Tenemos que hablar
2016 

5.0
6,216
Romance. Comedia
Nuria (Michelle Jenner) lo tiene todo para ser feliz: un buen trabajo, una casa maravillosa y un novio perfecto con el que se va a casar. Sólo le falta una cosa: los papeles del divorcio. Por el contrario, su marido, Jorge (Hugo Silva), no ha conseguido reponerse tras su separación: durante la crisis perdió el trabajo, arruinó con sus consejos a sus suegros (Verónica Forqué y Óscar Ladoire), y ahora vive con su antiguo jefe (Ernesto ... [+]
26 de noviembre de 2017
26 de noviembre de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es una comedia para reirse y pasar un muy buen rato delante de la tele. Tiene diálogos y situaciones totalemente absurdas pero que reflejan a la sociedad española en muchas decadencias reales. Buen reparto y actuación de todos los que participan en la película. ¡Recomendable!
21 de marzo de 2018
21 de marzo de 2018
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si se tratara de otro género, diría que no se puede ser tan perdedor como Jorge (Hugo Silva) ni tan sobreprotectora como Nuria (Michelle Jenner). Como estamos en los registros de la comedia romántica, por mucho que ambas cosas sean llevadas al extremo, como aquí, el desliz por el desliz es más permitido. Claro, que la concesión no sirve como patente de corso para hacernos creer que, por la misma razón, nos reiremos y emocionaremos como si nos fuera la vida en ello. Ni en su versión más extremista e inverosímil tiene porqué ser así. Más aún, si en una comedia romántica hay varias parejas y, de todas, la protagonista es la que tiene menos gracia, no suele ser una buena señal. Porque son las otras, a decir verdad, las que actuan de soporte cuando hay que reír. Ni Hugo Silva tiene la vis cómica de Óscar Ladoire o Ernesto Sevilla, ni Michelle Jenner tiene la de Verónica Forqué o Belén Cuesta.
Las escenas por separado tienen gracia, algunas mucha, pero cuanto más se ofusca en rizar el rizo menos me creo el conjunto. Podría haber sido una comedia más destacada con ese reparto por el que también anda por ahí Roberto Álamo. Lo mejor, es que también podría haber sido insufrible. Y no lo es.
Las escenas por separado tienen gracia, algunas mucha, pero cuanto más se ofusca en rizar el rizo menos me creo el conjunto. Podría haber sido una comedia más destacada con ese reparto por el que también anda por ahí Roberto Álamo. Lo mejor, es que también podría haber sido insufrible. Y no lo es.
14 de marzo de 2020
14 de marzo de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para pasar el rato y tal sin más, una película que de comedia tiene poco o nada, alguna carcajada te puedes sacar pero nada de otro mundo, yo creo que el mejor de la película es Ernesto Sevilla que lo hace bastante bien, y también Óscar Ladoire el padre de Michelle Jenner, los demás sin más. A la película le falta esa chispa de comedia, pero no da para más, es la típica película española que todos los años hay 3 o 4 como éstas y por último ver a Hugo Silva y a Michelle Jenner como en los Hombres de Paco, te hace recordar viejos tiempos cuando los dos eran unos tortolitos enamorados.
16 de julio de 2021
16 de julio de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Interesante comedia que supo identificar y explotar sus puntos fuertes, a saber, la química que siempre ha existido entre Michelle Jenner y Hugo Silva cuando se les junta en esta clase de papeles, la experiencia de secundarios como Óscar Ladoire y Verónica Forqué y la competencia del director David Serrano para hacer gags en formato cine. También tuvo buen ojo al reconocer el potencial de Belén Cuesta para el cine de humor antes de que la chica explotara y empezara a salir en todas partes y el atrevimiento de tratar de sumar al elenco al chanante Ernesto Sevilla buscando también integrar ese humor absurdo a la obra -aunque en este caso no terminase de cuajar-.
Su arranque, esa especie de introducción o prólogo habitual en muchas comedias recientes, donde se intenta concentrar elevadas dosis humorísticas a modo de reclamo, es realmente eficaz. Con un ritmo altísimo, casi desbocado, Serrano coloca con éxito varios sketches inteligentes, de cierto nivel, que invitan a pensar que la película apunta maneras y tiene posibilidades de hacer pasar un buen rato. No sería la primera película del estilo que empezara igual y luego decepcionase a los poco minutos, pero no es el caso de “Tenemos que hablar”. Aunque obviamente baja el ritmo, la película va dejando caer regularmente píldoras de ingenio, casi todas bastante decentes, bien hilvanadas por una trama equilibrada entre lo alocado y lo buenrollero. Y todavía le queda chispa al guion para chistes de efecto retardado que se siembran en un momento dado, brotan cuando menos te lo esperas y dan algún que otro fruto cuando parecía que el gag estaba amortizado. ¿Fruto del talento o de un golpe de fortuna? Pues me inclino por lo primero, aunque ni lo puedo asegurar al cien por cien ni me importa: lo que cuenta es que hay momentos de auténtica carcajada.
