El arco
2005 

6.9
5,162
Drama
Un viejo pescador vive en medio del mar con una muchacha a la que recogió cuando era niña. El viejo pescador espera que ella cumpla 17 años para desposarla. Mientras tanto, prepara la dote, la protege contra los hombres que vienen a pescar a su barco e intentan propasarse con ella. Su única forma de protegerla es disparando con el arco, un arco que también le sirve para adivinar el futuro y como instrumento musical. Un buen día, un ... [+]
1 de septiembre de 2007
1 de septiembre de 2007
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con una idea ineresante, podría haberse obtenido un mejor producto. El final se sucede con una serie de hechos inverosímiles y raros, poco creíbles, que no llegan a transmitir la magia que pretenden.
La fotografía es buena, y se mantiene el interés del espectador hasta cierto punto en el que todo se desbarranca inexorablemente hacia el absurdo interminable.
La fotografía es buena, y se mantiene el interés del espectador hasta cierto punto en el que todo se desbarranca inexorablemente hacia el absurdo interminable.
12 de septiembre de 2006
12 de septiembre de 2006
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hermosísima película del gran poeta y director Kim kiduk. Esta película que oscila entre lo grande, lo poético, lo sencillo y lo virginal es una gran muestra del poder y encanto del director surcoreano, que aprovecha la fuerza interpretativa de una joven con encanto, dulzura y una sonrisa prodigiosa capaz de alegrar a cualquiera.
La fotografía esta muy bien, la banda sonora es fantástica y el escenario esta vez escogido, acertadísimo.
Otra vez Kim kiduk nos vuelve a dar una lección, pues cada película que hace guarda una pequeña moraleja, aquí la chica esta escindida entre un "yo quiero" o un "yo debo", finalmente compagina ambas, pues no es ni egoista ni víctima de las buenas acciones. Un cargo moral, que acaba , como no, con un final bellísimo y algo catastrofista, como ocurre ultimamente en sus últimos films.
La fotografía esta muy bien, la banda sonora es fantástica y el escenario esta vez escogido, acertadísimo.
Otra vez Kim kiduk nos vuelve a dar una lección, pues cada película que hace guarda una pequeña moraleja, aquí la chica esta escindida entre un "yo quiero" o un "yo debo", finalmente compagina ambas, pues no es ni egoista ni víctima de las buenas acciones. Un cargo moral, que acaba , como no, con un final bellísimo y algo catastrofista, como ocurre ultimamente en sus últimos films.
22 de julio de 2010
22 de julio de 2010
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sus peculiares condiciones de rodaje, dada la pretensión de establecer una unidad especial que proporcione así mismo mayor concentración dramática, recuerda ligeramente el experimento análogo realizado por Alfred Hitchcok en Lifeboat. De esto modo, Kim ki duk desarrolla una interesante película, cuyo guión, tal como lo afirma la crítica española, cabe perfectamente en una servilleta. Entregándose a la contemplación paisajística, al mero deleite estético y a las relaciones casi silentes, El Arco es, ante todo, una película de situación determinada por acciones rituales (baño, prácticas de tiro, cómputo de fechas, adivinación, apretón de manos) cuya ejecución, repetición u omisión marca el carácter de los personajes, el devenir de la historia y los eventuales giros que llega a tomar el relato. Acertado de igual forma lo polisémico que resulta el arco (como objeto, herramienta) según la situación en que se utilice; pasando fácilmente de arma para enfrentarse al hado, a instrumento musical y nuevamente a herramienta bélica contra los potenciales pretendientes de la chica. Sin embargo y a pesar de tratarse un film que engancha y fácilmente abre las puertas al espectador no iniciado en la obra de su realizador, cierto sector de la crítica y aquellos admiradores del trabajo precedente del director, reprochan ciertos desequilibrios presentes en el producto.
