La escapada
1962 

7.7
3,695
6 de junio de 2013
6 de junio de 2013
11 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una road movie bastante plana, tejida en base a una amistad muy forzada entre dos personajes que se ven por primera vez y terminan encaminados en esta odisea durante un día feriado.
La historia camina gracias a la excesiva extraversión del personaje de Gassman que incluso llega a paspar más que el sonido de la bendita bocina, porque una cosa es ser un tipo carismático y otra es no tener ni media pizca de vergüenza.
Lo que no me cierra de este film es que ninguno de los sucesos deja huella alguna en mí, las relaciones me parecen superficiales e intrascendentes. Incluso ese final bastante jugado se queda muy lejos de lo que podría haber sido una gran metáfora. Hay escenas muy buenas como la situación en casa de los familiares de Trintignant, donde éste se siente el extraño y Gassman los conquista a todos con su labia; pero hay otras que me parecen muy forzadas como el viejo que levantan en la carretera.
Los protagonistas están bien, la antítesis funciona perfectamente pese a que está exageradísima, pero el secreto es la buena elección de actores.
Muy desprolijo el montaje de sonido, las escenas donde el auto va a mil por hora tienen defasadísimos los efectos sonoros. Lo que sí es destacable es la fotografía y los encuadres de la carretera.
Lo mejor: la pareja protagonista.
Lo peor: la intrascendencia del relato.
La historia camina gracias a la excesiva extraversión del personaje de Gassman que incluso llega a paspar más que el sonido de la bendita bocina, porque una cosa es ser un tipo carismático y otra es no tener ni media pizca de vergüenza.
Lo que no me cierra de este film es que ninguno de los sucesos deja huella alguna en mí, las relaciones me parecen superficiales e intrascendentes. Incluso ese final bastante jugado se queda muy lejos de lo que podría haber sido una gran metáfora. Hay escenas muy buenas como la situación en casa de los familiares de Trintignant, donde éste se siente el extraño y Gassman los conquista a todos con su labia; pero hay otras que me parecen muy forzadas como el viejo que levantan en la carretera.
Los protagonistas están bien, la antítesis funciona perfectamente pese a que está exageradísima, pero el secreto es la buena elección de actores.
Muy desprolijo el montaje de sonido, las escenas donde el auto va a mil por hora tienen defasadísimos los efectos sonoros. Lo que sí es destacable es la fotografía y los encuadres de la carretera.
Lo mejor: la pareja protagonista.
Lo peor: la intrascendencia del relato.
15 de agosto de 2009
15 de agosto de 2009
10 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los años 60 fueron unos años en los que contrastaron enormemente dos formas de ver la vida: aquella dominada por la moral tradicional y esa otra más alocada que tuvo como punto álgido las múltiples protestas estudiantiles de finales de la década. En esta película, Dino Risi trata de contraponer esas dos visiones encarnadas por dos eventuales compañeros de viaje: el alocado y vividor Bruno y el tranquilo y responsable Roberto.
Roberto es un joven estudiante de derecho que un dia acepta la proposición de un extraño para acompañarle en unas improvisadas vacaciones. Bruno, que es así como se llama el extraño, resulta ser radicalmente opuesto a Roberto. Mientras que Roberto tiene en mente el sacarse la carrera, colocarse y comprometerse con una mujer, Bruno vive al dia y evita constantemente todo tipo de ataduras matrimoniales. Mientras que Roberto trata con respeto al próximo y hace caso a todo tipo de normas; Bruno trata con desprecio a la gente y evita respetar las diferentes normas con las que se encuentra. Mientras que Roberto es muy tímido y poco hablador; Bruno no le hace ascos a hablar con todo el mundo y lanzarse hacia todo lo que suene a aventura. Durante ese alocado viaje vacacional en el que conoceran todo tipo de gente, ambos lograrán entender mejor e incluso admirarán las posturas del otro.
Se trata de una road movie en la que el director consigue destacar las virtudes de ambas visiones de la vida frente a sus defectos. Eso lo consigue a través de una muy inteligente selección de personajes y situaciones, y a través del recurso de exagerar enormemente las características de ambos personajes. De esa forma, Roberto es muy pero que muy tímido y Bruno es muy pero que muy alocado. Por el resto, sólo queda hablar de las interpretaciones ya que los medios existentes en la época en la que se hizo la película no daban más de si. Esas actuaciones son bastante correctas exepcto por el histrionismo de Vittorio Gassman que tiene momentos que llega a cargar.
