Como ya he dejado claro con anterioridad, el cásico animado de Disney Pinocho no me gusta demasiado, y esta nuevo versión, aún reparando las incongruencias argumentales del original y suavizando su mensaje fatalista, no deja de ser una mera fotocopia modernizada que además no sabe encajar con naturalidad la acción real con los efectos de animación por ordenador.

Como es sabido, la historia tiene ritmo y no dejan de ocurrir cosas, demasiadas en en un solo día como en la propia película ironizan, pero al menos no aburre y es más adecuada visual y mentalmente para que los niños de hoy en día puedan verla sin que les cause algún tipo de trauma infantil.

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La intención de hacer un remake live action y CGI del clásico de 1940 no le salió muy bien a Zemeckis; no transmite las emociones de la versión animada (la tristeza y las lágrimas que nos caían en algunas escenas, por ejemplo) y a mi parecer es innecesariamente larga en comparación a la animación, con momentos que están porque sí y no suman al argumento original.

Algunos personajes dejan de ser importantes, siendo que en la versión clásica y en la historia original son los que educan a Pinocho a lo largo de sus aventuras; en esta versión Pepe Grillo no sigue a la marioneta a todos lados como en la original, sino que se queda en casa y el papel del Hada Azul se redujo mucho, apareciendo sólo al principio.

Muchas críticas se refieren a la inclusión forzada de personas de color en la película, y a mi parecer, a ratos es cansador. Que el Hada Azul fuera una persona de color (Cynthia Erivo) es pasable, ya que su actuación es sólida y tiene buena voz para la canción que le correspondía, aunque su papel fuera reducido. Pero encontré pésimo la creación de este personaje de la marioneta bailarina, propiedad de una chica también de color y que es parte del circo de Stromboli; no aporta en nada a la historia y la incluyen a más no poder. Lo mismo pasa con la gaviota Sofía, un personaje nuevo que no tenía porque aparecer, aunque después se vuelve un poco más importante.

Los personajes malos y terroríficos de antes ahora dan risa; Stromboli no es un avaro que se sienta a contar sus ganancias luego de la función, engañando a Pinocho y amenazándolo que lo lanzará al fuego (más gráfica la escena a más no poder en la animación, con la imagen del hacha)...y lo mismo pasa con el cochero, que se pone a cantar y conversa con Pinocho, mientras que en 1940 este personaje daba miedo. Suavizaron demasiado estos personajes.

Conclusión: La recomiendo pero para niños o quienes disfruten de versiones suavizadas de las películas o les guste mucho el CGI (a ratos me imaginaba a Tom Hanks actuando solo). No apta para quienes aman los clásicos animados Disney.

Independiente del casting forzado hablando del hada azul, esta película tiene cosas interesantes, pero los efectos especiales, la historia y el hecho de que ni siquiera teniendo a un actor de renombre como lo es Tom Hanks, hace que sea imposible salvar este producto cinematográfico, lo peor de todo es que no solamente esta película ganó un Razzie a peor remake, Guillermo del Toro en ese mismo año que se hizo esta película, hizo un largometraje de Pinocho que ganó un Oscar a mejor película animada y eso de que alguien haya hecho algo infinitamente superior a lo que hizo Disney en ese mismo año, es algo poético, Pinocho del 2022 por Disney es un producto olvidable.

Otro " Live Action" y esta es de las peores de largo, es un coñazo, Tom Hanks lo intenta y se queda en eso. A veces hay un batiburrillo de música estruendosa que molesta mucho, es larga e insufrible, nada recomendable, por eso no la vi antes...
Deja de mentir Pinocho.

El mundo ha cambiado radicalmente para todos con la nueva era digital y los «artesanos» cinematográficos de antaño también tienen que actualizarse. Hemos visto muchos ejemplos de gente que lo ha logrado con éxito, otros que se agarran a un clavo ardiendo y son más clásicos y luego están los que no encuentran su sitio. Le ha pasado a De Palma, que lleva décadas sin hacer una película ligeramente memorable y le ha sucedido al gran Robert Zemeckis, que lo intenta y experimenta pero no lo consigue.

Echando la vista atrás, ‘El vuelo’ es la excepción que confirma la regla porque desde su empeño por lo digital en los tiempos de ‘Polar Express’, Zemeckis lleva años dando bandazos sin lograr cautivar al público con sus nuevas propuestas. El director de ‘¿Quién engañó a Roger Rabbit?’, la trilogía de ‘Regreso al futuro’ o ‘Forrest Gump’ ha intentado renovar en tiempos de adaptaciones a imagen real el clásico Disney de turno y, si todo eran risas con aquella defenestrada versión de Roberto Benigni, no sé muy bien qué calificativos deberían acompañar a esta aparte de «absoluto desastre».

Es un ‘Pinocho’ sin alma, sin ese corazón que Gepetto (Tom Hanks en modo automático), su papa / creador intenta inculcarle. Todo está excesivamente encorsetado, artificial, frío, hasta el punto de volverse insoportablemente larga. La historia es casi un calco de la original con muy pequeñas variaciones que poco aportan, mejoran o consiguen hacerla novedosa. Quizás Zemeckis tiene demasiado respeto por la original o, a lo mejor, esto solo lo ha hecho para sanear su cartilla.

Igual, en vez de repetir ideas, sería un buen momento para sacar unas cuantas nuevas… digo yo.

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