El camino del guerrero
6.3
5,630
Drama
Dan Millman (Scott Mechlowicz) es un joven deportista de éxito y campeón olímpico que lo tiene todo: fama, fortuna y chicas. Pero su vida dará un vuelco cuando, un día, conoce en una gasolinera a un extraño hombre (Nick Nolte) que le enseñará nuevos mundos de fuerza y entendimiento... (FILMAFFINITY)
3 de agosto de 2020
3 de agosto de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La clásica historia de superación que subyace a lo largo de la película lastra el mensaje espiritual, que sin duda es lo más logrado.
Lo mejor: Nick Nolte, como llena la pantalla en cada una de sus apariciones con sus palabras, precisas y preciosas.
Recomendable.
Lo mejor: Nick Nolte, como llena la pantalla en cada una de sus apariciones con sus palabras, precisas y preciosas.
Recomendable.
7 de octubre de 2020
7 de octubre de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Apoyada por una filosofía que en general todos conocemos, aunque pocas veces participemos de ella. Se apoya en ciertos clichés para resultar mas apetecible.
Al parecer está basada en hechos reales, aunque a mi entender, ha sido sabiamente edulcorada con añadidos apetecibles para acceder a un público menos espiritual.
Bien interpretada; Nick Nolte en el papel de filósofo vital, o "Guerrero de la luz pacífica" quiza no me resulte tan creíble al haber participado en muchas otras interpretaciones, muy diferentes entre sí, pero de las cuales guardamos memoria.
La enseñanza definitiva podría explicarse de la siguiente manera: "Cada momento es único, y no existen, instantes vacíos"
Al parecer está basada en hechos reales, aunque a mi entender, ha sido sabiamente edulcorada con añadidos apetecibles para acceder a un público menos espiritual.
Bien interpretada; Nick Nolte en el papel de filósofo vital, o "Guerrero de la luz pacífica" quiza no me resulte tan creíble al haber participado en muchas otras interpretaciones, muy diferentes entre sí, pero de las cuales guardamos memoria.
La enseñanza definitiva podría explicarse de la siguiente manera: "Cada momento es único, y no existen, instantes vacíos"
3 de enero de 2013
3 de enero de 2013
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dentro del mundo espiritual(denso, engañoso y pegajoso en muchas ocasiones), esta película se desmarca de todos estos adjetivos y nos muestra la cara más simple y poderosa que en el puede haber.
Nada aburrida y con escenas muy buenas llenas de filosofía clara y directa que llega bien adentro y nos hace valorar la posibilidad de, empezar a funcionar tal y como alecciona SÓCRATES (el guía).
Nada aburrida y con escenas muy buenas llenas de filosofía clara y directa que llega bien adentro y nos hace valorar la posibilidad de, empezar a funcionar tal y como alecciona SÓCRATES (el guía).
19 de abril de 2013
19 de abril de 2013
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Curiosa cinta con mensaje entre zen y Coelho -aún más- barato. El "carpe diem" que predica ese "guerrero de la luz" que parece ser su director contrasta poderosamente con la jungla hipercompetitiva en que se nos obliga a vivir. Lástima que la esencia de dicho mensaje acabe instrumentalizada, en la misma película, al servicio del dogma, americano como el pollo kentucky, los coches grandes y las armas cortas, del logro a toda costa de los propios sueños. Todo el argumento resulta, así, en una enorme contradicción que se devora a sí misma.
Estamos, en cualquier caso, ante una obra ciertamente atípica, empezando por el deporte que practican los lozanos protagonistas: la semidesconocida gimnasia artística, disciplina que da para unos cuantos alardes fotográficos en la contemplación de los cuales más de un homosexual se va a poner las botas. Entre dichos alardes se abusa un tanto de la cámara superlenta y de ciertos primerísimos planos, todo lo cual está, por obvio, de sobra.
Imponente un Nick Nolte que conforme ha venido encaneciendo sustituía el ceño sañudo de su mocedad por una madurez introspectiva, hasta alcanzar la "epojé" del "Sócrates" gasolinero que compone aquí. Correcto Scott Mechlowicz en la piel vacilona de Dan Millman, incipiente estrellita de las exigentes anillas, la mente atormentada por no se sabe bien qué- será la juventud, que, según Bernard Shaw, se cura con los años-. Y adorable Amy Smart, tanto que fingiría hasta las diez plagas de Egipto con tal de que me impusiera las manos también a mí.
Estamos, en cualquier caso, ante una obra ciertamente atípica, empezando por el deporte que practican los lozanos protagonistas: la semidesconocida gimnasia artística, disciplina que da para unos cuantos alardes fotográficos en la contemplación de los cuales más de un homosexual se va a poner las botas. Entre dichos alardes se abusa un tanto de la cámara superlenta y de ciertos primerísimos planos, todo lo cual está, por obvio, de sobra.
Imponente un Nick Nolte que conforme ha venido encaneciendo sustituía el ceño sañudo de su mocedad por una madurez introspectiva, hasta alcanzar la "epojé" del "Sócrates" gasolinero que compone aquí. Correcto Scott Mechlowicz en la piel vacilona de Dan Millman, incipiente estrellita de las exigentes anillas, la mente atormentada por no se sabe bien qué- será la juventud, que, según Bernard Shaw, se cura con los años-. Y adorable Amy Smart, tanto que fingiría hasta las diez plagas de Egipto con tal de que me impusiera las manos también a mí.
12 de mayo de 2013
12 de mayo de 2013
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes que nada me gustaría decir que no soy para nada seguidora de los numerosos libros que cada día salen sobre autoayuda, al contrario, no puedo con ellos. Por lo tanto, esta película me rechinó bastante cuando comencé a verla, tenía la impresión de que sería todo un peñazo. Afortunadamente, a medida que el argumento se iba desarrollando, aumentaba mi interés en ella y, finalmente, tengo que decir que no es una película para todos los gustos, ya que puede resultar larga y hacerse pesada en ciertos momentos, pero creo que sus virtudes gana a sus defectos y que merece la pena ser vista. Mi adorado Nick Nolte aquí tiene un papel mucho menos lucido que en otras ocasiones porque, para mi, quién se hace con el peso de la película es un joven y desconocido Scott Mechlowicz. El da vida a ese joven y arrogante deportista olímpico que ve cómo su vida es truncada por un accidente de tráfico. Para mí, su actuación es de lo mejor de la película. El resto son meros secundarios, como es el caso de Amy Smart, totalmente desaprovechada aquí. Esta película es de las que te dejan un mensaje y sobre la que vas a estar hablando después de verla. Para mí ha sido positiva y me ha recordado que la vida es el ahora y el aquí, hay que disfrutar el momento y preocuparse por lo que verdaderamente importa.
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