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Prisioneros

Thriller. Drama Keller Dover se enfrenta a la peor de las pesadillas: Anna, su hija de seis años, ha desaparecido con su amiga Joy y, a medida que pasa el tiempo, el pánico lo va dominando. Desesperado, decide ocuparse personalmente del asunto. Pero, ¿hasta dónde está dispuesto a llegar para averiguar el paradero de su hija?
Críticas 299
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8
13 de octubre de 2013
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Thriller redondo que aborda tristemente una temática muy en auge en nuestro país, la desaparición de menores.
La dirección de la película es espectacular, Denis Villeneuve, no tiene prisa en encajar todas las piezas del puzzle que dentro de una atmósfera fría y lenta, va desarrollando el guión en su punto perfecto.
El reparto brutal, desde los protagonistas a los mas secundarios, medidos al detalle. Muestra es el papel de Jake Gyllenhaal, este actor que hace unos años no daba apenas nada por él pero que me está callando la boca a medida que va madurando en edad y como actor. La precisión de los pequeños detalles y de como los representa es acojonante, esos Tics, esas rarezas, su pausa, su forma de caminar, es algo que merece fijarse bien.

Una película que recuerda mucho a Mystic River, otro de los pocos Thrillers redondos de los últimos años.

Muy recomendable para gente cinéfila que la disfrutará en muchos aspectos y para los que no lo son tanto, aunque se les haga algo larga también les gustará.
8
26 de noviembre de 2013
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Magnífico thriller policíaco-dramático lleno de suspense e intriga impregnada por la lluvia y el cual tiene bastantes similitudes argumentales con el juego de PS3 Heavy Rain. La película cuenta una historia de lo más realista y conmovedora que te mantiene enganchado ... como un padre de familia creyente, se convierte en el propio diablo víctima de su propia desesperación y sufrimiento tras la misteriosa desaparición de su hija. Prisioneros lo tiene todo, una buena dirección, un buen guión, buena música y suspense, buen reparto y unas interpretaciones sobrecogedoras y extraordinarias ... Hugh Jackman hace un papelazo increíble (demostrando que es un gran actor), Jake Gyllenhaal más de los mismo, dota a su personaje de gran carisma y vida propia (los constantes tics de sus ojos sin palabras) ... incluso todos los secundarios, Viola Davis, Maria Bello, Terrence Howard y Paul Dano, hacen un trabajo excelente. Un thriller al más puro estilo y esencia de Se7en o Zodiac muy recomendable ... te sorprenderá.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
- Alex Jones (Paul Dano) en realidad es Barry Milland, el niño que desapareció hace 26 años que fue secuestrado por los falsos tíos los cuales tenían una guerra contra Dios.

- También secuestraron de niño a Bobby Taylor pero se escapó y quedó traumatizado y obsesionado, hasta el punto de simular e imitar los secuestros.

- El laberinto era la pista del medallón del tío secuestrador.

Final abierto e impactante:
- El detective Loki (Jake Gyllenhaal) está al lado del agujero donde Dover (Hugh Jackman) está metido ... de repente al detective Loki le parece escuchar el pitido lejano de un silbato pero no se lo acaba de creer y no le da importancia ... lo vuelve a escuchar una y otra vez, hasta que presta atención con su mirada hacia de donde proviene el sonido ... ¿abrá relacionado el silbato con la desaparición de Dover? ¿salvará a Dover? ... yo creo que si, porque el detective en el hospital pregunta a la mujer de Dover que si su hija encontró el silbato y esta responde que no, que la compro otro.
8
24 de enero de 2014
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
192/13(26/11/13) Fascinante thriller psicológico con trazos perturbadores, asfixiante y sombría propuesta del realizador canadiense Dennis Villeneuve, nos atrapa en sus redes con una ambientación sugestiva que emite un clima cerrado-enfermizo donde lo peor del ser humano sale a relucir.

