Excelente es la primera palabra que se me pasa por lo cabeza una vez visto este remake de la película homónima de mediados de los ochenta, dirigida por Herbert Ross (dicho remake está dedicado a él) con unos jóvenes Kevin Bacon y Lori Singer (¿qué ha sido de ella?). En fin, que me ha encantado, una gran película. Hace tiempo que ví la original, creo que ya tocaria un revisionado. Del director no he visto sus anteriores trabajos, pero puedo asegurar que con éste lo ha clavado. Los protagonistas puede que no sean conocidos, a excepción de Dennis Quaid y Andie McDowell, pero están espléndidos, y que la mayoria de ellos sean bailarines en la vida real (al menos lo son la pareja protagonista interpretada por Kenny Wormald y Julianne Hough) ayuda a que los números musicales salgan mejor. La banda sonora es genial, tengo planeado comprármela un día de estos, y además bastante movidita.

Me ha parecido un buen remake, totalmente fiel a la original pero con estilo propio. No diré lo de la preocupación de los padres y el disfrutar de los adolescentes porque ya lo acabo de poner en la crítica de la original, asi que solo mencionarla como adaptación. La hstoria creo que queda mucho más lógica en la época de los ´80, donde estaba más de moda la música indebida para adolescentes, ya que ahora no es que esté de moda, simplemente es lo normal. El tema de los bailes queda genial, los justos, no llegando a ser cansinos ni deseando que pusieran más. Y bueno, el chico protagonista me ha parecido un buen sustituto de Bacon, queda muy bien en su personaje y es totalmente creible, la chica igual.