Viaje a Darjeeling
2007 

6.4
21,692
Comedia. Drama
Francis, Peter y Jack son tres hermanos que se han ido distanciando con el paso del tiempo y ya ni siquiera se hablan. La muerte de su padre los reúne de nuevo y de ese reencuentro surge la necesidad de volver a estrechar los lazos familiares. Francis, el mayor, propone un viaje en tren por la India a bordo del Darjeeling Limited, la línea ferroviaría que recorre el país de un extremo al otro. Ya en el tren, comienzan las disputas ... [+]
7 de enero de 2008
7 de enero de 2008
8 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Wes Anderson vuelve a regalarnos una película única con sello de la casa.
De nuevo los fans de este controvertido cineasta podemos deleitarnos con una historia fresca y original para algunos entre los que me incluyo y una gansada para otros muchos.
Una de esas películas en las que poco o nada es previsible, en los que la historia cobra un destino incierto,de ritmo desacompasado y quebradizo, lleno de humor y situaciones absurdas pero que mágicamente tras haber visionado todo el film nos retratan, aunque sea vagamente a veces, sentimientos tiernos y emociones profundas.
Esta es quizas es quizás la magia del cine de Wes, contar algo muy cercano de manera única y bohemia, con diálogos que resultan chocantes y graciosos, muchas veces no por el contenido em si sino por lo inesperado de algunas reacciones, todo aderezado con toques sutiles de slapstick.
Toda la película envuelta en una sugerente banda sonora muy personal, y esta vez como cabía esperar con muchos temas que nos remiten a la India.
Y es que la personalidad de Wes como es habitual impregna el film, en todo, en sus colores, en sus personajes, sabiendo sacar mágicas e inesperadas interpretaciones, por lo poco habitual del registro, de actores de lo más diversos, como en este caso lo es Adrien Brody que lo hace fenomenal. Amén de la troupe habitual de Wes (Jason, Owen, Angelica, Murray y compañia), aderezado con un bonito desnudo de Natalie Portman y las hermosas facciones indias de Amara Karan.
Por último decir que de todos los films que he visto de Wes Anderson, este es quizás de los más accesibles , debido a que el simbolismo en esta película está más patente y quizás es de más fácil interpretación, aunque es una opinión personal, que desarrollaré más en el spoiler, para no desvelar aspectos de la película a los que todavía no la hayan podido ver.
De nuevo los fans de este controvertido cineasta podemos deleitarnos con una historia fresca y original para algunos entre los que me incluyo y una gansada para otros muchos.
Una de esas películas en las que poco o nada es previsible, en los que la historia cobra un destino incierto,de ritmo desacompasado y quebradizo, lleno de humor y situaciones absurdas pero que mágicamente tras haber visionado todo el film nos retratan, aunque sea vagamente a veces, sentimientos tiernos y emociones profundas.
Esta es quizas es quizás la magia del cine de Wes, contar algo muy cercano de manera única y bohemia, con diálogos que resultan chocantes y graciosos, muchas veces no por el contenido em si sino por lo inesperado de algunas reacciones, todo aderezado con toques sutiles de slapstick.
Toda la película envuelta en una sugerente banda sonora muy personal, y esta vez como cabía esperar con muchos temas que nos remiten a la India.
Y es que la personalidad de Wes como es habitual impregna el film, en todo, en sus colores, en sus personajes, sabiendo sacar mágicas e inesperadas interpretaciones, por lo poco habitual del registro, de actores de lo más diversos, como en este caso lo es Adrien Brody que lo hace fenomenal. Amén de la troupe habitual de Wes (Jason, Owen, Angelica, Murray y compañia), aderezado con un bonito desnudo de Natalie Portman y las hermosas facciones indias de Amara Karan.
Por último decir que de todos los films que he visto de Wes Anderson, este es quizás de los más accesibles , debido a que el simbolismo en esta película está más patente y quizás es de más fácil interpretación, aunque es una opinión personal, que desarrollaré más en el spoiler, para no desvelar aspectos de la película a los que todavía no la hayan podido ver.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Sin duda alguna la película tiene dos partes bien diferenciadas.