El escenario es Pennsylvania, Keller Dover (gran Hugh Jackman) es un carpintero de carácter duro, está casado con Grace (buena Maria Bello), tienen dos hijos, el adolescente Ralph (correcto Dylan Minnette) y la niña de 6 años, Anna (correcta Erin Gerasimovich). El día de Acción de Gracias van a comer a casa de una familia amiga del barrio, los Birch, Franklin (buen Terence Howard) y Nancy (buena Viola Davis), que tienen otros dos hijos, el joven Eliza (inane Zoe Soul) y una niña, Joy (correcta Kyla Simmons) de 7 años. Las dos hijas de ambas familias, Anna y Joy, tras la comida salen a dar una vuelta y no vuelven, comienza una ardua búsqueda sin resultados, sospechan de una misteriosa furgoneta que estaba aparcada cerca de la casa, la policía, con el Detective Loki (gran Jake Gillenthal) a la cabeza se pone a buscar, encuentran la furgoneta en un parking, y en ella a Alex Jones (gran Paul Dano), un retrasado mental, tras un exhaustivo interrogatorio y examinar el vehículo no encuentran pruebas y se ven obligados a soltarlo, ante la furia incontenida de Keller que lo cree culpable. Alex vive con su tía, una mujer mayor, Acebo (gran Melisa Leo).

El turbador guión es de Aaron Guzikowski, lideró la Black List de 2009 de Hollywood, lista que componen los mejores guiones del año no llevados por diferentes motivos a la gran pantalla. Es de agradecer que Villeneuve viera las grandes posibilidades que poseía, convirtiéndolo en una excelente oferta, con numerosos sobresaltos, con misterio, intriga, tensión, giros sorpresivos, clímax final espléndido, personajes bien construidos, con aristas, grises, llevándolos la historia al límite y poniendo al espectador ante el dilema moral de que haríamos nosotros en su lugar, un descenso a los infiernos que llevamos todos dentro y que en condiciones extremas reluce y se apodera de nosotros. El inteligente guión juega a dejarnos migas de pan en formato pistas que nosotros debemos ir encajando, aunque algunas son de despiste. La cinta es una radiografía de la América profunda con protagonista tallado a hachazos, un tipo autosuficiente que se cree el protector de su familia, tiene preparado su sótano ante un ataque nuclear, un tipo que cuando le secuestran a la hija decide que la policía no es útil para encontrarla y se toma la justicia por su mano con métodos salvajes que le harán perder su alma por el camino. Es un film que nos deja temas universales como la ira, la frustración por impotencia, la culpa, el machismo patriarcal, el individualismo, la redención, los instintos básicos, la justicia, la compleja condición humana, analiza el dolor del alma, la indefensión ante el horror cotidiano que se esconde entre nosotros, ello con una atmósfera con ecos al David Fincher de ‘Zodiac’ o al Eastwood de ‘Mystic River’. Villeneuve sabe equilibrar el drama, el thriller, la acción, el misterio, la absorbente investigación policial, en pos de un laberinto interminable de pistas que no se sabe si tendrán salida. Sabe desarrollar con pericia un increscendo dramático apasionante, acrecentando por momentos un aire asfixiante enfermizo, donde sobresale la ambigüedad moral.

Villeneuve utiliza el título como una metáfora concéntrica en la que se hayan todos los personajes, todos son prisioneros de alguna u otra manera, las niñas pueden estar prisioneras, Alex es prisionero de Keller, Keller es prisionero de su frustración de incapacidad al no poder proteger a su prole, Grace es prisionera de su depresión, los Abedul son prisioneros de querer mirar para otro lado ante lo que hace Keller, todos nos encontramos presos de nuestros sentimientos.

