The Deuce (Serie de TV)

Simon cumple con su objetivo, como en todas sus series. Sumergirte en el contexto social de los personajes producto de su exquisita ambientacion. Los 70s, NY City, la ciudad que nunca duerme. Proxenetas, prostitutas callejeras, violencia, vicios y la mafia italo-americana.

Sin embargo, tras una primera temporada de lo mas decente, The Deuce se revuelca en su propio problema que ya se observaba desde su inicio: historias inconexas y un andar poco claro. La primera temporada nos cautivo por el rol de los proxenetas, las prostitutas, lo cruda que era la ciudad y las actuaciones magistrales. La segunda y tercera, conforme iban progresando los protagonistas, la ciudad y la manera de ver porno, se quedan corto en el intento de atraer.

Ni las chorradas de Frankie, ni el idealismo de Abby, ni una Candy devenida en productora feminista terminan de cautivar, mucho menos Vince y su estilo de vida y esposa poco convencional. Al contrario, en muchas escenas se denota la falta de ideas rozando lo cansino, incluso para el ritmo que David Simon siempre adopta para sus series.

La historia se repite con The Deuce. Si eres un fanatico de Simon, sus obras y su toque personal, es imposible que no encontrar razones para mirarla, para el expectador promedio se sigue quedando a medio camino.

Después de jalarme la primera temporada en 2 días (y con mucho gusto) he de decir que esta serie vale mucho la pena.

Los personajes tienen actuaciones notables y la ambientación de la NYC de los 70 es simplemente excelente. La trama está muy bien llevada, puro realismo, nada de heroicidades.

El único pero que le pondría es la falta de acción en algunos momentos puntuales pero eso es un mal menor, supera con creces lo imprescindible para ser una gran serie.

Me ha gustado mucho la segunda temporada de The Deuce, (HBO) aunque tampoco disimulo que soy muy fan de David Simon y George Pelecanos. Me encanta su estilo, el ritmo trepidante, el montaje, las tramas paralelas, el amplio abanico de personajes que cruzan sus caminos. Es una propuesta exigente, al principio siempre cuesta un poco, pero en un momento dado suena un clic y estás enganchado.

Si la primera temporada se centraba en la prostitución y en los primeros años 70 con look blaxploitation, ahora han pasado algunos años, la emergente industria del porno se abre paso a ritmo de música funk, clubs nocturnos y discotecas. Simon siempre intenta atar todos los cabos; mafia, instituciones, policía, droga.. y por supuesto las tragedias personales de los protagonistas, finalmente Vincent Martino se prostituye tanto o más que las que hacen la calle. Alguien puede argumentar que falta el punto sórdido de The Corner (e incluso de The Wire), y que al igual que pasaba en la espléndida Treme, se cuenta una historia trágica y miserable de una forma un tanto amable. Personalmente pienso que no deja de ser una ficción, y que de elevadas que dosis de realidad ya vamos sobrados, a buen entendedor...

!Y qué selección músical!!!

Más allá de quedarme claro que los que realmente se lucran con el mundo del sexo son las tabacaleras, hace un par de años que dejé de fumar y viendo esta serie me volvieron a dar ganas, a ver si algún valiente se anima a contar todos los cigarros que se encienden en cada capítulo (y no sólo hablo de los de después del sexo).

Bueno a lo que iba, me encanta David Simon, con todas sus series aprendo algo, es como vivir en la calle una temporada y empaparte de la vida directamente (lo de aprender en la escuela de la vida, pero desde el sofá de tu casa sin temor a que te partan la boca en el proceso), esa capacidad de contarte la realidad en conjunto, desde todos los puntos de vista de los involucrados y no solo de cada individuo sino de cada grupo que estos forman.

Es genial ver a personajes que evolucionan de manera coherente temporada tras temporada, algunos a peor, otros mejoran, pero en esencia siguen siendo ellos mismos, lo importante no muta, tan solo los complementos o circunstancias externas. Estas series para mí son como un bálsamo, me saben a realidad y me conectan con ella, sacándome de mis mierdas mentales, me hace ver todo en su conjunto, desde fuera.

Gracias, que siga el espectáculo con series como esta por favor

Una maravilla de serie muy poco conocida por el gran público, la narración y la manera en la que evolucionan los capítulos y las temporadas es impecable. No quiero caer en la redundancia de analizar todos los aspectos positivos porque es casi todo (guion, dirección, actores, fotografía, trama, ambientación..) y si bien tiene algún pero, tampoco toca ponerse escrupuloso. Lo que si procede hacer mención es a un final de serie a la altura de los mejores que recuerdo, absolutamente brillante, conmovedor y lleno de trasfondo, te remueve completamente por dentro, una joya, 8,75.