Abajo el amor
2003 

5.1
19,175
Romance. Comedia
Barbara Novak (Zellweger) es una joven escritora feminista cuyo primer libro, titulado "Abajo el amor", se ha convertido en la guía que siguen las mujeres de todo el mundo. El libro parte de un principio: las mujeres pueden disfrutar del sexo sin que el amor sea un obstáculo. Convencido de que Novak es un fraude y de que, en el fondo desea lo que cualquier mujer (amor y matrimonio), el reportero estrella de una revista de caballeros ... [+]
23 de mayo de 2021
23 de mayo de 2021
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Pocas cosas hay más complicadas que la labor del "copista" o si se quiere, falsificador, cuando se pretende llevar a cabo la tarea con precisión microscópica. En materia de cine, puede devenir el intento en fiasco absoluto, porque no basta con insertar viejos "logos" para hacer un supuesto homenaje, ni exponer las situaciones de forma milimétricamente "igual" que podría haberlo hecho un Michael Gordon o un Delbert Mann en sus mejores tiempos. Todo en esta vida, hasta las películas de Ozores, tiene su propio sello de autenticidad, y a veces éste es insalvable.
A pesar de ello, Peyton Reed lo intenta con todo el alma, cargando las tintas de la imitación de manera tan desmedida que sin pretenderlo roza la parodia, permitiéndose incluso adornar los escarceos amorosos con la música "mainstrean" del cine sitcom romántico de los 60, con claras referencias a Frank de Vol y otros, que no hace sino incidir en lo exagerado de la propuesta, de hecho, la pretensión de Reed es tan desmedida que incluso se permite poner a David Hyde Pierce, como una especie de "sosías" de Tony Randall y no contento con eso al mismísimo Randall en un inncesario "cameo". El conjunto se sirve apostando por una pareja protagonista que, francamente no consigue estar a la altura y se derrumba por momentos.
McGregor, está mejor en sus roles (bien tapadito) de caballero Jedi al uso, desdiciendo de su aptitud cuando se quita la camisa, y descubre un cuerpo demasiado endeble (perdón por la frivolidad), aúnque no deja de exhibir un rostro de ciertos tintes "Jamesbondianos, que ayuda ligeramente a la credibilidad, pero limitándose a ser un pálido espectro de Rock Hudson. Y la Zellweger...Bueno ..La Zellweger está en su rol: Muñequita "pin up" de irreprochable lubricidad, apta para presidir los sueños húmedos de miles de críticos que asegurarán, poniendo a Dios por testigo, que esto no les pone, y prefieren a las mujeres con un físico de más carácter: Chorradas.
El intento puede ser elogiable, pero naufraga cuando comienzan a notarse de forma demasiado evidente las pinceladas impostoras del "falsificador" en un guión demasiado ñoño y previsible para el espíritu de esta época.
Al final, se demuestra que que lo auténtico (sea bueno o malo) es inimitable, y que hay "esqueletos" que es mejor dejar en el armario, antes que resucitarlos. Fallida y distraída a ratos.
A pesar de ello, Peyton Reed lo intenta con todo el alma, cargando las tintas de la imitación de manera tan desmedida que sin pretenderlo roza la parodia, permitiéndose incluso adornar los escarceos amorosos con la música "mainstrean" del cine sitcom romántico de los 60, con claras referencias a Frank de Vol y otros, que no hace sino incidir en lo exagerado de la propuesta, de hecho, la pretensión de Reed es tan desmedida que incluso se permite poner a David Hyde Pierce, como una especie de "sosías" de Tony Randall y no contento con eso al mismísimo Randall en un inncesario "cameo". El conjunto se sirve apostando por una pareja protagonista que, francamente no consigue estar a la altura y se derrumba por momentos.
McGregor, está mejor en sus roles (bien tapadito) de caballero Jedi al uso, desdiciendo de su aptitud cuando se quita la camisa, y descubre un cuerpo demasiado endeble (perdón por la frivolidad), aúnque no deja de exhibir un rostro de ciertos tintes "Jamesbondianos, que ayuda ligeramente a la credibilidad, pero limitándose a ser un pálido espectro de Rock Hudson. Y la Zellweger...Bueno ..La Zellweger está en su rol: Muñequita "pin up" de irreprochable lubricidad, apta para presidir los sueños húmedos de miles de críticos que asegurarán, poniendo a Dios por testigo, que esto no les pone, y prefieren a las mujeres con un físico de más carácter: Chorradas.
El intento puede ser elogiable, pero naufraga cuando comienzan a notarse de forma demasiado evidente las pinceladas impostoras del "falsificador" en un guión demasiado ñoño y previsible para el espíritu de esta época.
Al final, se demuestra que que lo auténtico (sea bueno o malo) es inimitable, y que hay "esqueletos" que es mejor dejar en el armario, antes que resucitarlos. Fallida y distraída a ratos.