Roberto es un joven estudiante de derecho que un dia acepta la proposición de un extraño para acompañarle en unas improvisadas vacaciones. Bruno, que es así como se llama el extraño, resulta ser radicalmente opuesto a Roberto. Mientras que Roberto tiene en mente el sacarse la carrera, colocarse y comprometerse con una mujer, Bruno vive al dia y evita constantemente todo tipo de ataduras matrimoniales. Mientras que Roberto trata con respeto al próximo y hace caso a todo tipo de normas; Bruno trata con desprecio a la gente y evita respetar las diferentes normas con las que se encuentra. Mientras que Roberto es muy tímido y poco hablador; Bruno no le hace ascos a hablar con todo el mundo y lanzarse hacia todo lo que suene a aventura. Durante ese alocado viaje vacacional en el que conoceran todo tipo de gente, ambos lograrán entender mejor e incluso admirarán las posturas del otro.
Se trata de una road movie en la que el director consigue destacar las virtudes de ambas visiones de la vida frente a sus defectos. Eso lo consigue a través de una muy inteligente selección de personajes y situaciones, y a través del recurso de exagerar enormemente las características de ambos personajes. De esa forma, Roberto es muy pero que muy tímido y Bruno es muy pero que muy alocado. Por el resto, sólo queda hablar de las interpretaciones ya que los medios existentes en la época en la que se hizo la película no daban más de si. Esas actuaciones son bastante correctas exepcto por el histrionismo de Vittorio Gassman que tiene momentos que llega a cargar.
22 de julio de 2021
22 de julio de 2021
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fantástica Commedia all'italiana plasmada como una road movie en la cual seguimos a dos personajes recién conocidos (de carácter contrapuesto) que se embarcaran en un viaje por diferentes partes de Italia, a bordo de un Lancia Aurelia convertible, en un verano caluroso de principios de la década del 60.
Cinta la cual uno no la puede ver sin dejar de esbozar una sonrisa durante gran parte de su metraje, ya que transmite unas ganas de vivir y disfrutar de la vida como ninguna. Esto se debe en gran parte a la magnífica y vitalista actuación de Vittorio Gassman el cual interpreta a Bruno Cortona, un caradura y charlatán aficionado a la velocidad y las mujeres (y al claxon por supuesto), quien no parece tener tiempo para la reflexión, todo en él es impulsivo y desenvuelto. Gassman sostiene y lleva la película con su avasallante personaje. En contraposición tenemos a un correcto Jean-Louis Trintignant interpretando a Roberto Mariani, un contenido y tímido estudiante de abogacía que será llevado por Bruno a experimentar la vida de manera más atrevida y desinhibida, visitando pueblos o ciudades costeras, tomándose unas copas o conduciendo temerariamente. El choque de carácter de los protagonistas será el combustible de la película, mostrándonos dos maneras de encarar la vida, todo retratado de manera mesurada y sin caer en la exageración.
Dino Risi nos regaló una cinta de una frescura y naturalidad formidable, con un ritmo fluido que no decae en ningún momento logra equilibrio sobre una estructura episódica donde desarrolla la psicología de los protagonistas que irán sorteando diferentes situaciones y personajes entorno a una sociedad italiana prospera y festiva, donde todos parecen pasársela bien, tanto o más que nosotros.
Cinta la cual uno no la puede ver sin dejar de esbozar una sonrisa durante gran parte de su metraje, ya que transmite unas ganas de vivir y disfrutar de la vida como ninguna. Esto se debe en gran parte a la magnífica y vitalista actuación de Vittorio Gassman el cual interpreta a Bruno Cortona, un caradura y charlatán aficionado a la velocidad y las mujeres (y al claxon por supuesto), quien no parece tener tiempo para la reflexión, todo en él es impulsivo y desenvuelto. Gassman sostiene y lleva la película con su avasallante personaje. En contraposición tenemos a un correcto Jean-Louis Trintignant interpretando a Roberto Mariani, un contenido y tímido estudiante de abogacía que será llevado por Bruno a experimentar la vida de manera más atrevida y desinhibida, visitando pueblos o ciudades costeras, tomándose unas copas o conduciendo temerariamente. El choque de carácter de los protagonistas será el combustible de la película, mostrándonos dos maneras de encarar la vida, todo retratado de manera mesurada y sin caer en la exageración.
Dino Risi nos regaló una cinta de una frescura y naturalidad formidable, con un ritmo fluido que no decae en ningún momento logra equilibrio sobre una estructura episódica donde desarrolla la psicología de los protagonistas que irán sorteando diferentes situaciones y personajes entorno a una sociedad italiana prospera y festiva, donde todos parecen pasársela bien, tanto o más que nosotros.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Para el final y de un plumazo, este viaje liberador de alegría existencialista nos deja una agridulce sensación y transforma la experiencia en una reflexión moralista por ironía del destino.
