Desobediencia
2017 

6.3
5,066
15 de septiembre de 2018
15 de septiembre de 2018
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dos mujeres y una relación prohibida en el seno del hermetismo de una comunidad judía. Por contra, la libertad de elección, la rebeldía y la desobediencia. No eran estos malos ingredientes para que Sebastián Lelio desarrollara una buena película más en su haber, y desde luego no perdió la ocasión. Las dos Rachel han puesto el resto para que el resultado haya sido notable. Lástima que las distribuidoras no hayan estado más por la labor, o quizá la oferta y demanda ha impuesto sus normas para la elección de salas y horarios. Es lo que hay, basta repasar la cartelera para echarse a temblar.
30 de julio de 2020
30 de julio de 2020
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Adelantó que no me gustan las películas de lesbianas, aunque cada cual es libre, como no se cansa de repetir esta película. En cambio me atraen las películas de judíos ortodoxos, como contraste del desmadre que se da en Occidente. Y esta película trata de ese contraste.
Como cine es admirable, por lo sobria; va al grano; cada escena tiene sentido; no sobra nada.
Los pocos cantos judíos que se oye son admirables.
Y son geniales las interpretaciones de las dos Rachel, en especial de la que tiene un papel más complejo, la McAdams.
Que la libertad, como han dicho tantos, es un don y a la vez una carga queda muy claro en esta buena película.
Como cine es admirable, por lo sobria; va al grano; cada escena tiene sentido; no sobra nada.
Los pocos cantos judíos que se oye son admirables.
Y son geniales las interpretaciones de las dos Rachel, en especial de la que tiene un papel más complejo, la McAdams.
Que la libertad, como han dicho tantos, es un don y a la vez una carga queda muy claro en esta buena película.
25 de septiembre de 2021
25 de septiembre de 2021
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nos cuenta una historia dramática en sí misma en la que la desobediencia es una necesidad para oponerse a una sociedad opresora y patriarcal que priva a las mujeres de cualquier capacidad de elegir, debiendo tomar en todo momento aquellas decisiones que su entorno espera de ellas.
Por lo tanto, nos habla de la libertad y del amor como cimiento necesario en el que apoyar esa rebelión. Además de la magnífica interpretación y de la excelente dirección de actores, cabe destacar a mi juicio la fotografía en colores apagados casi grises sobre todo para las tomas interiores de esos primeros planos que no dejan resquicio a la duda sobre los sentimientos y las situaciones, en contraste con las tomas en el exterior donde los diálogos y las luces permiten sentir la libertad frente al hermetismo. Para mí una película excelente que todos deben ver.
Por lo tanto, nos habla de la libertad y del amor como cimiento necesario en el que apoyar esa rebelión. Además de la magnífica interpretación y de la excelente dirección de actores, cabe destacar a mi juicio la fotografía en colores apagados casi grises sobre todo para las tomas interiores de esos primeros planos que no dejan resquicio a la duda sobre los sentimientos y las situaciones, en contraste con las tomas en el exterior donde los diálogos y las luces permiten sentir la libertad frente al hermetismo. Para mí una película excelente que todos deben ver.
26 de enero de 2019
26 de enero de 2019
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Ronnie Curtis, nombre artístico de Ronit Krushka, mujer de unos 45 años, ejerce de fotógrafo profesional en Nueva York. Un día recibe la noticia de que su padre, el rabino Rav, líder religioso de la comunidad judía de Londres, ha fallecido súbitamente. Ronit regresa a la capital inglesa, de donde partió sin dar explicaciones a nadie, después de mucho tiempo, para asistir a las exequias de su progenitor. Una vez en Londres el reencuentro con familiares, escasos, amigos y conocidos será tenso; para toda la comunidad no es más que una renegada. Sin embargo habrá una excepción dentro de ese gélido ambiente, Esti (una mujer, se da a entender que de su edad, si bien Rachel Weisz (Ronit) es ocho años y medio mayor que Rachel McAdams (Esti)); durante su adolescencia las dos mujeres se amaron. Ahora Esti está casada con otro amigo común de la infancia, Dovid, rabino y llamado a suceder al frente de la comunidad al recién fallecido Rav, su maestro.
Después del éxito de su anterior película, 'Una mujer fantástica', Sebastián Lelio rueda por primera vez fuera de su país, Chile, y en una lengua que no es la suya. En esta ocasión no se sirve en su dirección de un guion propio, los de sus anteriores filmes los escribía junto a Gonzalo Maza, sino del que coescribe junto a Rebecca Lenkiewicz adaptando la novela homónima de Naomi Alderman. No obstante, en este trabajo, Lelio vuelve a exponer el mundo de la mujer fuerte, dos en este caso, que lucha con determinación en un ambiente adverso.
El director chileno-argentino hace gala de un estupendo pulso narrativo, tratando la historia con un gusto exquisito, que algunos podrán considerar incluso frío, con sumo respeto, no solo hacia los personajes, sino también hacia la comunidad religiosa en que las protagonistas se encuentran inmersas.
