Splash
5.1
20,806
Romance. Comedia. Fantástico
Cuando Allen Bauer (Tom Hanks) era un niño, una sirena (Daryl Hannah) lo salvó de morir ahogado. Veinte años después, en el mismo lugar, cae de nuevo al mar y es rescatado otra vez por la misma sirena. Muy confuso por lo sucedido, vuelve a Nueva York, pero la sirena está decidida a encontrarlo. (FILMAFFINITY)
15 de septiembre de 2013
15 de septiembre de 2013
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
En cuanto he leído en los créditos iniciales que el director de esta película era Ron Howard, me he esperado lo peor. Y así ha sido.
Creo que deberíamos empezar a catalogar ciertas películas como «romance para hombres», porque «1, 2, 3... Splash» (título que no entiendo) gira en torno a un varón, Allen Bauer, que encuentra a la chica de sus sueños... al menos aparentemente. Allan no cree que sea capaz de enamorarse y se lamenta de que no nunca se casará y tendrá hijos; cuando en esa melancolía está, se topa con una Daryl Hannah desnuda que, hablar no le habla nada, pero que se abalanza sobre él en estado de celo marino. Fácil y sencillo. Romanticismo cero, pero se ve que los hombres lo prefieren así. Personalmente, lo encuentro aburrido y fuera de todo sentimentalismo. A mi estas relaciones en las que se enamoran en un minuto y tardan dos en irse a la cama, además sin ninguna pasión, admitámoslo, me disgustan. Hemos perdido el concepto de «tensión sexual» y, por supuesto, de «seducción». Yo lo echo de menos. Echo de menos las miradas, la progresión en las emociones, la conquista a través de tal hecho, de tal diálogo, de tal muestra de amor. Una pena.
Como comedia, anda justita también. Reír, creo que no te ríes, aunque el hermano del protagonista es el único que tiene alguna gracia. Ritmo irregular y partes de la trama que no se cuentan bien o que, directamente, quedan en la duda. Yo no entiendo, por ejemplo, qué es, según el argumento, una sirena, ni de dónde viene, ni por qué tiene piernas. El desenlace, ¿en serio que es feliz?
Con poco gancho, en definitiva.
Creo que deberíamos empezar a catalogar ciertas películas como «romance para hombres», porque «1, 2, 3... Splash» (título que no entiendo) gira en torno a un varón, Allen Bauer, que encuentra a la chica de sus sueños... al menos aparentemente. Allan no cree que sea capaz de enamorarse y se lamenta de que no nunca se casará y tendrá hijos; cuando en esa melancolía está, se topa con una Daryl Hannah desnuda que, hablar no le habla nada, pero que se abalanza sobre él en estado de celo marino. Fácil y sencillo. Romanticismo cero, pero se ve que los hombres lo prefieren así. Personalmente, lo encuentro aburrido y fuera de todo sentimentalismo. A mi estas relaciones en las que se enamoran en un minuto y tardan dos en irse a la cama, además sin ninguna pasión, admitámoslo, me disgustan. Hemos perdido el concepto de «tensión sexual» y, por supuesto, de «seducción». Yo lo echo de menos. Echo de menos las miradas, la progresión en las emociones, la conquista a través de tal hecho, de tal diálogo, de tal muestra de amor. Una pena.
Como comedia, anda justita también. Reír, creo que no te ríes, aunque el hermano del protagonista es el único que tiene alguna gracia. Ritmo irregular y partes de la trama que no se cuentan bien o que, directamente, quedan en la duda. Yo no entiendo, por ejemplo, qué es, según el argumento, una sirena, ni de dónde viene, ni por qué tiene piernas. El desenlace, ¿en serio que es feliz?
Con poco gancho, en definitiva.
20 de febrero de 2016
20 de febrero de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
A pesar de su aire ochentero y de su infantil argumento Splash es una película que se hace querer y de la que nos queda un buen recuerdo. Tal vez sea por la frescura de Daryl Hannah o tal vez sea por la sencillez de su propuesta, el caso es que no nos aburrimos con este metraje tan lleno de chispa y de ingenio. Sirve para pasar el rato e incluso se da un cierto aire de nostalgia que traspasa la pantalla y que a muchos puede inspirar. No se debe confundir su sencillez con vulgaridad ya que, a pesar de todo, Splash se nos presenta con un aire muy distinguido y romántico. Puede que la suya sea una propuesta pasada de moda, pero como ya he dicho, a los nostálgicos de los ochenta esto no les va a importar.
