Milagro en Milán
1951 

7.7
4,836
Comedia. Drama. Fantástico
Totó es un bondadoso huérfano que vive, igual que otros muchos desharrapados, en un mísero barrio de chabolas en las afueras de Milán. Cuando en los terrenos donde viven se descubre petróleo, Totó, tan ingenuo como bienintencionado, decide enfrentarse al poderoso señor Mobbi, el dueño del suelo. Aunque contiene elementos fantásticos, constituye con "Ladrón de bicicletas" y "Umberto D." la gran trilogía neorrealista de De Sica. (FILMAFFINITY) [+]
5 de abril de 2006
5 de abril de 2006
7 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Así siento Milagro en Milán. Pasan los años, uno vuelve a verla y es como que vuelve a producirse "el milagro": sólo el genio de Vittorio de Sicca pudo lograrlo.
27 de marzo de 2007
27 de marzo de 2007
7 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando hablamos de esta genial película no podemos olvidarnos del tremendo giro que da la película en la segunda parte de la misma. El comienzo es genial, se respira amor y cariño en la película, amistad y fantasía desbordan la pantalla hasta tal punto de que la emoción te embriaga y pareces vivir un sueño. Totó es grandioso, afable y el gran generador de la felicidad de muchos. En la segunda parte "vuelan" del realismo italiano a un sueño, en el cual podremos entenderlo como un escape hacia la consecución nuevamente de la felicidad, pero de una manera que me ha dejado algo decepcionado, bajando algo el nivel de la cinta. El film es maravilloso, te carga las pilas pero jugar con palomas es algo que nunca me ha hecho demasiada gracia.
26 de febrero de 2011
26 de febrero de 2011
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
-Con esta pelicula no solo he descubierto el cine italiano , sino tambien una de las peliculas más magicas y de más buen corazón que he visto nunca.
-De personajes estrafalarios y maravillosos ( entre ellos el positivo y alegre Totó) , de una historia estupenda y de momentos tan entretenidas como magistrales.
-Sin duda alguna , Vittorio es ya mi director de cine italiano favorito.
-De personajes estrafalarios y maravillosos ( entre ellos el positivo y alegre Totó) , de una historia estupenda y de momentos tan entretenidas como magistrales.
-Sin duda alguna , Vittorio es ya mi director de cine italiano favorito.
4 de septiembre de 2019
4 de septiembre de 2019
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de esas producciones clásicas que refleja el estilo y forma de vida de una sociedad marcada por la pobreza y el hambre, mezclando realidad con fantasía e ilusiones que llegan a ilusionar y conmover.
El creador y maestro de realidades con ilusiones, Vittorio De Sica, vuelve a crear una obra llena de mensaje y momentos duros, compaginados con elementos de fantasía y humor que ayudan a llevar mejor lo que la realidad nos ofrece en una vida cruel.
Milagro en Milan, puede llegar a confundir y cansar en determinados momentos del relato, pero es innegable que tiene magia y encanto para llevar su mensaje más allá del cielo. Muy recomendable.
El creador y maestro de realidades con ilusiones, Vittorio De Sica, vuelve a crear una obra llena de mensaje y momentos duros, compaginados con elementos de fantasía y humor que ayudan a llevar mejor lo que la realidad nos ofrece en una vida cruel.
Milagro en Milan, puede llegar a confundir y cansar en determinados momentos del relato, pero es innegable que tiene magia y encanto para llevar su mensaje más allá del cielo. Muy recomendable.
5 de enero de 2021
5 de enero de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El Neorealismo Italiano no significó mostrar en carne propia la realidad y la nula prosperidad de la realidad del dia a dia en la Italia de la posguerra, que tuvo que sufrir una lenta recuperación económica después de la devastación de la II Guerra Mundial y que cineastas encabezados como Roberto Rossellini mostrarían con toda su dureza, fieles a la realidad del momento. Vittorio de Sica, que también había seguido esas pautas con la imprescindible “Ladrón de bicicletas”, se enfrascó en su siguiente proyecto, “Miracolo à Milano” en elaborar una fábula fantástica sobre la injusticia y la pobreza ambientado en la célebre capital lombarda.
La película narra el nacimiento, entre unas lechugas, de Totò (interpretado por el actor Francesco Golisano que fallecería prematuramente a los veintinueve años de edad, en 1959), su adopción por una tierna anciana (Emma Gramatica) hasta su salida del orfelinato y su aventura en esa gran e invernal ciudad poblada por la niebla (la secuencia del funeral por las silenciosas calles te hace entrar de lleno en la situación) así como el pesimismo de unas gentes ensimismadas a contemplar como pocos privilegiados salen con todo su esplendor cada noche del célebre teatro de ópera de la Scala. Pero la verdadera magia de la historia se desarrolla prácticamente en las barracas, en las afueras, donde los pobres soñadores de una vida más afortunada sobreviven cooperando entre ellos, sonriendo, cantando, bailando, intentando alejarse de esa miseria que consiguen valorar como el oro. Y todo gracias a la alegría que exhuma el joven y desorientado Totò, reflejo de la juventud y la ambición que busca e intenta construir un futuro mejor.
Vittorio de Sica, junto con los escritores Cesare Zavattini i Suso Ceccho d´Amico que hicieron proezas en un guión sumamente entregado a la imaginación y a la metáfora, rodaría poco después “Umberto D.” (1952) más descarnada aunque también alejada de los dogmas establecidos por el movimiento neorrealista.
La película narra el nacimiento, entre unas lechugas, de Totò (interpretado por el actor Francesco Golisano que fallecería prematuramente a los veintinueve años de edad, en 1959), su adopción por una tierna anciana (Emma Gramatica) hasta su salida del orfelinato y su aventura en esa gran e invernal ciudad poblada por la niebla (la secuencia del funeral por las silenciosas calles te hace entrar de lleno en la situación) así como el pesimismo de unas gentes ensimismadas a contemplar como pocos privilegiados salen con todo su esplendor cada noche del célebre teatro de ópera de la Scala. Pero la verdadera magia de la historia se desarrolla prácticamente en las barracas, en las afueras, donde los pobres soñadores de una vida más afortunada sobreviven cooperando entre ellos, sonriendo, cantando, bailando, intentando alejarse de esa miseria que consiguen valorar como el oro. Y todo gracias a la alegría que exhuma el joven y desorientado Totò, reflejo de la juventud y la ambición que busca e intenta construir un futuro mejor.
Vittorio de Sica, junto con los escritores Cesare Zavattini i Suso Ceccho d´Amico que hicieron proezas en un guión sumamente entregado a la imaginación y a la metáfora, rodaría poco después “Umberto D.” (1952) más descarnada aunque también alejada de los dogmas establecidos por el movimiento neorrealista.
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