La primera parte es la que los tres hermanos con sus heridas emocionales todavía recientes y dolientes, se presentan distanciados y desconfiados entre si, dando tipo a todo tipo de situaciones absurdas en un disparatado intento de encontrar una paz espiritual entre ambos a base de todo tipo de místicismo absurdo, jarabes para la tos narcotizantes, etc.. Donde Wilson se descubre como un hermano dominante y quisquilloso, Jason como el hermano huidizo que marca las distancias y Brody como el hermano que más manifiesta su dolor por la muerte de su padre utilizando los objetos personales del difunto levantando todo tipo de envidias y suspicacias.
Nada parece que vaya a conciliar a los tres hasta que de repente llega el punto de inflexión de la película donde el tono simpático se esfuma y se presenta una tragedia inesperada, en la que muere el niño indio ahogado. Es después del funeral del mismo cuando las cosas empiezan a cambiar entre los 3 hermanos y culmina con la visita a la madre que los abandona, en la que se dan cuenta que por muy diferentes que sean, sólo se tienen entre ellos mismos y deben apoyarse.
Es al final cuando Wilson se destapa la cara, cuando Wes hace una metáfora de la situación peronal entre ambos aludiendo a heridas que cicatrizan lentamente.
Y más tarde cuando el omnipresente juego de maletas que arrastran toda la película se queda en tierra al coger un nuevo tren, simbolizando la superación de la muerte de su padre.
Y por último, un breve inciso para comentar la bonita metáfora que nos plantea Wes, que nos retrata la vida como un tren, donde cada uno habita un compartimento, con sus preocupaciones y anhelos, y que nos conduce hacia un destino común y quizás incierto, pero juntos viajamos.
La primera parte es la que los tres hermanos con sus heridas emocionales todavía recientes y dolientes, se presentan distanciados y desconfiados entre si, dando tipo a todo tipo de situaciones absurdas en un disparatado intento de encontrar una paz espiritual entre ambos a base de todo tipo de místicismo absurdo, jarabes para la tos narcotizantes, etc.. Donde Wilson se descubre como un hermano dominante y quisquilloso, Jason como el hermano huidizo que marca las distancias y Brody como el hermano que más manifiesta su dolor por la muerte de su padre utilizando los objetos personales del difunto levantando todo tipo de envidias y suspicacias.
Nada parece que vaya a conciliar a los tres hasta que de repente llega el punto de inflexión de la película donde el tono simpático se esfuma y se presenta una tragedia inesperada, en la que muere el niño indio ahogado. Es después del funeral del mismo cuando las cosas empiezan a cambiar entre los 3 hermanos y culmina con la visita a la madre que los abandona, en la que se dan cuenta que por muy diferentes que sean, sólo se tienen entre ellos mismos y deben apoyarse.
Es al final cuando Wilson se destapa la cara, cuando Wes hace una metáfora de la situación peronal entre ambos aludiendo a heridas que cicatrizan lentamente.
Y más tarde cuando el omnipresente juego de maletas que arrastran toda la película se queda en tierra al coger un nuevo tren, simbolizando la superación de la muerte de su padre.
Y por último, un breve inciso para comentar la bonita metáfora que nos plantea Wes, que nos retrata la vida como un tren, donde cada uno habita un compartimento, con sus preocupaciones y anhelos, y que nos conduce hacia un destino común y quizás incierto, pero juntos viajamos.
7 de junio de 2009
7 de junio de 2009
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
La espectación que levantó en el Festival de Cine de Gijón de hace dos años no hace justicia a su contenido, bastante insulso, hora y media larga donde no ocurre casi nada, se narra el viaje de reconciliación de tres hermanos en búsqueda de su madre, pero cayendo en los tópicos y abusando de la cámara lenta de forma vergonzosa, por otro lado la interpretación de los tres protagonistas es muy plana, personajes sin relieve ni carisma de ningún tipo, además de un cameo de Bill Murray que no encaja en la narración ni a golpes de martillo. Desde mi punto de vista solo se salva la dirección artística con unos decorados del tren muy sesentas que le dan un toque de color a este tostón.
