Hard Candy
6.8
39,662
6 de septiembre de 2009
6 de septiembre de 2009
13 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Inquietante, dura, tremenda, fascinante... puro teatro. Una película para sentir pero también para pensar. Quién no ha pensado alguna vez en hacerle algo así a un pederasta? Quién no se ha regocijado a ratos con la tortura psicológica a la que somete la niña al pederasta? En serio no habéis disfrutado?
Otra cosa es que somos civilizados, creemos en las instituciones, sabemos que lo mejor es que actúe la justicia... blablabla blablabla, pero de verdad, confesemos en la intimidad... No da un poco de gustirrinín fantasear con la venganza, sobre todo cuando la historia va de niños?
Personalmente nunca he pensado que liarse con una lolita sea de pederastas. La pederastia consiste en el deseo por niños impúberes. La lolita ésta a la vista está que le da veintemil vueltas al pederasta; no creo que tirarse a esta niña sea de enfermos mentales; intelectual y emocionalmente ella está muy por encima de la inmensa mayoría de los tíos de 30 ó 40 años a los que pudiera conocer. Sin ir más lejos, le toma el pelo una y otra vez al protagonista, que tampoco parece tonto del todo. También da que pensar sobre cómo se nos va la perola cuando se trata de delitos contra niños. Pero... qué es un niño? Ellen Page de verdad hace aquí el papel de una niña? No deberíamos replantearnos un poco el concepto de niño?
En fin, una peli para pensar. Al que no le guste pensar, que no la vea. No le va a gustar.
Ps. Por cierto, menudo descubrimiento la colega! Ya la había visto en Juno, pero aquí está en dos palabras... im-presionante. Me da la sensación de que en la realidad tampoco muy tonta no debe ser.
Otra cosa es que somos civilizados, creemos en las instituciones, sabemos que lo mejor es que actúe la justicia... blablabla blablabla, pero de verdad, confesemos en la intimidad... No da un poco de gustirrinín fantasear con la venganza, sobre todo cuando la historia va de niños?
Personalmente nunca he pensado que liarse con una lolita sea de pederastas. La pederastia consiste en el deseo por niños impúberes. La lolita ésta a la vista está que le da veintemil vueltas al pederasta; no creo que tirarse a esta niña sea de enfermos mentales; intelectual y emocionalmente ella está muy por encima de la inmensa mayoría de los tíos de 30 ó 40 años a los que pudiera conocer. Sin ir más lejos, le toma el pelo una y otra vez al protagonista, que tampoco parece tonto del todo. También da que pensar sobre cómo se nos va la perola cuando se trata de delitos contra niños. Pero... qué es un niño? Ellen Page de verdad hace aquí el papel de una niña? No deberíamos replantearnos un poco el concepto de niño?
En fin, una peli para pensar. Al que no le guste pensar, que no la vea. No le va a gustar.
Ps. Por cierto, menudo descubrimiento la colega! Ya la había visto en Juno, pero aquí está en dos palabras... im-presionante. Me da la sensación de que en la realidad tampoco muy tonta no debe ser.
13 de diciembre de 2006
13 de diciembre de 2006
12 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hacia tiempo que nadie me contaba el cuento de Caperucita roja, una historia que conozco desde niña y llevaba años sin rememorar. Me había olvidado de su caperuza, de su cesta, de su inocencia y de su mayor enemigo.
David Slade en su segunda película, “Hard candy”, ha recuperado a esta dulce e ingenua niña, aunque adaptándola a la época de un modo tan original como inquietante.
Ha pasado el tiempo y éste es capaz de cambiar hasta los clásicos. Caperucita parece haber madurado, no es la misma niña inocente que se dejaba timar por un lobo, por muy feroz que fuera. Ha pasado el tiempo y ella ha aprendido de sus errores, ahora es capaz de usar su aparente fragilidad, como si de un arma se tratara.
Todos estos radicales cambios sorprenden enormemente al público, pero sobre todo, sorprenden al lobo, que observa atónito a su compañera.
Slade nos secuestra con maestría, nos atrapa, nos absorbe y nos introduce en su particular cuento. Todo esto de la mano de unos impecables Patrick Wilson y Ellen Page, que se adueñan a la perfección un único escenario durante casi 2 horas.
Pero no todo son elogios, es cierto que la cinta no es recomendable para los más sensibles (a los que pediría, se abstengan), ya que el director no muestra, pero sugiere con tal maestría que es el propio espectador quien lo reconstruye todo mentalmente, mientras sin parpadear, observa encogido la pantalla.
Sabemos que los cuentos infantiles siempre han estado cargados de crueldad, pero alguien dijo alguna vez, que la realidad supera la ficción y así es. En esta ocasión, ¿quién se come a quién?
David Slade en su segunda película, “Hard candy”, ha recuperado a esta dulce e ingenua niña, aunque adaptándola a la época de un modo tan original como inquietante.
Ha pasado el tiempo y éste es capaz de cambiar hasta los clásicos. Caperucita parece haber madurado, no es la misma niña inocente que se dejaba timar por un lobo, por muy feroz que fuera. Ha pasado el tiempo y ella ha aprendido de sus errores, ahora es capaz de usar su aparente fragilidad, como si de un arma se tratara.
Todos estos radicales cambios sorprenden enormemente al público, pero sobre todo, sorprenden al lobo, que observa atónito a su compañera.
