Tiempo de matar
1996 

6.6
14,586
Drama. Thriller
En un tranquilo pueblo de Mississippi, dos jóvenes borrachos violan salvajemente a una niña negra de diez años. La mayoría blanca de la ciudad se muestra horrorizada ante un crimen tan atroz. Carl Lee, el padre de la niña, decide tomarse la justicia por su mano y mata a los violadores de su hija. Mientras la tensión va creciendo y reaparecen en las calles las cruces ardiendo del Ku Klux Klan, Jake Brigance, un joven abogado blanco, hará ... [+]
13 de mayo de 2011
13 de mayo de 2011
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
A mediados de los 90, Joel Schumacher, al igual que ahora, mezclaba trabajos "alimenticios" con algunas películas más personales. Este film puede incluirse dentro de los primeros, aunque no por eso es menos desdeñable. Se trata de un correcto film de abogados, basado en una trama de John Grisham (tras los buenos resultados de "El cliente"), con un reparto espectacular que da la sensación de estar desaprovechado. Schumacher, que ya era perro viejo en aquel entonces, sabe hacer una película entretenida con una gran dosis de emoción y suspense. La trama se basa en el asesinato por parte de un hombre negro de dos prendas que violan y maltratan a la hija de aquel en el sur de Estados Unidos, donde aún el racismo es una lacra social. Esto da pie a que el director (y antes el novelista) haga un alegato hacia la igualdad entre seres humanos, ya sean raciales o sociales, a veces de forma muy plana, es verdad, porque se podía haber llegado más lejos, pero la película da la sensación de que quiere abarcar demasiado en poco tiempo y algunas historias se quedan a la mitad.
El reparto, como se dijo anteriormente, es espectacular. Con unos secundarios de lujo (léase Kevin Spacey, Oliver Platt, Ashley Judd y Kieffer y Donald Sutherland) e incluso algunos terciarios como es el caso de Chris Cooper, cuyo papel se queda en agua de borrajas, el peso de la trama cae sobre los hombros del siempre eficiente Samuel L. Jackson, de la feliz Sandra Bullock, en uno de los pocos papales serios de su vida (aunque no hay mucha diferencia con los otros) y un casi debutante Matthew McCounaghey que prometía más de lo que al final ha terminado dando, aunque ya se le veían muecas y mohínes de "Qué guapo soy" "Qué tableta tengo" que avisaban de lo que luego sería y que, gracias a Dios, ha dejado de ser para convertirse en un actor de verdad. Nunca es tarde.
El reparto, como se dijo anteriormente, es espectacular. Con unos secundarios de lujo (léase Kevin Spacey, Oliver Platt, Ashley Judd y Kieffer y Donald Sutherland) e incluso algunos terciarios como es el caso de Chris Cooper, cuyo papel se queda en agua de borrajas, el peso de la trama cae sobre los hombros del siempre eficiente Samuel L. Jackson, de la feliz Sandra Bullock, en uno de los pocos papales serios de su vida (aunque no hay mucha diferencia con los otros) y un casi debutante Matthew McCounaghey que prometía más de lo que al final ha terminado dando, aunque ya se le veían muecas y mohínes de "Qué guapo soy" "Qué tableta tengo" que avisaban de lo que luego sería y que, gracias a Dios, ha dejado de ser para convertirse en un actor de verdad. Nunca es tarde.
19 de septiembre de 2017
19 de septiembre de 2017
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Thriller dramático con muchos de los ingredientes de cine de juicios en el que unas actuaciones acertadas bajo la batuta de Schumacher consiguen darnos un film que, aunque no ha envejecido de forma perfecta y deja algunos momentos mejorables, resulta muy entretenido
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Creo que algunos momentos, como el final, son un poco precipitados y poco creíbles, como que el jurado gire tan bruscamente su postura mayoritaria en el veredicto o ese momento en el que la gente espera en la puerta del juzgado donde una chiquilla abre y grita "Inocente", creo que son dos de las cosas que más debilitan este film
13 de diciembre de 2019
13 de diciembre de 2019
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me ha gustado mucho la película y el mensaje que dan.
Ascazo y rabia me da el tema, pensar que desgraciadamente aún existen casos así en el mundo, y gente que cree que es mejor que otra por el color de la piel (o por lo que sea).