9 de agosto de 2008
9 de agosto de 2008
8 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es ver por ver la película. No dice nada, ni transmite nada, ni tiene hilo conductor, ni tiene gracia ni nada que se le parezca. Un auténtico petardo de película, una pérdida de tiempo.
8 de enero de 2008
8 de enero de 2008
7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Wes Anderson no consigue llegar a nuestro corazón con un intento en falso de colarse por nuestras aduanas sentimentales -sin pasaporte, por supuesto-. El guión es el auténtico protagonista de la película -y no por su brillantez- sino por su burlón afán de llamar la atención, de mostrarse constantemente, de atrevidamente ir barajando con dudosa técnica las cartas de tal forma que al repartirlas proporcionen una buena mano. Sin embargo, no es tan buena la jugada que, al fin y al cabo, proporciona una historia que hubiera podido dar muchísimo juego pero que se refleja -la buena historia- en una cinta mediocre, sin alma. Eso es lo peor, desde luego, que no transmite nada, que no comunica, que no fuerza una reflexión en el espectador, que pasa por nuestras retinas pero no por nuestros corazones. ¿Por qué no? Porque durante casi toda la primera mitad de la película no existe objetivo alguno. Eso la convierte en una mera sucesión de pasajes descriptivos de la peculiar e infantil relación entre los tres hermanos protagonistas que termina por condicionar la segunda parte para que plantee de forma terriblemente esquemática y apurada el objetivo -espiritual, metafísico, de búsqueda interior- que es realmente lo que, bien expuesto- hubiera hecho de este filme una gran obra.
Era difícil, desde luego, conseguir estructurar la buena idea de "un viaje para conocerse a uno mismo" compaginandola con la siempre original y genial concepción del humor de Anderson. Por eso, hay que reconocerle a Wes un mérito al menos, conseguir momentos excelentes y, en definitiva, salvar la película con su buen hacer (que demostrara con su genial 'Life Aquatic'). Los actores son lo más destacable. Una pena el resultado final. Aún así se deja ver.
Era difícil, desde luego, conseguir estructurar la buena idea de "un viaje para conocerse a uno mismo" compaginandola con la siempre original y genial concepción del humor de Anderson. Por eso, hay que reconocerle a Wes un mérito al menos, conseguir momentos excelentes y, en definitiva, salvar la película con su buen hacer (que demostrara con su genial 'Life Aquatic'). Los actores son lo más destacable. Una pena el resultado final. Aún así se deja ver.
24 de mayo de 2008
24 de mayo de 2008
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
La peculiar relación fraternal, engancha hasta límites desconocidos. Aunque los personajes estuvieran sentados en tres sillas durante toda la película, el largometraje valdría la pena. La película es diferente, es sorprende, para mi imprescindible. El magnífico reparto solo está a la altura de la estupidez y la magia que esconden las acciones de sus personajes.
Cada uno de los hermanos tiene sus secretos, sus vidas son totalmente diferentes. Nadie confía en nadie, aunque les une la búsqueda de un viaje espiritual. Totalmente magnífico.
Tampoco me puedo olvidar de los paisajes, la fotografía, la banda sonora, hasta me parece que percibo los aromas de India. Tengo ganas de perder el próximo tren que quiera coger, para poder subir al tren al más puro estilo de los hermanos Withman. Wes Anderson consigue divertirnos e introducirnos en su historia.
Me gustaría decir que quiero más cine como este, aunque no se si entonces perdería su gracia.
Cada uno de los hermanos tiene sus secretos, sus vidas son totalmente diferentes. Nadie confía en nadie, aunque les une la búsqueda de un viaje espiritual. Totalmente magnífico.
Tampoco me puedo olvidar de los paisajes, la fotografía, la banda sonora, hasta me parece que percibo los aromas de India. Tengo ganas de perder el próximo tren que quiera coger, para poder subir al tren al más puro estilo de los hermanos Withman. Wes Anderson consigue divertirnos e introducirnos en su historia.
Me gustaría decir que quiero más cine como este, aunque no se si entonces perdería su gracia.
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