6 de octubre de 2018
6 de octubre de 2018
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nos encontramos en los primeros sesenta y la Italia cinematográfica está saliendo del neorrealismo para adentrarse en un periodo ciertamente costumbrista pero con una orientación hacia la comedia menos trascendental y más mordaz. En esta ocasión dos nombres propios aúnan fuerzas, por un lado Dino Risi que venía de estrenar la excelente “Una vida difícil” y por otro a los guiones encontramos a todo un Ettore Scola quién comenzaba a darse a conocer.
La película comienza en Roma durante el periodo vacacional de verano, lo cual la convierte en una ciudad casi abandonada y nos encontramos a Bruno Cortona (excelso Gassman aportando carácter, personalidad magnética y hedonismo sin control que configuran un personaje para el recuerdo) quien convencerá al pausado y calmo estudiante de derecho Roberto Mariani (con una acertada interpretación de Jean-Louis Trintignant que construye su personaje en las antípodas del de Gassman) para que le acompañe en un loco viaje a lo largo de la costa, a toda velocidad en su descapotable donde visitaran pueblos, comerán, disfrutarán de los placeres (carnales y no tan carnales) que se encuentren y perseguirán turistas alemanas y visitarán playas, entre otras fechorías.
Asistimos por lo tanto a una especie de proto “Buddy Movie” donde los protagonistas, totalmente distintos y casi irreconciliables se atraen mutuamente y forjan una amistad a priori impensable. Los actores están de auténtico lujo obsequiándonos con un duelo interpretativo de nivel.
Los múltiples paisajes y localizaciones de la costa, así como la maravillosa fotografía de Roma hacen que la película tenga más motivos de interés, además si le sumamos el uso de una de las clásicas canciones del “easy-listening” de la época (hablamos como no, de Quando Quando Quando que aparecerá recurrentemente a lo largo del film) podemos afirmar que Risi creó una obra bastante redonda, pese a lo liviano de su planteamiento.
Probablemente la mejor película de Risi y una obra a (re)descubrir con un Gassman en plena forma y un final impactante.
La película comienza en Roma durante el periodo vacacional de verano, lo cual la convierte en una ciudad casi abandonada y nos encontramos a Bruno Cortona (excelso Gassman aportando carácter, personalidad magnética y hedonismo sin control que configuran un personaje para el recuerdo) quien convencerá al pausado y calmo estudiante de derecho Roberto Mariani (con una acertada interpretación de Jean-Louis Trintignant que construye su personaje en las antípodas del de Gassman) para que le acompañe en un loco viaje a lo largo de la costa, a toda velocidad en su descapotable donde visitaran pueblos, comerán, disfrutarán de los placeres (carnales y no tan carnales) que se encuentren y perseguirán turistas alemanas y visitarán playas, entre otras fechorías.
Asistimos por lo tanto a una especie de proto “Buddy Movie” donde los protagonistas, totalmente distintos y casi irreconciliables se atraen mutuamente y forjan una amistad a priori impensable. Los actores están de auténtico lujo obsequiándonos con un duelo interpretativo de nivel.
Los múltiples paisajes y localizaciones de la costa, así como la maravillosa fotografía de Roma hacen que la película tenga más motivos de interés, además si le sumamos el uso de una de las clásicas canciones del “easy-listening” de la época (hablamos como no, de Quando Quando Quando que aparecerá recurrentemente a lo largo del film) podemos afirmar que Risi creó una obra bastante redonda, pese a lo liviano de su planteamiento.
Probablemente la mejor película de Risi y una obra a (re)descubrir con un Gassman en plena forma y un final impactante.
6 de noviembre de 2019
6 de noviembre de 2019
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es increíble como Rosi expresa de forma fluida y con planos envolventes la relación entre dos personalidades completamente dispares.
La banda sonora y los cortes de escena dan un toque muy personal a la película y además su muy buena combinación provocará que no te quieras despegar de la pantalla en ningún momento.
Pero en realidad, lo que hace brillante la película es lo directa que es y lo sencilla que parece expresando tanto a la vez, un recurso que funciona siempre en un guion con buen valor dramático y que además siempre aporta ese toque del autor que nos transmite su percepción de la realidad.
Grandes actores, gran montaje y gran guion.
La banda sonora y los cortes de escena dan un toque muy personal a la película y además su muy buena combinación provocará que no te quieras despegar de la pantalla en ningún momento.
Pero en realidad, lo que hace brillante la película es lo directa que es y lo sencilla que parece expresando tanto a la vez, un recurso que funciona siempre en un guion con buen valor dramático y que además siempre aporta ese toque del autor que nos transmite su percepción de la realidad.
Grandes actores, gran montaje y gran guion.
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