En principio, ver una película de los 90's me abrumaba. Pero con esta fue diferente. Cuanto más veía la película, más interesante era. Y no podía parar. Era cada vez más interesante, más cómica y más divertida. Me encanta. La que no me gusta demasiado es Brittany Murphy. Se ha metido DEMASIADO en su papel, se cree la mejor, la más guapa y todo eso, y se acaba convirtiendo en una MUJER FATAL (fêmme fatale). Pero la película en sí misma es una obra maestra.

Alicia Silverstone fue contratada para cuatro películas en 1995 luego de su participación "ligera de ropa" en el vídeo musical de "Crazy" de Aerosmith, una de esas cuatro cintas fue ésta.

"Clueless" nos lleva directo a los suburbios de Los Ángeles de la mano de dos muchachas fresas, pijas, chetas, opulentas, (como sea que se les diga), de Beverly Hills cuyas mayores preocupaciones en su estancia escolar son: el repentino enamoramiento de dos profesores, la concreción de parejas "populares" y la transformación de una "patito feo". Con ese punto de partida, pasamos por un compendio de situaciones "teen" impregnadas de clitches de los 90's, (skaters, cambios de look, etc), con diálogos pulidos y otras veces enroscados en el planteamiento básico y bobo.

Con una revisión, se puede notar una clara caricaturización de la glamourosa Beverly Hills desde la visión adolescente, por ejemplo, por el hecho de que los personajes no saben conducir, (como en la escena del inicio con la señal de "Stop" o la escena de la clase de manejo) no tienen idea de dónde están parados, (Cher y Dionne son aduladas excesivamente sin notar que nadie tiene interés alguno de interactuar con ellas), ni del mundo que los rodea, (demostrado por el hecho de que Cher ignora las noticias catastróficas en la televisión).

Sin embargo, es evidente que el guión requería un crecimiento de la prota: pasa de intolerante a amable, de dicho a hecho y de amor-pija a amor-humilde; si bien es cierto que su metamorfosis es endeble y escuálida, por lo menos, se esforzaron en restar elementos superfluos.

Por otra parte, Paul Rudd es agradable pero su participación casi siempre está forzada y el hecho de que, al principio, actué con abulia americana, (comida, sillones y televisión), hace que después sus intervenciones como chofer, concejero paternalista y defensor digno de loar se sienten como incorporaciones que apestan a obligación.

A su vez, los secundarios conforman un mix, a veces, difícil de apreciar: como un Breckin Meyer oscilante entre el clitché fácil y el personaje bidimensional, una Stacey Dash que no puede hacer más que la novia de vaivenes o un Donald Faison que busca demasiado la sonrisa sencilla o ser el otro tortolito desorientado.
Por último, la parte romántica, en veces, gira sobre ruedas y otras sobre se siente como una novela turca intentando formar el amor platónico


A fin de cuentas: El público objetivo son los jóvenes pero la película, muchas veces, no termina de encajar por ser inverosímil, chillona o simplona, aún así, Alicia Silverstone y varias intervenciones ingeniosas terminan por darle forma a un filme lleno de matices.

Calificación: 5.5/10

En mi último viaje transatlántico el catálogo de películas a bordo estaba muy bien surtido de comedias adolescentes, así que me pegué una maratón para cubrir ese vacío que había en mi cultura cinéfila.

"Clueless" parece una versión inacabada de una fórmula que se fue puliendo con los años. Sobre todo falta conflicto, no puedes hacer una buena película si no hay nada en juego. En ese aspecto "Mean Girls" es una película de temática parecida pero más completa, pero hay que reconocer que no habría "Mean Girls" si antes no hubiese existido "Clueless".

Tampoco hay un "viaje del héroe" sustancial (nuestra protagonista es prácticamente la misma persona al comienzo y al final, ligeramente menos superficial pero sin ningún cambio trascendental).

Lo mejor de la película son las jovencísimas Alicia Silverstone y Brittany Murphy (QEPD), que están adorables.

Típica americanada cuyo ambiente adolescente y estamental propio de los institutos es difícil de repudiar. Es mala, sí, pero es entretenida. Puede ser uno de esos placeres que si se prohibieran, tendrían todas las de ganar.

Confieso que cuando por primera vez vi esta película me enamoré de Cher. A Alicia Silverstone ya la conocía por haber salido en algunos videoclips de los Aerosmith y si a su belleza añadimos el personaje que interpreta el embelesamiento es casi obligado.

Muchos ven en Cher una "Rubia muy legal" avant la lettre o simplemente una pija superficial, lo cual es un tremendo error. La personalidad de Cher es muy diferente y se puede resumir en que realmente Cher tiene clase, es elegante, educada y fina, es una verdadera señora o señorita (o por lo menos intenta serlo) y en cambio Elle Woods (la de una "Rubia muy legal") es tremendamente vulgar, hortera, muy superficial y sin ningún estilo. Y, lo más importante, mientras que los valores de Elle son esencialmente modernos, los de Cher son esencialmente reaccionarios, aristocráticos pues la nueva Emma (pues "Clueless" es una adaptación de "Emma" de Jane Austen), Cher, mantiene esa pose noble fácilmente reconocible.

El personaje es media película. Y el de Cher resulta encantador, de los que es imposible dibujar en los tiempos que corren. Porque se le puede perdonar que tenga dinero, que sea guapa, que le guste la moda, que se cuide (ahí están las de Sexo en Nueva York). Pero lo que no se puede perdonar, lo que es vetado por la progresía mundial es que el personaje sea femenino. Y Cher es un canto a la feminidad tradicional. Todo lo que dice, todo lo que piensa y todo lo que hace es una bofetada al feminismo rampante. No sólo es guapa, joven y rica, sino que además se atreve, ¡horror! no a realizarse desarrollando una carrera profesional, a liberarse del poder masculino, a buscar la igualdad, a competir, a pelearse con el mundo sino que se esfuerza en ser mejor persona, en ayudar a los están a su alrededor, en cuidar a su padre, en buscar el amor.

Y todo ello lo hace sin perder un ápice de feminidad: es inocente, coqueta, ingenua, sensible, cariñosa, dulce, amable, empática, infantil, dependiente, altruista, recatada (se permite el lujo de ser virgen), hogareña, etc. Todo ello hace que el personaje sea irrepetible y ciertamente no muy del gusto del pensamiento dominante lo que explica el poco reconocimiento de esta película y el doloroso 4,8 de puntuación.

Pero por si fuera poco la película en si es que es excelente. Es muy inteligente, divertida y fresca. El ritmo es rapidísimo, los diálogos son muy buenos y las situaciones que se crean, además de tener mucha gracia, permiten que los personajes vayan creciendo. Si a eso añadimos unas cuantas puyas a la sociedad de la época, el retrato de la adolescencia bastante ácido, unos personajes secundarios muy bien trabajados (están geniales el padre de Cher, Josh y Christian, entre otros) y una magnífica y tierna historia de amor de por medio que, cada vez que la veo, me emociona, tenemos como resultado una soberbia comedia romántica, posiblemente una de las mejores, si no la mejor, de la historia del cine.