El título de mi crítica es un tanto metáforico, desde Agosto no hacía ninguna por temor a ser acusado de plagio, por lo cual he decidido ratificar con mi propio sello mi autoría.
Película algo combustible y que toca un tema ya bastante mareado en el mundo del cine, si la miramos con detenimiento muchas de sus escenas y ganchos resultan algo manidos como si de un plagio se tratase , nada nuevo, no supera el suficiente. Aunque el amor supera el odio.

Aunque estas películas aunque no aportan nada suelen ser entretenidas y divertidas, esta ni siquiera poseé esas cualidades. Es en ocasiones aburrida, y no veo que cumpla su objetivo de entrenerte durante lo que dure. En muchas ocasiones he mirado cuanto faltaba para que acabase, y le he dado un cinco bastante generosamente. La verdad, no es una buena película ni para los que busquen una película fácil de ver para pasar el rato y que no les haga pensar.

Una mezcla de comedia romántica, acción y thriller, que falla en los 3 géneros, y es predecible como ninguna, uno ya sabe en qué va a terminar ni bien comienza la película.
Como comedia es estúpida, rancia, sin gracia, de verdad ni 1 de sus chistes o situaciones, causa una sonrisa. En cuanto a la acción y el thriller, ya se han visto este tipo de productos mucho mejor realizados, es que acá no saben siquiera aprovechar la química que podría haber tenido la pareja, y ser una comedia más cercana al erotismo, tipo la de los 80, que es claramente en las que se basa, no nada, es una trama sin nada, no tiene aunque sea efectividad, que es lo mínimo que se le puede pedir a un producto de estas características.

Aunque la comedia romántica no sea el género preferido de Gerard Butler, sí que me convenció con "La Cruda Realidad" y por eso tenía ganas de ver cómo se desenvolvía con Jennifer Aniston. Sin embargo, mis esperanzas se vieron rotas conforme avanzaba el reloj del DVD.

Cuenta la historia de un cazarrecompensas (Butler) que se encuentra con que tiene que atrapar a su ex-mujer (Aniston). Esta trama se liga con el artículo que tiene entre manos ella sobre mafiosos y conspiraciones. Esta última, como cabría esperar, no se le presta apenas atención y está dejada a su aire, porque lo que interesa, supuestamente, es la relación entre los dos protagonistas.

Las situaciones no son nada del otro mundo, el humor es muy, muy escaso (si no recuerdas una escena concreta en la que te reíste después de ver una comedia, malo), el guión pobre y sin remedio, los protagonistas no destacan por su actuación, más bien por su presencia...

En definitiva, una comedia romántica totalmente prescindible.

El realizador Andy Tennant, un “especialista” en el género, nos ofrece una nueva vuelta de tuerca a la sobada comedia norteamericana. Como suele ser habitual la historia situa a un hombre y una mujer en una posición enfrentada, en este caso el ex policía y reconvertido en cazador de recompensas Milo Boyd (Gerard Butler) recibe el encargo de capturar a la periodista Nicole Hurley (Jennifer Aniston), debido a la ausencia de una intrascendente vista. Lo que tiene de particular el encargo es que ambos fueron pareja en el pasado, y para terminar de redondear la historia, resulta que ella está tras un asunto importante que incluso le puede costar la vida.

Con estos ingredientes, Tennant fabrica el habitual film de guerra de sexos, con encuentros y desencuentros, adobado con una cierta intriga policial todo ello tan previsible como poco original. Lo peor del asunto no es la falta de ideas a la hora de fabricar una film que se inscribe en un género donde a estas alturas ya hemos visto de todo. Lo peor es la absoluta falta de química de la pareja protagonista. Butler y Aniston van camino de conseguir ser la pareja más sosa y con menos gracia de la historia del cine. Y este es el motivo por el que el espectador desconecta al cuarto de hora de metraje.

Tal y como nos tiene acostumbrados el realizador, su film consigue ser tan impersonal como sus restantes aportaciones (cada vez más insulsas y con falta de chispa). Si a esto añadimos el habitual repertorio de muecas y mohines de una Aniston que parece cómoda con su encasillamento en este tipo de películas, limitándose a ofrecer al espectador la ración acostumbrada, y a un Gerald Butler cuya presencia en comedias como la que nos ocupa sigue siendo incomprensible más allá de su buen porte, pero que su falta de química con sus compañeras de reparto es para hacérselo mirar, tenemos como resultado un film que no ofrece ni más ni menos que cualquier otro del estilo.

Ahora que casi todas las películas están empezando a ser tamizadas por el filtro del 3D, esperemos que no se les ocurra hacerlo con este tipo de películas, ya que ni por esas podrían ser mejores. ¿Cuántas películas más del estilo se tienen que hacer para que sus responsables se den cuenta que hace años están haciendo la misma película pero con diferentes caras?