El motor de la cinta son unos personajes grises, destilan humanidad, complejidad, son defectuosos, es fácil reflejarnos en ellos y su conflicto moral. Hugh Jackman compone al atormentado protagonista con vigor, energía, de modo intenso, a medida que avanza el metraje se rebela con un pasado marcado por el alcoholismo, expone un gran carisma, poderío físico, mirada angustiada, furibundo, atávico, agobiado, individualista, soberbio. Jake Gillenthal es la otra cara de la moneda, obsesivo detective, tipo solitario, transmite un mundo interior cerrado, lacónico, taciturno, trabaja sin compañero, empatizas con él desde su meritoria presentación de espaldas en la cafetería, denotas su integridad, nobleza, pasión, turbador el tic de parpadear cuando está presionado, le impregna de humanidad, entre Hugh y Jake se produce un tremendo tour de forcé del que saltan chispas. Paul Dano encarna con sobriedad al disminuido mental, un temeroso muchacho que no se sabe si es bueno, malo o víctima, una actuación contenida lejos de excesos histriónicos, haciéndolo creíble y emitiendo estremecimiento al espectador en su presidio. El resto del elenco estaría en el debe del director pues está desaprovechado, Maria Bello apenas deja dosis de su saber estar, Terrence Howard en la primera mitad es la voz crítica a los actos de Keller, pero en el segundo tramo desaparece, Viola Davis igual, comienza como la rabiosa madre y se diluye en el metraje. (continua en spoiler por falta de espacio)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La cinta te magnetiza desde su atávico inicio, un bosque arbolado y rebosante de blanca nieve, se oye de fondo recitar un Padre Nuestro, aparece caminando un ciervo, la cámara se aleja en zoom, aparece el cañón de un rifle apuntando al animal, vemos a dos personas de espaldas, el padre y el hijo, el hijo dispara y el ciervo cae, el padre reflejo orgullo en su rostro, cambia la escena a una camioneta con los dos en ella, vemos un crucifijo colgar del retrovisor, el padre da una charla aleccionadora a su retoño, sobre que este preparado para lo peor, y lo peor está por venir, dejándonos con sutilidad dosis de la religiosidad y el simbolismo que marca el film, el tatuaje del crucifijo, las serpientes símbolo del demonio y este carácter misericorde se enfrenta al Averno de la maldad sinsentido.

Otro de sus puntales es la perturbadora puesta en escena, fría, sórdida, sombría, lluviosa, gris, gracias al gran trabajo en el diseño de producción de Patrice Vermette (‘C.R.A.Z.Y.’), que enmarca la historia en un microcosmos gélido, cielo cerrado, oscuro, enaltecido por la lóbrega fotografía de Roger Deakins (‘El Bosque’, ‘Cadena perpetua’ o ‘No Es País Para Viejos’), imbuye de momentos sombríos la narración visual, jugando con las sombras y los claroscuros, mimetizándose con la personalidad fosca de los intérpretes.

La cinta detenta algunos agujeros narrativos que resultan forzados que desvían la atención y tienen que ver con todo lo referente al cura (buen Len Cariou), me chirría este tramo, así como algo que sucede hacia el final que no está bien cerrado (spoiler).

El film posee grandes escenas: El inicio ya comentado, la tensa secuencia en que en un parking atrapan la furgoneta, la persecución nocturna de Loki sobre un sospechoso que asistía a la vigilia por las niñas, la intensa charla que tienen Loki y Keller en el coche tras seguirlo el primero, toda la crudeza del martirio a que es sometido Alex por parte de Keller, la visita que hace Nancy al raptado Alex y su comportamiento pro-violento, y por supuesto todo el tramo final (spoiler), con un epílogo ambiguo y que te deja helado.

Spoiler:

Me es cogido con pinzas que Loki visite a un cura sospechoso de pedofilia, el sacerdote está borracho, y Loki descubre un cadáver putrefacto en el sótano, resulta que este cadáver era un psicópata que fue a confesarle sus pecados al cura a su casa, este en plan vengador del mundo lo asesina, lo deja en su sótano, no se le ocurre enterrarlo, con lo que la peste hará acto de presencia, y para cerrar el círculo llega un poli y lo descubre, a todo esto el cura tampoco era trigo limpio, pues si no a que iba a interrogarlo como sospechoso Loki?

