oldman pasado de revoluciones). Por sorprendente que pueda parecer, Gerard Butler está contenido y ajustado al papel, y la película discurre con serenidad, es decir, sin que la banda sonora te atosigue hasta ensordecerte, por senderos trillados pero agradables de volver a recorrer. Las dos horas transcurren sin que te aburras en ningún momento, dosificando la acción y los instantes de tensión. Es como ver una película de los años 80 o 90, anticuada en su falta de histeria, afortunadamente. La cinta está dedicada a la memoria del entrañable Michael Nyqvist, inolvidable Mikael Blomqvist en la saga Millenium, que falleció poco después del rodaje. Para incombustibles del género bélico.

Si uno no es muy exigente y sabe lo que va a ver, la "marca " Gerald Butler" ya da pistas, pues puede pasar un rato entretenido. Teniendo en cuenta que dura dos horas ya es un logro. Todo a base de jugar con los clichés más básicos de películas bélicas y mantener la dignidad con una puesta en escena apañadita gracias a la colaboración de los ejércitos USA, que aprovechan para lucir camaradería y músculo de dotación armamentística. Aparece Oldman, chilla un rato para llevarse su suponemos que generoso talón y todo lo demás es un entretenimiento disparatado en el que se agradece que apuesten por la moraleja de que no hay buenos ni malos sino mucho descerebrado al mando.

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Teniendo en cuenta que en este género para mi “Das boot” (1981) es la mejor película del género, ésta se queda muy atrás como película. Si, los efectos especiales, fotografía, las escenas submarinas, todo muy bien pero los personajes son un tanto superficiales y es como si hubieran hecho un mix entre “la caza del octubre rojo” (1990), la mencionada “Das boot” y Rambo. No obstante es entretenida, las dos horas pasan rápido y el guión en términos generales es coherente. Al menos no me sangraron los ojos como cuando vi “Overlord” (2018). Las “americanadas” se disculpan ya que es lo que hay aunque es curioso que en los barcos americanos parezcan una nave espacial y el entorno ruso un poco más y les ponen una consola de interruptores de los chinos.

Maravillosa película dirigida a los amantes de genero de submarinos, ya que no saldrán defraudados. Las batallas submarinas, con adelantos técnicos hasta ahora desconocidos, son uno de los puntos fuertes del film.
El guión un tanto descabellado, por enfrentarse solamente un submarino americano y 4 Navy Seals, a toda una base rusa, donde el ministro de defensa acaba de dar un golpe de estado y teniendo como rehén al presidente ruso. Los norteamericanos intentaran liberar al presidente y evitar una inminente guerra nuclear entre las dos potencias.

A la altura de las grandes películas de submarinos como Das boot, La caza del Octubre Rojo, Marea Roja o K-19 The Widowmaker, los amantes del cine de este estupendo genero, van a disfrutar de esta película. Un 8 merecido.

La más reciente película del sudafricano Donovan Marsh mira con nostalgia el cine de acción de los años 80, concebido en plena guerra fría, donde los Estados Unidos debían hacerles frente a los rusos, en una película disparatada y por ello muy entretenida.

Un submarino norteamericano es alcanzado por un torpedo ruso, por lo que el gobierno estadounidense decide enviar otro submarino para que investigue las causas del posible ataque, todo a cargo del capitán Joe Glass (Gerard Butler).

A la par, envían a un comando por Tierra para redondear la investigación, que da como resultado que el Ministro de Defensa ruso ha secuestrado a su presidente, por lo que la operación submarina y la terrestre deberán unir fuerzas para rescatarlo y reimponer el orden.

La película, que se basa en la novela escrita por Don Keith y George Wallace, trae de regreso aquel sentimiento de miedo colectivo de los estadounidense a una posible Tercera Guerra Mundial, obviamente provocada por los camaradas rusos, que ellos deberán evitar de manera heroica.

En este caso devolviendo el orden a la nación rusa, rescatando a su presidente de un secuestro y golpe de estado a través de dos operaciones del ejercito estadounidense, una por tierra y la otra a bordo de un submarino, lo que da posibilidad de presenciar sendas secuencias de acción en ambos frentes que por lo menos consiguen ser atrapantes y con una buena dosis de tensión que mantienen al espectador bien ocupado de lo que sucede en la pantalla, a pesar de que la película se alarga innecesariamente.

Las actuaciones son cumplidoras, Gerard Butler colabora con su cada vez más variada colección gestual, en un reparto que incluye a Gary Oldman y Michael Nyqvist en una de sus últimas apariciones en cine, que dan forma a una película previsible y con cierto aire a cine añejo, pero que es endemoniadamente entretenida.

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