Realmente reseñables las buenas interpretaciones de todo el reparto. Especialmente de Ladoire y Forqué que, con la naturalidad y economía de gestos que les da su experiencia, sostienen las escenas de transición entre chiste y chiste, dándole a la producción la categoría de película, no sólo de comedia. Pero en general todos están a un nivel muy bueno, muy comprometidos con una obra con la que es poco probable que no arranque, como mínimo, una sonrisa permanente. Incluso cuando al final se aleja de los parámetros cómicos y cae en el género romántico (en ese momento que suele ser una puñalada a muchas películas que abandonan su esencia humorística para buscar la manera de improvisar un final ‘serio’) “Tenemos que hablar” tiene la habilidad de cerrar la tramas rápidamente, consciente de que nadie ha aguantado hasta el final para ver como acaba sino para ver si hay un número final, y recuperar su rumbo.
Equilibrada como película y resultona como comedia, “Tenemos que hablar” es de lo mejor que ha hecho el cine español en materia de entretenimiento.
Su arranque, esa especie de introducción o prólogo habitual en muchas comedias recientes, donde se intenta concentrar elevadas dosis humorísticas a modo de reclamo, es realmente eficaz. Con un ritmo altísimo, casi desbocado, Serrano coloca con éxito varios sketches inteligentes, de cierto nivel, que invitan a pensar que la película apunta maneras y tiene posibilidades de hacer pasar un buen rato. No sería la primera película del estilo que empezara igual y luego decepcionase a los poco minutos, pero no es el caso de “Tenemos que hablar”. Aunque obviamente baja el ritmo, la película va dejando caer regularmente píldoras de ingenio, casi todas bastante decentes, bien hilvanadas por una trama equilibrada entre lo alocado y lo buenrollero. Y todavía le queda chispa al guion para chistes de efecto retardado que se siembran en un momento dado, brotan cuando menos te lo esperas y dan algún que otro fruto cuando parecía que el gag estaba amortizado. ¿Fruto del talento o de un golpe de fortuna? Pues me inclino por lo primero, aunque ni lo puedo asegurar al cien por cien ni me importa: lo que cuenta es que hay momentos de auténtica carcajada.
Realmente reseñables las buenas interpretaciones de todo el reparto. Especialmente de Ladoire y Forqué que, con la naturalidad y economía de gestos que les da su experiencia, sostienen las escenas de transición entre chiste y chiste, dándole a la producción la categoría de película, no sólo de comedia. Pero en general todos están a un nivel muy bueno, muy comprometidos con una obra con la que es poco probable que no arranque, como mínimo, una sonrisa permanente. Incluso cuando al final se aleja de los parámetros cómicos y cae en el género romántico (en ese momento que suele ser una puñalada a muchas películas que abandonan su esencia humorística para buscar la manera de improvisar un final ‘serio’) “Tenemos que hablar” tiene la habilidad de cerrar la tramas rápidamente, consciente de que nadie ha aguantado hasta el final para ver como acaba sino para ver si hay un número final, y recuperar su rumbo.
Equilibrada como película y resultona como comedia, “Tenemos que hablar” es de lo mejor que ha hecho el cine español en materia de entretenimiento.
6 de marzo de 2016
6 de marzo de 2016
5 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nuevamente otra película que entra al cine español sin llamar la atención, un film con un tema muy visto en el actual cine y que ya cansa ver películas que el marido o mujer buscan a su ex-pareja para pedirle el divorcio. Pienso que la película esta mal grabada y han podido sacarle más brillo al escenario por ejemplo y lo han hecho mal.
Es una película entretenida con muy buenos golpes, también quiero destacar el gran progreso que está haciendo en el cine Michelle Jenner y que cada vez actúa mejor.
Es una película entretenida con muy buenos golpes, también quiero destacar el gran progreso que está haciendo en el cine Michelle Jenner y que cada vez actúa mejor.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here