Marcha de valientes
7.6
5,189
Bélico. Western. Aventuras
Un severo coronel de La Unión (Wayne) está al frente de un regimiento que debe infiltrarse en pleno territorio confederado para cumplir una difícil misión. En esta aventura lo acompaña un médico de buenos sentimientos (Holden). Para evitar que revele sus planes al enemigo, se ven obligados a llevarse como rehén a una joven rebelde sureña (Constance Towers) que conoce la misión. (FILMAFFINITY)
15 de julio de 2015
15 de julio de 2015
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una pelicula excelente, un western maestro, excelente en sus aspectos fotográficos, puesta en escena, montaje, y todo marcado con dosis de humor y drama muy bien compensados.Las interpretaciones, buenas.
Una de las peliculas mejores de Ford. Un 10.
Una de las peliculas mejores de Ford. Un 10.
20 de septiembre de 2010
20 de septiembre de 2010
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gran western de John Ford, o ¿quizás sería mejor emplazarla en el genero bélico? Porque esta película es un claro alegato antibelicista. Los ejemplos a lo largo de la película son muchos. El ‘sacrificio’ de unos niños obligados a participar en una batalla, la borrachera de Wayne tras la batalla en el pueblo o la relación de Holden con su ‘amigo’ sureño son claros ejemplos del sinsentido de la guerra.
No he visto toda la filmografía de John Ford, pero aquellos que le critiquen por su trato a los indios, a la raza negra, su glorificación de la guerra o el apoyarse en un actor para algunos mediocre como John Wayne es que no se han fijado bien. “El Gran Combate”, película que reivindica a los indios, “El Sargento Negro”, película en contra del racismo, “Misión de Audaces”, película antibelicista o “El Hombre Tranquilo, con una actuación memorable de su actor fetiche contradicen dichas afirmaciones. En este sentido Ford me recuerda a Eastwood, que pese a su declarado republicanismo, es capaz de hablar de la eutanasia (Million Dollar Baby), el racismo (“Gran Torino”), la pena de muerte (“Ejecución Inminente”), la decadencia sureña (“Medianoche en el Jardín del Bien y del Mal”) o de ponerse en la piel del enemigo (“Cartas desde Iwo Jima”) desde una perspectiva heterodoxa frente a su ideología.
Volviendo a Ford, mi relación con su cine está llena de altibajos. Me encantaron obras como “El Sargento Negro”, “Río Grande”, “El Gran Combate”, “Centauros del Desierto” o la protagonista de esta crítica “Misión de Audaces”. Mención aparte merece la maravillosa “El Hombre Tranquilo”. Mientras que otras me dejaron frío pese a su indiscutible calidad, entre ellas, “La Legión Invencible”, “Cuna de Héroes” o “Dos Cabalgan Juntos”. Otras como “Mogambo” o “Escrito bajo el Sol” se ven con agrado, pero poco más. Supongo que una segunda revisión cambiaría mi percepción sobre muchas de ellas.
Dos últimos apuntes sobre “Misión de Audaces”. La batalla en el pueblo es de una modernidad sorprendente para un director clásico como Ford, merece toda nuestra atención. Sólo se le puede achacar algo a esta película y es el poco creíble ‘buenrollismo’ que se observa entre unionistas y confederados cuando sus caminos se cruzan, aunque quizás fuera así, al fin y al cabo era una guerra entre hermanos.
No he visto toda la filmografía de John Ford, pero aquellos que le critiquen por su trato a los indios, a la raza negra, su glorificación de la guerra o el apoyarse en un actor para algunos mediocre como John Wayne es que no se han fijado bien. “El Gran Combate”, película que reivindica a los indios, “El Sargento Negro”, película en contra del racismo, “Misión de Audaces”, película antibelicista o “El Hombre Tranquilo, con una actuación memorable de su actor fetiche contradicen dichas afirmaciones. En este sentido Ford me recuerda a Eastwood, que pese a su declarado republicanismo, es capaz de hablar de la eutanasia (Million Dollar Baby), el racismo (“Gran Torino”), la pena de muerte (“Ejecución Inminente”), la decadencia sureña (“Medianoche en el Jardín del Bien y del Mal”) o de ponerse en la piel del enemigo (“Cartas desde Iwo Jima”) desde una perspectiva heterodoxa frente a su ideología.