16 de julio de 2005
16 de julio de 2005
4 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Reconozco que la primera vez que la vi (por que la he visto muchas veces, ya que me encanta Ewan) no le encontré ni pies y ni cabeza.... ¿demasiado antigua para estos tiempos?, el inicio me aburrió y la vi igual ya que era una tarde de domingo en los que no se hace nada, pero ya al ver a Catcher Block (McGregor) en acción me dije "debo seguir viendola". Es muy graciosa en algunos momentos (aunque reconozco que me rio más con las de Jim Carrey), pero hay que admitirlo y con el dolor de mi corazón (ya que me encanta el trabajo de Ewan Mcgregor) QUE ES DE ESAS PELÍCULAS QUE LLAMA MÁS LA ATENCIÓN POR SUS PROTAGONISTAS que por su trama. La recomiendo para pasar un rato agradable si es que no eres fans de Renée o Ewan.
24 de octubre de 2005
24 de octubre de 2005
3 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Voy a empezar diciendo que me encanta Ewan McGregor y que por lo tanto no voy a ser nada objetiva haciendo la crítica. Una vez dicho esto, empiezo. La peli está bien, pero supongo que si estuviese protagoniza por pongamos… Jacinto Pérez, no la habría visto más de dos veces, pero no es así, está protagonizada por Ewan McGregor y él hace que la película se convierta automáticamente en buena (supongo que también ayuda Renée Zellweger, aunque a mí no me mata). Es que este chico sirve para todo, que si un maestro jedi, que si un yonqui, que si un escritor enamorado… y ahora hace de una especie de gigoló de las pelis ñoñas de los 60. La verdad es que de la película no he dicho mucho, pero es que tampoco tengo nada que decir, sólo que es entretenida, pero que si no saliese Ewan… Nada de nada. Es que sirve para todo este chico.
9 de julio de 2013
9 de julio de 2013
3 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vaya parodia más graciosa de las comedias románticas de alrededor de 1960, especialmente de aquellas protagonizadas por Rock Hudson y Doris Day. Lo bueno es que lo hacen a conciencia, incluyendo todos los tópicos del género, con mucho de sentido del humor y ninguno de vergüenza, desparpajo, picardía, incluso crítica, hasta el punto de reírse de sí mismos. Estupendos Renée Zellweger y Ewan McGregor, como la escritora feminista, Bárbara Novak y el Don Juan periodista, Catcher Block. Qué risa cuando están como desfilando en plan supersexy o "soy divina/divino de la muerte". Divertidísimos también David Hyde Pierce y Sarah Paulson como Peter MacMannus y Vikki Hiller, sus mejores amigos. Qué juegos de palabras que se hacen entre unos y otros. Homenaje incluso para el antaño secundario de lujo, Tony Randall en un pequeño papel. Por lo demás, meritorio diseño artístico, vestuario no por más llamativo menos malo, ambientación sesentera muy lograda con colores pastel y chillones, banda sonora pegadiza con predominio absoluto del Jazz. A "Abajo el amor" sólo le falla un giro del final un poco rebuscado. De todos modos, acertada comedia romántica de enredos de corte clásico que incluso diría que supera a las originales.
Para no vayamos a creer que todo es frivolidad, sentimentalismo y risas en esta película. En realidad, hay una propuesta ideológica que vale la pena comentar largo y tendido. La tesis de la que parte Bárbara Novak es que la mujer no será feliz hasta que se independice como individuo y consiga una participación igualitaria respecto al hombre, para lo cual es necesario prescindir del amor, trampa que se le lanza para distraerla de ese objetivo. La solución sería comportarse como el hombre, es decir, buscar el sexo pero no el amor. Por ejemplo, como hace Catcher. Muy bien pero ¿Cuál es el problema? Que si estamos criticando a Catcher por su forma de tratar a las mujeres, la propuesta femenina es unirse al enemigo y responder al hombre con la misma moneda. Sin embargo, me temo que no esto no sería exactamente un castigo sino lo contrario: más mujeres "liberadas", más oportunidades de tener sexo. Así es, os guste o no. Y a la larga una tremenda frustración porque pese a todo, el amor es un ideal al que muy pocos quieren renunciar en el fondo. Lo peor de esta visión es que desconoce la psicología humana en general y la femenina en particular. Pese a quién pese hombres y mujeres no pensamos, ni actuamos igual aunque queramos lo mismo.
Observemos a Catcher. Se sabe atractivo, seguro y orgulloso de su posición. Cree que es irresistible y que puede conquistar a cualquier mujer. Sin embargo su equivalente femenino no existe porque se consideraría sexista una mujer que por su belleza, feminidad y personalidad fuera capaz de hacer perder la cabeza a cualquier hombre. La última vez que recuerdo algo más o menos parecido es Cameron Díaz en "La Máscara". Tanto hemos atacado los estereotipos femeninos atractivos que la que los sigue se encuentra hundida por sus propias compañeras. Por eso los seductores tienen tanto éxito con las mujeres porque se colocan psicológicamente como premios. Aceptamos que son superiores y todas compiten por captar su atención y no al revés como se ha hecho tradicionalmente. Pero hay una cosa más. Las mujeres no entienden la seducción, no se dan cuenta que todo lo que se dice es MENTIRA precisamente para obtener ese sexo que algunas feministas quieren regalar. Por eso no hay más salida para vosotras que volver a lo antiguo. Tomad nota que como Bárbara no lo hace, tiene que adoptar Catcher ese rol femenino tradicional. Es decir, resistir, hacerse rogar, demorar el sexo hasta estar seguras del amor, que no compitan ellas sino ellos.