Impresionante el rush final, primero con Keller encerrado herido en el agujero subterráneo, con su asfixiante respiración y encontrando el silbato de su hija al que se aferra pidiendo a Dios que proteja su niña, a continuación Loki llega casa de la Sra. Jones, toca y nadie contesta, entra y haya una foto del Sr. Jones con un colgante del laberinto, las piezas le encajan, tras un tiroteo con Holly, Loki resulta herido en la frente, ella muere, encuentra a la niña drogada y al borde de la muerte, empieza una sobrecogedora carrera nocturna y lluviosa por llevar en el coche a tiempo a Ana a un hospital , son dos minutos que se hacen eternos, vemos que la vista se le nubla a Loki, la sangre le cae por el rostro, el coche le da bandazos, se salta semáforos, stops en peligrosas maniobras, adelantamientos encadenados, y Loki no deja de intentar despertar a Ana, llega al hospital y desesperado grita con la niña en brazos que le ayuden, estremecedor tramo.

En conjunto queda un notable thriller con múltiples capas de lectura, de los que te hacen pensar y eso es de agradecer. Fuerza y honor!!!
8
11 de octubre de 2013 4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Prisioneros” de Denis Villeneuve es una laberíntica trama de personalidades y de limites sobre la fe con la que debuta en Hollywood. Una película que representa las distintas modalidades de creencia en varios de los personajes, desde el creyente activo, al pasivo, pasando por el radicalismo. Algo que nos muestra en los distintos personajes y a través de lo cual nos inunda de sentimientos, moralidad e ira. Mucha ira. Y es que es innegable la carga religiosa que aporta Villeneuve en sus películas, pero desde un punto de vista mucho más aséptico que por ejemplo Cuarón: “Lo interesante en este caso es mostrar que la religión no es ni buena ni mala, sino las cosas que suceden según como tú la uses”, aclaraba Villeneuve en una entrevista reciente.
El director canadiense me tiene robado el corazón, no se lo negaré. Desde que presencié “Incendies”, la cual me impactó, ya nada volvió a ser lo mismo. Pude posteriormente profundizar en su corta filmografía, con grandes films como “Polytechnique” o “Maelström”, y supe que tenía ante mí a uno de los directores más brillantes de los últimos años, junto con los Cianfrance, Nichols, Cuarón y compañía. Directores de cabecera que hay que seguir el rastro sin perder un ápice de su talento. Y es que el cine de Villeneuve tiene una calidad fílmica incontestable, haciéndose expresarse a cada secuencia con una precisión de cirujano, mostrando siempre un cuidadoso movimiento de cámara, un excelente tratamiento de exteriores y, por supuesto, la traslación de unos guiones milimétricos en los que habitualmente colabora y supervisa (en esta ocasión a cargo de Aaron Guzikowski), los cuales navegan entre el drama y el thriller, y que te secuestran para no devolverte jamás a tu ignorancia inicial.
“Prisioneros” probablemente sea la culminación del desarrollo personal de un Villeneuve que edifica su comprensión personal de la vida a partir del sentimiento familiar y de unas relevantes creencias cristianas. Aquí se adentra en la complicada decisión, y que todos alguna vez nos hemos preguntado, sobre los límites que alcanzaríamos si un hijo/a fuera víctima de cualquier evento negativo a mano de un desalmado. Lo cierto es que se te encoje el alma solo de pensarlo. Fundamentalmente sobre éste asunto trata “Prisioneros”, con un reparto estelar al que todos y cada uno de ellos dan enjundia, desde el primero al último, desde Hugh Jackman y Jake Gyllenhaal, hasta Paul Dano, pasando por Viola David, María Bello, Terrence Howard y Melissa Leo.
Aunque no sería de justicia que no hiciéramos especial hincapié en la labor de los dos actores principales, es decir, un hercúleo Hugh Jackman que va camino a la nominación por segundo año consecutivo por su interpretación de un padre capaz de cualquier cosa por encontrar a su hija desaparecida; y un también fabuloso Jake Gyllenhaal, en probablemente su mejor interpretación, la de un policía solitario, nervioso, pero muy concienzudo.
La historia comienza cuando dos familias de amigos se reúnen a cenar en el día de acción de gracias, los Dover (Jackman-Bello) y los Birch (Howard-Davis). Todo se precipita cuando las dos hijas menores de los matrimonios salen fuera de casa a buscar un silbato. Tras la tardanza en el retorno comienza a buscarlas, pero ellas no aparecen. Ahí comienza el calvario de las dos familias en su búsqueda con la ayuda del policía encargado del caso, el prometedor detective Loki (Gyllenhaal). Todo dará un giro tras la captura del principal sospechoso del secuestro, el joven borderline Alex Jones (Paul Dano) quien vive con su familiar más cercano (Melissa Leo).
La película, que recuerda soberanamente a “Zodiac” de Fincher, está fundamentada por una atmosfera perfectamente captada y por la potencia interpretativa de todo el casting. En toda ella se palpa un aura religioso a través del cual logra empapar de solemnidad cada plano, cada toma, siendo muchos de ellos con una gran tensión, haciendo que disfrutemos de un viaje de 145 minutos, que no peca de plomizo en ningún momento y que transcurre entre el suspense de alto nivel y el drama familiar a partes iguales (algo que ya explotó y con éxito Villeneuve en “Incendies”). Una confrontación entre la moralidad y la ética religiosa con las más básicas de las reacciones humanas de la defensa de la familia. Un chute de carga emocional que nos hará llenar las baterías sin lugar a dudas.
La película se completa con una fotografía impactante, oscura y lúgubre a cargo del gran Roger Deakins, una narración plausible, un ritmo pausado pero tenso, y sobre todo la riqueza de unos personajes con multitud de aristas, lo cual nos hace degustar de una película que se posiciona perfectamente para los próximos premios Oscar. Una obra que se disfruta y se sufre de la mano de un excelente Denis Villeneuve en la dirección y con unas interpretaciones memorables. No pueden perdérsela.