Volviendo a Ford, mi relación con su cine está llena de altibajos. Me encantaron obras como “El Sargento Negro”, “Río Grande”, “El Gran Combate”, “Centauros del Desierto” o la protagonista de esta crítica “Misión de Audaces”. Mención aparte merece la maravillosa “El Hombre Tranquilo”. Mientras que otras me dejaron frío pese a su indiscutible calidad, entre ellas, “La Legión Invencible”, “Cuna de Héroes” o “Dos Cabalgan Juntos”. Otras como “Mogambo” o “Escrito bajo el Sol” se ven con agrado, pero poco más. Supongo que una segunda revisión cambiaría mi percepción sobre muchas de ellas.
Dos últimos apuntes sobre “Misión de Audaces”. La batalla en el pueblo es de una modernidad sorprendente para un director clásico como Ford, merece toda nuestra atención. Sólo se le puede achacar algo a esta película y es el poco creíble ‘buenrollismo’ que se observa entre unionistas y confederados cuando sus caminos se cruzan, aunque quizás fuera así, al fin y al cabo era una guerra entre hermanos.
3 de marzo de 2014
3 de marzo de 2014
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si bien la película ha sido menospreciada por algunos críticos quiero pensar que más por afanes de demeritar a Ford, merece sin embargo tomarle en cuenta que con los diversos personajes se muestra una amplia gama de valores humanos que deben identificarse y clasificarse: religiosos, morales, sociales, estéticos, científicos y materiales, que se desarrollan sucesivamente a lo largo de la trama. Yo la uso específicamente en la clase de administración médica. Saludos desde México.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La pugna de poder existente entre el médico imbuido de conocimiento y humanismo, sujeto a dos juramentos (Hipócrates y Ejército) contra su superior, un coronel obsesionado en cumplir su misión encomendada en aras de las pérdidas que debe enfrentar y la disciplina que se obliga a imponer. A ello se suma la lealtad de conciencia del enemigo ratificada una y otra vez tanto en el plano militar como en el civil. Profundamente humana vale la pena verla y analizar todas las situaciones que se presentan.
15 de noviembre de 2014
15 de noviembre de 2014
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es nada nuevo decir que John Ford sentía bastante simpatía y admiración hacia la caballería, de hecho bastante de su filmografía más conocida la tiene como eje central de su argumento. Y en especial este largometraje, que aunque aquí en este país se tradujo muy alegremente su título como “Misión de audaces”, su título original es “La caballería” o “Los soldados a caballo”.
También sentía cierta simpatía en lo que respecta al tema marcial, la jerarquía y disciplina militar y es por eso que en este largometraje nos volvemos a encontrar con oficiales educados y cultos, con ese trato amigable entre ellos. Con esos suboficiales grandullones y amantes del bebercio. Con una pequeña prueba de fuerza y resistencia entre los dos protagonistas. Con un mayor que a pesar de su dureza y su mal carácter las enamora a todas.
Igual solo me parece a mi, pero esta puede que sea la pelicula mas antibelicista de la carrera de John Ford. Pues el ejército de la unión, a las órdenes de John Wayne se pasa casi todo el metraje intentando evitar el enfrentamiento, aunque la mayoría de veces no lo consiga. Y luego está la escena de los cadetes, esos niños que por circunstancias se lanzan al combate, y como castigo se llevan un azote en el culo.
En el aspecto técnico, nos encontramos con planos firma de la casa, la silueta de la caballería recortando en el horizonte, esos planos a través de las puertas, la escena de la carga desde el punto de vista del cañón del bando contrario, ese desfile de soldados a caballo que no sabes donde tiene el comienzo ni tiene el fin.