Para no vayamos a creer que todo es frivolidad, sentimentalismo y risas en esta película. En realidad, hay una propuesta ideológica que vale la pena comentar largo y tendido. La tesis de la que parte Bárbara Novak es que la mujer no será feliz hasta que se independice como individuo y consiga una participación igualitaria respecto al hombre, para lo cual es necesario prescindir del amor, trampa que se le lanza para distraerla de ese objetivo. La solución sería comportarse como el hombre, es decir, buscar el sexo pero no el amor. Por ejemplo, como hace Catcher. Muy bien pero ¿Cuál es el problema? Que si estamos criticando a Catcher por su forma de tratar a las mujeres, la propuesta femenina es unirse al enemigo y responder al hombre con la misma moneda. Sin embargo, me temo que no esto no sería exactamente un castigo sino lo contrario: más mujeres "liberadas", más oportunidades de tener sexo. Así es, os guste o no. Y a la larga una tremenda frustración porque pese a todo, el amor es un ideal al que muy pocos quieren renunciar en el fondo. Lo peor de esta visión es que desconoce la psicología humana en general y la femenina en particular. Pese a quién pese hombres y mujeres no pensamos, ni actuamos igual aunque queramos lo mismo.
Observemos a Catcher. Se sabe atractivo, seguro y orgulloso de su posición. Cree que es irresistible y que puede conquistar a cualquier mujer. Sin embargo su equivalente femenino no existe porque se consideraría sexista una mujer que por su belleza, feminidad y personalidad fuera capaz de hacer perder la cabeza a cualquier hombre. La última vez que recuerdo algo más o menos parecido es Cameron Díaz en "La Máscara". Tanto hemos atacado los estereotipos femeninos atractivos que la que los sigue se encuentra hundida por sus propias compañeras. Por eso los seductores tienen tanto éxito con las mujeres porque se colocan psicológicamente como premios. Aceptamos que son superiores y todas compiten por captar su atención y no al revés como se ha hecho tradicionalmente. Pero hay una cosa más. Las mujeres no entienden la seducción, no se dan cuenta que todo lo que se dice es MENTIRA precisamente para obtener ese sexo que algunas feministas quieren regalar. Por eso no hay más salida para vosotras que volver a lo antiguo. Tomad nota que como Bárbara no lo hace, tiene que adoptar Catcher ese rol femenino tradicional. Es decir, resistir, hacerse rogar, demorar el sexo hasta estar seguras del amor, que no compitan ellas sino ellos.
29 de abril de 2006
29 de abril de 2006
2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aceptable film que emula la estética del cine americano de los 60, en la línea de "No me mandes flores", "Pijama para dos" o "La pícara soltera", guardando ciertas similitudes con este último y divertido largometraje. Los cuatro actores protagonistas trabajan muy bien, muy histriónico eso sí, pero en la línea de la comedia romántica sensiblera y pastelona de los 60, con el toque ácido de la lucha de sexos tan de moda en aquella época. Excelente la elección de David Hyde Pierce, que borda un papel hecho a su medida, a imagen y semejanza de su personaje en la serie televisiva Frasier. Lo malo es que el argumento, que en principio parece bastante simple, se complica demasiado en la última parte de la película. En conjunto queda un guión demasiado trillado como para ser resuelto de una forma tan simplista como nos ofrece el guión, lo cual resta mucha verosimilitud a la historia. Podemos decir que estamos ante una película estéticamente correcta pero vacía de contenidos. De todos modos, hay diálogos ingeniosos y escenas muy divertidas. En definitiva es una película divetida que te hace pasar un rato muy agradable. Y un apunte interesante: a menudo me he preguntado qué pasaría si el clásico del genial Billy Wilder, Con faldas y a lo loco, se rodase en la actualidad por vez primera. Siempre he pensado que encontrar a la pareja de actores protagonista, a pesar de la excelente labor de Jack Lemmon y Tony Curtis, podría ser factible porque en la actualidad hay buenos actores cómicos como Kevin Kline, Robin Williams, John Cleese o Gregg Kinnear, que sin ser de la talla de los anteriores no desmerecerían el papel. O inluso valdrían otros actores más polifacéticos pero con mucha vis cómica como Harrison Ford, Geoffrey Rush o Johnny Depp. Pero siempre he pensado que encontrar a una sustituta de Marylin Monroe sería muy complicado. Ahora ya no tengo dudas. La elegida sin duda sería Renee Zellweger.
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