Un argumento muy simple da pie a una comedia de enredo con aires soñadores que nos transporta a una esfera mitológica; los problemas de adaptación de una sirena a la vida moderna tienen un toque de ternura y de ingenuidad que es lo que hace que esta cinta destaque y no quede como un simple disparate pasado de moda, no lo es, es una película con los ingredientes justos para entretener y para perdurar en la memoria. No en vano, fue un sonado éxito en su momento gracias a su estética tan llamativa y singular. Deliciosa y entretenida a partes iguales, con una Daryl Hannah espléndida y con un paisaje urbano muy atractivo. Quien busque una comedia amable y singular aquí la va a encontrar, llena de gracia y dulzura, apoyada en un ingenioso guion y muy, muy amena. Una comedia para todos los públicos.
Un argumento muy simple da pie a una comedia de enredo con aires soñadores que nos transporta a una esfera mitológica; los problemas de adaptación de una sirena a la vida moderna tienen un toque de ternura y de ingenuidad que es lo que hace que esta cinta destaque y no quede como un simple disparate pasado de moda, no lo es, es una película con los ingredientes justos para entretener y para perdurar en la memoria. No en vano, fue un sonado éxito en su momento gracias a su estética tan llamativa y singular. Deliciosa y entretenida a partes iguales, con una Daryl Hannah espléndida y con un paisaje urbano muy atractivo. Quien busque una comedia amable y singular aquí la va a encontrar, llena de gracia y dulzura, apoyada en un ingenioso guion y muy, muy amena. Una comedia para todos los públicos.
4 de septiembre de 2016
4 de septiembre de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta es otra de las que he visto por televisión muchas veces, la historia de una sirena y hombre que vuelven a reencontrase después de muchos años, y que a lo largo además se producen situaciones cómicas por parte del personaje de Tom Hanks, y del hermano.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
-Me da risa como el malo de turno tira agua a la misma pareja, de forma errónea, dos veces y acaba golpeado.
16 de abril de 2020
16 de abril de 2020
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Splash fue uno de los primeros éxitos en la carrera de Tom Hanks cuando de joven se dedicó a protagonizar insustanciales comedias de todo tipo. En este caso se trata de una romántica en la que encarna a un estresado vendedor de fruta al por mayor que un buen día se topa con una hermosa mujer de la que se enamora perdidamente. Sin embargo ella solo podrá estar con él una semana antes de volver a su mundo subacuático puesto que en realidad se trata de una sirena.
Este ñoño cuento de hadas fue uno de los títulos más taquilleros del año y fue nominada al oscar de mejor guion. Puede que en su día tuviera cierta gracia por la originalidad del argumento, pero el paso del tiempo no le ha sentado nada bien y actualmente no es más que una inofensiva comedia tontorrona, de la que solo ha queda el carisma de su pareja protagonista. Una guapísima Daryl Hannah y un simpático Tom Hanks, el resto insufrible.
Este ñoño cuento de hadas fue uno de los títulos más taquilleros del año y fue nominada al oscar de mejor guion. Puede que en su día tuviera cierta gracia por la originalidad del argumento, pero el paso del tiempo no le ha sentado nada bien y actualmente no es más que una inofensiva comedia tontorrona, de la que solo ha queda el carisma de su pareja protagonista. Una guapísima Daryl Hannah y un simpático Tom Hanks, el resto insufrible.
7 de febrero de 2017
7 de febrero de 2017
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He visto esta película muchas veces cuando era un crío porque la reponían muchas veces en televisión, y la verdad es que tenía muy buenos recuerdos de ella.
El otro día decidí volver a verla con el miedo de que se me cayera un mito y descubriera un auténtico bodrio. Y aunque no sea ninguna obra maestra, he descubierto para mi sorpresa que la película no está del todo mal. Consigue mantenerse decentemente a flote con el paso de los años, aunque no brille con tanta fuerza como tenía en mi recuerdo.