Magníficas interpretaciones de Rachel Weisz y Rachel McAdams; y bella la fotografía de Danny Cohen.
Después del éxito de su anterior película, 'Una mujer fantástica', Sebastián Lelio rueda por primera vez fuera de su país, Chile, y en una lengua que no es la suya. En esta ocasión no se sirve en su dirección de un guion propio, los de sus anteriores filmes los escribía junto a Gonzalo Maza, sino del que coescribe junto a Rebecca Lenkiewicz adaptando la novela homónima de Naomi Alderman. No obstante, en este trabajo, Lelio vuelve a exponer el mundo de la mujer fuerte, dos en este caso, que lucha con determinación en un ambiente adverso.
El director chileno-argentino hace gala de un estupendo pulso narrativo, tratando la historia con un gusto exquisito, que algunos podrán considerar incluso frío, con sumo respeto, no solo hacia los personajes, sino también hacia la comunidad religiosa en que las protagonistas se encuentran inmersas.
Magníficas interpretaciones de Rachel Weisz y Rachel McAdams; y bella la fotografía de Danny Cohen.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Melodrama cuya resolución necesita al tercer personaje en cuestión, Dovid, el marido de Esti, quien sin quererlo, ni esperarlo, se verá en una encrucijada. El dolor, el miedo a la pérdida del ser querido, al significado de sí mismo en su comunidad y el de ésta en él, lo reflejará muy bien el actor Alessandro Nivola. Finalmente las últimas palabras del rabino Rav, el padre de Ronit, dichas justo antes de morir en plena alocución religiosa, marcarán la salida de este enredo; palabras de la Torá que aluden al libre albedrío humano.
5 de marzo de 2019
5 de marzo de 2019
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"Mi padre se pasaba el día leyendo la Torá, los comentarios sobre la Torá, las notas sobre los comentarios de la Torá...". Así describe Ronit a su padre, el rabino de una comunidad megaortodoxa judía enclavada en Londres, aunque podría estar en una isla desierta y ellos seguirían a lo suyo. Ronit abandonó el hogar paterno y huyó a Nueva York para ser libre, cursar una carrera y aspirar a un empleo decente. Cuando vuelve al sofocante hervidero religioso, con motivo de la muerte de su padre, se reencuentra con su antigua amiga del alma Esti, a la cual la unía algo más que una simple amistad. Su encuentro encenderá el deseo de ambas, pese a que Esti está casada con el alumno favorito del fallecido rabino.
Historia de amor y deseo desarrollada en un ambiente enloquecedor, en que el fanatismo culpógeno judío arrasa con todo, Disobedience nos habla de la necesidad de ser libres y amar a quien nos de la gana, digan lo que digan los demás, como apunta ese (tal vez falso) happy end. Es muy difícil quitarse de encima el peso de la superstición, la flagelación psíquica y la pervivencia de unas costumbres milenarias que ya habrían debido erradicarse. Sebastián Lelio, en su primera película hablada en inglés, se acerca a estas dos mujeres acosadas con ternura y compasión, pero sin caer jamás en la autocomplacencia o la sensiblería. Para ello cuenta con la complicidad de Rachel Weisz y Rachel McAdams en sendas interpretaciones antológicas que dan la medida de sus talentos. Disobedience podría transcurrir en cualquier comunidad cerrada de cualquier religión existente, pero la obsesiva fijación de los judíos con sus rituales ancestrales la dota de un punto de angustia más acusado. La escena de sexo entre ambas Rachels está rodada con pudor y sensualidad al mismo tiempo, una secuencia definitiva para comprender el trabajo magistral de las actrices. Película interesante y aleccionadora.
Historia de amor y deseo desarrollada en un ambiente enloquecedor, en que el fanatismo culpógeno judío arrasa con todo, Disobedience nos habla de la necesidad de ser libres y amar a quien nos de la gana, digan lo que digan los demás, como apunta ese (tal vez falso) happy end. Es muy difícil quitarse de encima el peso de la superstición, la flagelación psíquica y la pervivencia de unas costumbres milenarias que ya habrían debido erradicarse. Sebastián Lelio, en su primera película hablada en inglés, se acerca a estas dos mujeres acosadas con ternura y compasión, pero sin caer jamás en la autocomplacencia o la sensiblería. Para ello cuenta con la complicidad de Rachel Weisz y Rachel McAdams en sendas interpretaciones antológicas que dan la medida de sus talentos. Disobedience podría transcurrir en cualquier comunidad cerrada de cualquier religión existente, pero la obsesiva fijación de los judíos con sus rituales ancestrales la dota de un punto de angustia más acusado. La escena de sexo entre ambas Rachels está rodada con pudor y sensualidad al mismo tiempo, una secuencia definitiva para comprender el trabajo magistral de las actrices. Película interesante y aleccionadora.
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