Valoración: 8,5

habladecine.com
7
25 de febrero de 2014 4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pongo por delante que me pareció buena película, sobre todo la primera hora, y en general, se deja ver de forma bastante placentera. No obstante, posee ciertas faltas que algún otro usuario ya ha desgranado y que resumo a mi corto entender:

- La pelicula es liosa, no es fácil entender lo que pasa, sobre todo a partir de la segunda mitad, en que se atropella bastante y aparecen ciertos personajes, como el cura y el "tarao" de las serpientes que no se sabe muy bien donde, cuando y porqué aparecen.

- El policia avanza a golpe de suerte, o por omnipotencia del director, así descubre el secreto del cura, el "escondite de alex" o al propio asesino. Sin contar la salvación del protagonista.

- La actitud de Alex no se logra concebir. No estamos hablando de la actitud más o menos violenta de un policia al que no le va nada en el asunto. Estamos hablando de la furia desatada de un padre..., no es posible aguantar tanto, y menos si no hay motivo realmente para no hablar.

- La actitud de la otra pareja implicada, así como de la madre de la niña no está a la altura. Por un lado demasiado tranquila en los afroamericanos, por otro, se cae muy rápido en la locura (la madre). Aunque ambas justifican moralmente la actuación.

En fin, se podría poner algún otro detalle, pero en general están en estos tres. Por otro lado, la película también tiene cosas reseñables: Una gran actuación de la pareja protagonista y antagonista, sobre todo Jackman, una fotografía muy buena del maestro Deacon, y un tema suficientemente escabroso para atraer a mucha ciudadanía, en resumen: Recomendable pero sin mucha euforia.
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