Laberinto de pasiones

Un interesante juego argumental, ciertas ocurrencias puntuales, algunos rasgos de ingenio agudo y bastantes punzadas de deliberada provocación representan campo abonado para que P. Almodóvar se sienta a gusto.
La cámara se mueve con soltura, la historia fluye con naturalidad entre guiños de desfachatez y desenfado para que el colorismo costumbrista obtenga el lugar que reclama.
Y una atmósfera de erotismo permanente se muestra generoso al ofrecer las pinceladas de una crónica social que en su momento representó punto de referencia con visión de futuro y un talante intemporal como si quisiera trascender y perpetuarse.

Ridícula, larga a pesar de ser corta. En un día en el que no tenía mucho sueño casi me duerme. El 2 va porque al final "entretiene" un poco, pero casi estaba para el 0 (cero). Me llama la atención de Almodovar. Para el usuario que escribió que "predomina el surrealismo", aclaro que el mismo sólo está presente durante como mucho 5 minutos, y le recomiendo que si realmente valoró esos 5 minutos empiece por mirar alguna de las excelentes películas de Eliseo Subiela (puede empezar por "El Lado Oscuro del Corazón" o "Últimas Imágenes del Naufragio" para darse cuenta de lo errado de lo que escribió en su crítica). Salvo que quieran perder el tiempo, no vean esta película.

Laberinto de pasiones de Pedro Almodóvar, es una comedia dramática que no llega al nivel mínimo capaz de conseguir el cineasta manchego. Dirigida con un ritmo tranquilo y pausado, y al modo habitual del director de sus primeros y más inexpertos films, es algo pesada e inapetente. Realizada de manera atrevida y osada, por tratar la homosexualidad con naturalidad en un momento en el que aún no era totalmente aceptada, tiene una definición poco conseguida y capacitada para calar en el público en líneas generales, aún dentro de su desenfreno y provocación.
La fotografía, es sugestiva y lumínica, por estar repleta de matices y por ser estéticamente decorativa e idónea para la trama. La música, es variada y de nuevo ochentera, con canciones pasadas de moda que son bulliciosas y poco apetecibles de sobrellevar, de nuevo realizada por Bernardo Bonezzi. Y los movimientos de cámara y planos realizan una gran labor con planos detalle, primeros planos, rotación, reconocimiento y travellings en un competente trabajo técnico.
Las actuaciones, son endebles y adulteradas. Contando con las labores de Cecilia Roth, Imanol Arias, Helga Liné, Marta Fernández-Muro, Antonio Banderas, Luis Ciges y Ángel Alcázar entre otros. Incluso con la participación del director en un pequeño papel haciendo una actuación musical cuanto menos curiosa. Para los cuales, emplea unos vestuarios y caracterizaciones en su línea habitual, modernos y estrafalarios por un lado, y elegantes y distinguidos por otro, bien trabajados según el personaje en una decente dirección artística.
El guion, escrito por el mismo director junto con Terry Lennox, es algo vulgar y extravagante, con sus acostumbrados toques comprometedores y reiterativos en sus líos amorosos entre unos y otros, argumentado con algo de incoherencia y poco comprensión en una insólita y soporífera trama. Y aplica para llevarla a cabo una narrativa común y natural, característica del director que no llega a ser ordinaria aunque por momentos se aproxima, y también sus habituales voces en off explicativas para poner al público en situación.
En conclusión, la considero una cinta prescindible y sobrante en la filmografía del director, ya que, aunque posee los elementos particulares de Almodóvar, no tiene la chispa necesaria para calar en el espectador, siendo por tanto meramente amena y entretenida y no durante todo el film. Recomendable por su dirección, vestuarios, caracterizaciones y narrativa que es de lo poco positivo que puedes sacar de Laberinto de pasiones, ya que en resumidas cuentas es una película nimia e incluso aburrida.

Laberinto de pasiones es costumbrimo underground, buscadamente irreverente y absolutamente necesaria.

Junto con su Opera Prima, "Pepi, Lucy, Bom, y otras chicas del montón" (1980), los films de Almodóvar fueron una bofetada al anquilosado cine español. Aire fresco para el Madrid post franquista y toda una declaración de intenciones de su director sobre la impresionante obra cinematográfica que vendría después.

Personajes inverosímiles, argumento delirante, humor vulgar.... Desacomplejada al mostrar todo tipo de transgresiones: ninfomanía, incesto, orgías, drogas, travestismo, cruising, promiscuidad. Almodóvar sabe plasmar su particular mirada y conseguir desactivar el material ofensivo de manera extravagante y cariñosa.

Un film tan fresco como tosco. Más cercano a John Waters o Gregg Araki, que de Tod Haynes o Gus Van Sant.

Interesante propuesta, considero que al menos las tres primeras películas de Almodóvar son sus trabajos más transgresores y más ¨raros¨ por llamarlos de alguna forma. En esta ocasión Laberinto de pasiones es una comedia cruda y acida, entretenida, con algunos momentos bastante destacados…pero obviamente no es la mejor del realizador; aquí Almodóvar juega con el mudo de las adicciones y la sexualidad con un toque de humor negro no del todo acertado. Pero como dije anteriormente es una cinta aceptable que contiene los cimientos y bases de un cineasta retador y arriesgado como Pedro Almodóvar.