Y lo más importante de todo, dos horas de cine entretenido y que se te pasarán volando, un largometraje para descubrir si no lo conoces, o para revisionar si ya lo habías visto anteriormente. Así que, corneta toca lo que sepas.
También sentía cierta simpatía en lo que respecta al tema marcial, la jerarquía y disciplina militar y es por eso que en este largometraje nos volvemos a encontrar con oficiales educados y cultos, con ese trato amigable entre ellos. Con esos suboficiales grandullones y amantes del bebercio. Con una pequeña prueba de fuerza y resistencia entre los dos protagonistas. Con un mayor que a pesar de su dureza y su mal carácter las enamora a todas.
Igual solo me parece a mi, pero esta puede que sea la pelicula mas antibelicista de la carrera de John Ford. Pues el ejército de la unión, a las órdenes de John Wayne se pasa casi todo el metraje intentando evitar el enfrentamiento, aunque la mayoría de veces no lo consiga. Y luego está la escena de los cadetes, esos niños que por circunstancias se lanzan al combate, y como castigo se llevan un azote en el culo.
En el aspecto técnico, nos encontramos con planos firma de la casa, la silueta de la caballería recortando en el horizonte, esos planos a través de las puertas, la escena de la carga desde el punto de vista del cañón del bando contrario, ese desfile de soldados a caballo que no sabes donde tiene el comienzo ni tiene el fin.
Y lo más importante de todo, dos horas de cine entretenido y que se te pasarán volando, un largometraje para descubrir si no lo conoces, o para revisionar si ya lo habías visto anteriormente. Así que, corneta toca lo que sepas.
13 de septiembre de 2018
13 de septiembre de 2018
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un destacamento de soldados de la Unión se adentra en terreno enemigo con el fin de sabotear sus líneas de suministros. La misión es altamente arriesgada pero sus responsables conscientes de su importancia están mentalizados para llevarla a cabo con éxito.
Otro estupendo western de John Ford ambientado en plena Guerra Civil Americana y protagonizado por dos pesos pesados como son Wayne y Holden. En medio una bella mujer sureña que desprecia a sus captores a los que no les queda más remedio que llevársela a la fuerza cuando ella descubre sus temerarios planes.
A lo largo de la historia Ford hace hincapié en el dramatismo de una guerra civil con las terribles consecuencias que origina, de como la guerra lo destruye todo incluidos los sentimientos más nobles aunque al final también hay hueco para la esperanza.
Otro estupendo western de John Ford ambientado en plena Guerra Civil Americana y protagonizado por dos pesos pesados como son Wayne y Holden. En medio una bella mujer sureña que desprecia a sus captores a los que no les queda más remedio que llevársela a la fuerza cuando ella descubre sus temerarios planes.
A lo largo de la historia Ford hace hincapié en el dramatismo de una guerra civil con las terribles consecuencias que origina, de como la guerra lo destruye todo incluidos los sentimientos más nobles aunque al final también hay hueco para la esperanza.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La escena en la que los soldados de la Unión se prodigan en atenciones con la bella dama sureña que hace que ésta se enternezca ante su generosidad. O aquella en la que los cadetes sudistas se lanzan al ataque y los hombres de Wayne prefieren retirarse antes que matar a decenas de niños. La amistad truncada entre el médico cirujano de la brigada y el coronel confederado, y así unos cuantos ejemplos más sobre el sinsentido de la guerra, sobre todo de la peor de todas, la civil que enfrenta a paisanos de un mismo país.
Al final Wayne se enamora de la chica. Su rudeza y la presión a la que está expuesto y la competencia de su cirujano no le impiden enamorarse de su prisionera, pero las circunstancias le obligan a salir pitando perseguido por el enemigo.
Al final Wayne se enamora de la chica. Su rudeza y la presión a la que está expuesto y la competencia de su cirujano no le impiden enamorarse de su prisionera, pero las circunstancias le obligan a salir pitando perseguido por el enemigo.
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