12 de octubre de 2022
12 de octubre de 2022
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como ya es habitual, Kim Ki-duk no deja a nadie indiferente; a unos les encandila y ahuyenta a otros con su parsimonia oriental y sus originales lecturas de las realidades paralelas. El arco, como toda la obra del surcoreano, rebosa de simbolismos y situaciones entre lo onírico y lo "prohibido". No podemos aplicar nuestra occidental vara de medir, y menos juzgar situaciones que nos pueden resultar, cuanto menos, atemporales; siendo además esa fugacidad lumínica de la felicidad, la belleza y el amor una de las señas de identidad del creador de esos mundos inaprensibles e incomparables.
Esas capciosas preguntas que nos hacemos sobre la moral del viejo protagonista y los intereses varios del resto, creo que están fuera de lugar. Es tanto como mirar al dedo que señala el sol. Precisamente la licencia poética, que ensancha el aura de las grandes obras artísticas (literarias, pictóricas...), irrumpe en nuevas dimensiones donde las leyes aún no están escritas. No se puede condenar con nuestras discutibles normas terrenales a personajes de ficción que se esconden, a conciencia o involuntariamente, más allá de unas sociedades que no predican precisamente con la ejemplaridad. La corrección política no creo que nos haga avanzar, más bien nos inmovilizará.
De todas formas son ganas de complicarse la vida, indagando en las posibles malvadas intencionalidades del autor, cuando lo que se nos ofrece es una curiosa historia en la que abundan espléndidos momentos de paz, libertad y sosiego, donde lo único que perturba es la aparición de seres humanos dispuestos a romper el silencio. La contemplación, en su vertiente espiritual, solo nos pide relajarnos y disfrutar, sin acusaciones, sin culpas, sin valoraciones severas...
Esas capciosas preguntas que nos hacemos sobre la moral del viejo protagonista y los intereses varios del resto, creo que están fuera de lugar. Es tanto como mirar al dedo que señala el sol. Precisamente la licencia poética, que ensancha el aura de las grandes obras artísticas (literarias, pictóricas...), irrumpe en nuevas dimensiones donde las leyes aún no están escritas. No se puede condenar con nuestras discutibles normas terrenales a personajes de ficción que se esconden, a conciencia o involuntariamente, más allá de unas sociedades que no predican precisamente con la ejemplaridad. La corrección política no creo que nos haga avanzar, más bien nos inmovilizará.
De todas formas son ganas de complicarse la vida, indagando en las posibles malvadas intencionalidades del autor, cuando lo que se nos ofrece es una curiosa historia en la que abundan espléndidos momentos de paz, libertad y sosiego, donde lo único que perturba es la aparición de seres humanos dispuestos a romper el silencio. La contemplación, en su vertiente espiritual, solo nos pide relajarnos y disfrutar, sin acusaciones, sin culpas, sin valoraciones severas...
6 de marzo de 2007
6 de marzo de 2007
5 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es una película poco convencional, pero excelente, simbólica y plenamente poética, no hay que buscarle un sentido a la historia, simplemente dejar surgir los sentimientos que evoca la misma.
Aunque no se caracterice por unos planos grandiosos, estos emiten una gran expresividad, y aderezados con una simple melodía a modo de banda sonora, continua a lo largo de la película hacen una combinacion hermosa, en la que los diálogos sobran permitiendole una interpretacion autoreflexiva al espectador.
En conclusión, una película enternecedora, donde la forma, es lo que cuenta, dejando el fondo, es decir , la historia en un segundo plano.
Aunque no se caracterice por unos planos grandiosos, estos emiten una gran expresividad, y aderezados con una simple melodía a modo de banda sonora, continua a lo largo de la película hacen una combinacion hermosa, en la que los diálogos sobran permitiendole una interpretacion autoreflexiva al espectador.
En conclusión, una película enternecedora, donde la forma, es lo que cuenta, dejando el fondo, es decir , la historia en un segundo plano.
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