El aclamado director Ron Howard se mete de lleno en esta comedia que nos presenta a un joven que se enamora locamente de una sirena que pasa unos días en Nueva York. Él no sabe que ella es una sirena aunque su comportamiento es de lo más extraño. Solo sabe que es su alma gemela.
La película es un clásico del cine de los 80, y cautivó a toda una generación. Actualmente sigue funcionando bien en partes gracias a escenas que son divertidas. El principio engancha, y luego el desarrollo también te mantiene pegado debido a que los personajes resultan interesantes. El problema es que la última media hora flojea un poco y eso hace que la comedia no redondee un poco más.
Sin lugar a dudas tanto para Tom Hanks como para Daryl Hannah son dos personajes que les han marcado en sus carreras. Estos dos jovencísimos actores empezaban a dar sus primeros pasos en el cine y se abrían un hueco en el deseado Hollywood, el cual les deparaba un futuro muy prometedor.
Ambos están fantásticos en sus personajes. Tom Hanks aporta gran comicidad y demuestra que se puede mover igual de bien tanto en el drama como en la comedia. Es cierto que sus primeros pasos fueron en el género cómico, y aquí nos regala escenas muy divertidas.
Pero también se mueve como pez en el agua Daryl Hannah dando esa preciosa candidez a una sirena que quiere descubrir el mundo exterior. La interpretación es todo ternura.
Es cierto que tiene ciertas cosas en el guion que hacen agua, y eso produce que la comedia no brille con tanta fuerza. Escenas que no resultan tan graciosas, y otras que son un poco forzadas.
En fin, "Un, dos, tres... Splash" es un clásico ya del cine que era una de esos comodines para la sesión de tarde de televisión. Soporta admirablemente el paso de los años, aunque se reconoce que en algunos aspectos ha perdido cierta calidad. No obstante, siempre es agradable y entrañable volver a ver a esta sirena descubriendo el mundo de manos de ese chico a través de las calles de Nueva York.
El otro día decidí volver a verla con el miedo de que se me cayera un mito y descubriera un auténtico bodrio. Y aunque no sea ninguna obra maestra, he descubierto para mi sorpresa que la película no está del todo mal. Consigue mantenerse decentemente a flote con el paso de los años, aunque no brille con tanta fuerza como tenía en mi recuerdo.
El aclamado director Ron Howard se mete de lleno en esta comedia que nos presenta a un joven que se enamora locamente de una sirena que pasa unos días en Nueva York. Él no sabe que ella es una sirena aunque su comportamiento es de lo más extraño. Solo sabe que es su alma gemela.
La película es un clásico del cine de los 80, y cautivó a toda una generación. Actualmente sigue funcionando bien en partes gracias a escenas que son divertidas. El principio engancha, y luego el desarrollo también te mantiene pegado debido a que los personajes resultan interesantes. El problema es que la última media hora flojea un poco y eso hace que la comedia no redondee un poco más.
Sin lugar a dudas tanto para Tom Hanks como para Daryl Hannah son dos personajes que les han marcado en sus carreras. Estos dos jovencísimos actores empezaban a dar sus primeros pasos en el cine y se abrían un hueco en el deseado Hollywood, el cual les deparaba un futuro muy prometedor.
Ambos están fantásticos en sus personajes. Tom Hanks aporta gran comicidad y demuestra que se puede mover igual de bien tanto en el drama como en la comedia. Es cierto que sus primeros pasos fueron en el género cómico, y aquí nos regala escenas muy divertidas.
Pero también se mueve como pez en el agua Daryl Hannah dando esa preciosa candidez a una sirena que quiere descubrir el mundo exterior. La interpretación es todo ternura.
Es cierto que tiene ciertas cosas en el guion que hacen agua, y eso produce que la comedia no brille con tanta fuerza. Escenas que no resultan tan graciosas, y otras que son un poco forzadas.
En fin, "Un, dos, tres... Splash" es un clásico ya del cine que era una de esos comodines para la sesión de tarde de televisión. Soporta admirablemente el paso de los años, aunque se reconoce que en algunos aspectos ha perdido cierta calidad. No obstante, siempre es agradable y entrañable volver a ver a esta sirena descubriendo el mundo de manos de ese chico a través de las calles de Nueva York.
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