La escena de la violación de la niña ya es difícil, no se ve con detalle aunque sí se ven esbozos muy peliagudos.
El reparto es muy bueno, creo que garantiza interpretaciones de calidad, sorprende ver a padre e hijo en la misma película (la casta Shuterland).
Ascazo y rabia me da el tema, pensar que desgraciadamente aún existen casos así en el mundo, y gente que cree que es mejor que otra por el color de la piel (o por lo que sea).
La escena de la violación de la niña ya es difícil, no se ve con detalle aunque sí se ven esbozos muy peliagudos.
El reparto es muy bueno, creo que garantiza interpretaciones de calidad, sorprende ver a padre e hijo en la misma película (la casta Shuterland).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Sobre todo con la última exposición que hace el abogado defensor. Algo muy contundente.
Me sobra la escena emocional final, tan preparada para enternecer artificialmente los corazones.
Me sobra la escena emocional final, tan preparada para enternecer artificialmente los corazones.
17 de enero de 2021
17 de enero de 2021
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los estados sureños de Estados Unidos perteneces a la américa profunda, a esa américa en la que la tradición tiene un peso mayor, la Guerra de Secesión americana rompió los moldes que habían establecido que los negros eran necesariamente esclavos y los blancos sus amos, esta creencia fuertemente arraigada en todo el territorio confederado impulsó durante el siglo XIX un racismo puro y duro del que el Ku Klux Klan fue su máximo exponente.
La violencia racial tiene innumerables ejemplos en la Sociedad Americana y aún hoy en día es triste noticia en algunas intervenciones policiales que se alejan demasiado de los principios constitucionales que deberían respetar.
Joel Schumacher nos presenta un caso límite de violencia racial resuelto por el principio de acción reacción que da lugar a un largo proceso judicial y una emotiva diatriba final.
Excelente representación de Matthew McConaughey encarnando a un abogado fiel a sus principios lo que no deja de ser más que inusual.
La violencia racial tiene innumerables ejemplos en la Sociedad Americana y aún hoy en día es triste noticia en algunas intervenciones policiales que se alejan demasiado de los principios constitucionales que deberían respetar.
Joel Schumacher nos presenta un caso límite de violencia racial resuelto por el principio de acción reacción que da lugar a un largo proceso judicial y una emotiva diatriba final.
Excelente representación de Matthew McConaughey encarnando a un abogado fiel a sus principios lo que no deja de ser más que inusual.
11 de agosto de 2023
11 de agosto de 2023
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Joel Schumacher (que en paz descanse) volvió al cine más artístico tras su primer paseo en la ciudad de Gotham con la desaprovechada 'Batman Forever' y volvió a dirigir una adaptación de una novela de John Grisham. Si en 1994 fue 'El cliente', ahora el turno de 'Tiempo de matar', la cual tiene la curiosidad de ser, además, el debut en la novela de John Grisham. Y para llevar la novela al séptimo arte, el director de 'Jóvenes ocultos', 'El cliente' o 'Un día de furia' se rodeó de un reparto de auténtico escándalo donde no solo tiene a poderosos protagonistas, sino a secundarios de auténtico lujo. Samuel L. Jackson, Kevin Spacey, Brenda Fricker o Donald Sutherland junto a los cada vez más solicitados Sandra Bullock o Matthew McConaughey y Charles S. Dutton, Kiefer Sutherland, Oliver Platt o Chris Cooper como personajes importantes que no chupan tanta cámara, pero son también muy importantes.
El tema que Grisham usó y que se trata en el filme es sobre el racismo. Pero no un caso de racismo palmatorio como podría ser una paliza de supremacistas blancos a una persona negra, sino vista desde la justicia con la incógnita de ver si un ciudadano de color podría tener justicia a pesar del flagrante delito cometido y contar con un jurado compuesto totalmente de ciudadanos de color blanco en un lugar donde el Ku Klux Klan no ha desaparecido; he aquí la verdadera cuestión de todo el asunto.