Slade nos secuestra con maestría, nos atrapa, nos absorbe y nos introduce en su particular cuento. Todo esto de la mano de unos impecables Patrick Wilson y Ellen Page, que se adueñan a la perfección un único escenario durante casi 2 horas.
Pero no todo son elogios, es cierto que la cinta no es recomendable para los más sensibles (a los que pediría, se abstengan), ya que el director no muestra, pero sugiere con tal maestría que es el propio espectador quien lo reconstruye todo mentalmente, mientras sin parpadear, observa encogido la pantalla.
Sabemos que los cuentos infantiles siempre han estado cargados de crueldad, pero alguien dijo alguna vez, que la realidad supera la ficción y así es. En esta ocasión, ¿quién se come a quién?
7 de octubre de 2006
7 de octubre de 2006
9 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me ha parecido una deliciosa pelicula de terror psicológico absolutamente bien cuidada tanto en la imagen como en el guión.
Toda y cada una de las conversaciones de los protagonistas son muy interesantes.
Excelente actuación de Ellen Page,que te mantiene en tensión durante todo el film y nunca deja de sorprenderte,Patrick Wilson por su parte logra darte la oportunidad de meterte en su papel, absolutamente desesperante.
En resumen.Una film que nadie deberia perderse.
Toda y cada una de las conversaciones de los protagonistas son muy interesantes.
Excelente actuación de Ellen Page,que te mantiene en tensión durante todo el film y nunca deja de sorprenderte,Patrick Wilson por su parte logra darte la oportunidad de meterte en su papel, absolutamente desesperante.
En resumen.Una film que nadie deberia perderse.
18 de enero de 2007
18 de enero de 2007
9 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Inclasificable. Pocas veces una niña de aspecto tan inocente y angelical fue capaz de despertar en el espectador tanto miedo, a la par que odio e irritación. Brillantes actuaciones, claustrofóbica y desagradable, pero fascinante.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El título es una metáfora de lo que es la chica con quien el pedófilo de la película comparte protagonismo, es decir, un dulce difícil.
Una niña de 14 años y aspecto inocente queda a través de un chat con un hombre que cree que es un pedófilo que ha asesinado a una amiga suya. Su intención es darle caza. Él es un fotógrafo solitario de 32 años que pronto se convierte en presa de la que se supone iba a ser su víctima.
Aunque se deja claro que por mucho que una niña de catorce años se insinúe a un adulto, este debe ignorarla, la película no tarda en conseguir que el espectador se ponga del lado del lobo feroz. Así pues, no se debe uno sorprender si termina sintiendo pena por el pedófilo voyeur y auténtica rabia por la niña, que yendo para Caperucita se acaba convirtiendo en el lobo.
Nunca antes una niña de aspecto tan inocente fue capaz de despertar tanto odio e irritación en el espectador.
La película cuenta con un sonido muy elaborado que evoca sensaciones inquietantes con efectos que simulan murmullos y susurros, una cámara que en las escenas de máxima acción se mueve frenéticamente creando una gran confusión y una fotografía compuesta por fríos grises, verdes y azules.
Llama la atención que apenas intervienen en la película más personajes que el fotógrafo y la chica, pero es un detalle que no tarda en olvidarse.
Premiada en el Festival de Sitges, esta película denuncia por un lado los peligros que pueden derivar de la falta de madurez y la inconsciente propensión al sexismo de la mente masculina a la vez que demuestra que la maldad y la sangre fría no tienen edad ni sexo.
Nolte
Una niña de 14 años y aspecto inocente queda a través de un chat con un hombre que cree que es un pedófilo que ha asesinado a una amiga suya. Su intención es darle caza. Él es un fotógrafo solitario de 32 años que pronto se convierte en presa de la que se supone iba a ser su víctima.
Aunque se deja claro que por mucho que una niña de catorce años se insinúe a un adulto, este debe ignorarla, la película no tarda en conseguir que el espectador se ponga del lado del lobo feroz. Así pues, no se debe uno sorprender si termina sintiendo pena por el pedófilo voyeur y auténtica rabia por la niña, que yendo para Caperucita se acaba convirtiendo en el lobo.
Nunca antes una niña de aspecto tan inocente fue capaz de despertar tanto odio e irritación en el espectador.
La película cuenta con un sonido muy elaborado que evoca sensaciones inquietantes con efectos que simulan murmullos y susurros, una cámara que en las escenas de máxima acción se mueve frenéticamente creando una gran confusión y una fotografía compuesta por fríos grises, verdes y azules.
Llama la atención que apenas intervienen en la película más personajes que el fotógrafo y la chica, pero es un detalle que no tarda en olvidarse.
Premiada en el Festival de Sitges, esta película denuncia por un lado los peligros que pueden derivar de la falta de madurez y la inconsciente propensión al sexismo de la mente masculina a la vez que demuestra que la maldad y la sangre fría no tienen edad ni sexo.
Nolte
25 de agosto de 2006
25 de agosto de 2006
8 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
A priori parece una simple interpretación mito del cazador cazado; sin embargo mediante un guión efectivo, un casting muy acertado y una ambientación soberbia alcanza el calificativo de "gran obra". Más allá de los planos preciosistas, la pélicula rompe los esquemas tras el primer giro argumental, creando una obra "in crescendo" que culmina de un modo genial. Me parece importante destacar la interpretación de los dos actores, los cuales soportan magistralmente el peso de la película, elevando la carga emocional sin cesar. Con este film se demuestra que aún quedan películas capaces de emocionar.
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