Schumacher tuvo la mala pata de que sus experiencias con Batman no fueron del todo satisfactorios (y es que 'Batman & Robin' es peor que beberse un cóctel de lejía y amoníaco, las cosas como son), mas fuera de esas producciones, el realizador neoyorquino demostró más de una vez que era un director más que competente, y como muestra esta película donde es capaz de domar a un reparto donde las caras conocidas son multitud y darle a cada uno su propio espacio para lucirse. Bien es verdad que es mérito del guion escrito por Akiva Goldsman el tener para cada actor suficiente tiempo de lucimiento, aunque también es mérito del director que dicho tiempo no sea en balde dando a los miembros del reparto las mejores indicaciones para sacar una sólida interpretación.
Mérito aparte para Matthew McConaughey quien había debutado hacía solamente tres años antes con 'Movida del 76' y había pasado por una lamentable secuela llamada 'La matanza de Texas: La nueva generación' en 1995 que podría haberle costado parte de su carrera, lo que no lo impidió liderar este largometraje y salir muy bien parado con un trabajo espléndido como Jake Brigance.
El guion de Goldsman hace además una atractiva combinación de drama social y judicial donde los espectadores pueden ver como la tensión en Clanton (un pueblo ficticio de Misisipi) va cada vez más en aumento desde la violación de Tonya Hailey y el peligro para las vidas de los implicados en la defensa de Carl Lee Hickley hasta la preparación y posterior desarrollo del juicio que termina en un sentido alegato final de Brigance con un McConaughey entregado.
Juega en su contra que puede hacerse algo larga en su duración y que no termina de coger el toro por los cuernos para considerarla uno de los mejores dramas judiciales de la historia del cine, pues lo que se ve en pantalla son sucesos esperables sin más mérito que el de los mismos actores sin contar con más apoyo visual o sonoro donde en estos aspectos están bien a secas en fotografía, dirección artística o banda sonora; sin embargo, cuenta con la suficiente calidad para que su visionado no caiga en saco roto y sea esta una película recomendable, sobre todo para los fans de los dramas judiciales.
El tema que Grisham usó y que se trata en el filme es sobre el racismo. Pero no un caso de racismo palmatorio como podría ser una paliza de supremacistas blancos a una persona negra, sino vista desde la justicia con la incógnita de ver si un ciudadano de color podría tener justicia a pesar del flagrante delito cometido y contar con un jurado compuesto totalmente de ciudadanos de color blanco en un lugar donde el Ku Klux Klan no ha desaparecido; he aquí la verdadera cuestión de todo el asunto.
Schumacher tuvo la mala pata de que sus experiencias con Batman no fueron del todo satisfactorios (y es que 'Batman & Robin' es peor que beberse un cóctel de lejía y amoníaco, las cosas como son), mas fuera de esas producciones, el realizador neoyorquino demostró más de una vez que era un director más que competente, y como muestra esta película donde es capaz de domar a un reparto donde las caras conocidas son multitud y darle a cada uno su propio espacio para lucirse. Bien es verdad que es mérito del guion escrito por Akiva Goldsman el tener para cada actor suficiente tiempo de lucimiento, aunque también es mérito del director que dicho tiempo no sea en balde dando a los miembros del reparto las mejores indicaciones para sacar una sólida interpretación.
Mérito aparte para Matthew McConaughey quien había debutado hacía solamente tres años antes con 'Movida del 76' y había pasado por una lamentable secuela llamada 'La matanza de Texas: La nueva generación' en 1995 que podría haberle costado parte de su carrera, lo que no lo impidió liderar este largometraje y salir muy bien parado con un trabajo espléndido como Jake Brigance.
El guion de Goldsman hace además una atractiva combinación de drama social y judicial donde los espectadores pueden ver como la tensión en Clanton (un pueblo ficticio de Misisipi) va cada vez más en aumento desde la violación de Tonya Hailey y el peligro para las vidas de los implicados en la defensa de Carl Lee Hickley hasta la preparación y posterior desarrollo del juicio que termina en un sentido alegato final de Brigance con un McConaughey entregado.
Juega en su contra que puede hacerse algo larga en su duración y que no termina de coger el toro por los cuernos para considerarla uno de los mejores dramas judiciales de la historia del cine, pues lo que se ve en pantalla son sucesos esperables sin más mérito que el de los mismos actores sin contar con más apoyo visual o sonoro donde en estos aspectos están bien a secas en fotografía, dirección artística o banda sonora; sin embargo, cuenta con la suficiente calidad para que su visionado no caiga en saco roto y sea esta una película recomendable, sobre todo para los fans de los dramas judiciales.
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