191/13(27/12/14) Sobrevalorado film pseudo-bélico que tiene más de pasteloso melodrama romántico que de cinta de guerra. El buen director de cine mudo Frank Borzage adapta con bastantes tics del cine silente la primera novela llevada al cine del escritor estadounidense Ernst Hemingway (al novelista no le gustó la adaptación), basada en su experiencia en la Gran Guerra, fue voluntario al conflicto donde condujo ambulancias para llevar heridos en el frente italiano, que luchaban contra el imperio Austro-Húngaro, allí tuvo un affaire amoroso con una enfermera. La Warner compró por 80000 dólares el libro “A farewell to arms” de 1927, lo guionizaron Benjamin Glazer (“El Séptimo Cielo”), Oliver HP Garrett (“Duelo Al Sol”) y el no acreditado Laurence Stallings (“La Legión Invencible”), el resultado fue un drama romántico donde la guerra solo se atisba de refilón. Se narra una historia de amor en medio de la guerra, y como el entorno conjura para separar a los amantes, aunque el entorno no es el enemigo exterior, es el interior, marcando a la pareja protagonista, sumiéndolos en un torbellino de incomprensión y de dolor que se desarrolla en increscendo.
El escenario es el Norte de Italia, en plena Gran Guerra, allí los transalpinos guerrean contra los austriacos. El protagonista es Frederic Henry (Gary Cooper), un estadounidense enrolado con los italianos que tiene la misión de conducir ambulancias para los heridos en combate. Su mejor amigo es el Major Rinaldi (Adolphe Menjou ), un médico juerguista. Una noche durante un permiso se produce un bombardeo donde está Frederic, conociendo en el caos a la enfermera inglesa Catherine Barkley (Helen Hayes), su relación va a más creciendo entre ellos un fuerte amor en el que hay relaciones sexuales. Rinaldi celoso de la relación interfiere para que Catherine sea transferida a Milan, el Major y Frederic son enviados al frente bélico, el americano le envía cartas a su amada, ella también se las envía pero Rinaldi se las censura, lo cual hace que Frederic no aguante la situación pensando que algo malo le ha ocurrido a ella. También tiene cierta importancia en el relato la enfermera Helen Ferguson (correcta Mary Philips ), amiga y compañera de Catherine.

El realizador sume a los enamorados en el centro de un conflicto de guerra, y opone el amor puro frente al inhumano conflicto bélico, esto intenta reflejarlo con la dualidad entre el romance que se lleva a cabo en un ambiente cuasi-bucólico contra lo cruento de la vanguardia de Guerra, pero esto me queda bastante liviano, pues la guerra nos llega con cuentagotas, dándome la sensación que la guerra es algo molesto para el director, el romance se podría haber dado en otro ambiente donde el sentido del deber se cruzara con el del corazón, a esto se añade la impresión de que el tiempo la ha arrugado en demasía dejándola en un producto anclado en lo almibarado, en lo sensiblero, en lo cursi, en la búsqueda nítida de lo azucarado. No sientes que la guerra haga evolucionar a los protagonistas, son los celos de los supuestos amigos, y como resultado los dos dejan el deber al que se han comprometido, no sé si es el mensaje que querían dar. Tampoco el romance me queda sólido, me resulta acelerado, apresurado, te lo meten empujando, y es que es un film con elipsis temporales que te dejan con sensación de que mucho importante se quedó en la mesa de montaje. Tampoco en la construcción de personajes estuvieron finos, no se entiende que el supuesto amigo Henry, e Rinaldi le haga putada tras putada y Henry se lo tome como si nada, tampoco se entiende esa animadversión de la enfermera Ferguson contra Henry, diciéndole que no quiere a Catherine, cuando ha desertado por ella, chirriante. Coronado todo en un final no apto a diabéticos, alargadísimo, con frases que dan ardores por lo dulzón, y con una sobreactuación solo medio-perdonable por estar aún cerca el tiempo del cine mudo.

Lo mejor es la calidad técnica de Borzage en la filmación, con claras influencias del cine soviético, con algún toque expresionista, fruto de la meritoria fotografía de Charles Lang (“Sabrina”, “Con Faldas y a lo loco” o “Los 7 Magníficos”), con planos muy cuidados, con travellings sugestivos, y con un tramo inquietante cuando vemos a Henry vagar cuando ha desertado y se mezcla con los horrores de la guerra en un montaje de transición muy logrado que nos hace sentir parte de las miserias que nos traen las guerras, o estupenda también la cámara en dos escenas , una cuando a Henry lo hieren y vemos la secuencia de su traslado al hospital en cámara subjetiva, siendo este elemento los ojos de él, original para ese tiempo, el otro momento se produce cuando Catherine escribe una carta a Henry, oímos voz en off como le relata lo bien que vive, mientras la cámara se pasea por la habitación desmintiendo con muy fino humor lo que ella cuenta, fruto de ello esta cinematografía obtuvo el Oscar.

Gary Cooper realiza una actuación apreciable como el enamoradizo soldado, emitiendo mucho amor, pero cayendo en algún momento en el histrionismo. Helen Hayes desprende fragilidad y una tremenda dulzura, quizás demasiada.

Destacar que se tratan temas escabrosos para esos tiempos, como la virginidad sexual, Henry se lo comenta a Catherine que no sabía que ella lo era, y es que la censura en modo Código Hays aún no estaba en vigor, entraría en vigor en 1934.

Resultado final es un acartonado film que como bélico es plúmbeo y como romance queda muy maniqueo, el tiempo le ha hecho estragos. Fuerza y honor!!!

Esta es la primera adaptación de la novela homónima escrita en 1929 de Ernest Hemingway, con carácter autobiográfico. Luego llegó otra en 1957 y la de 1997, "En el amor y en la guerra", que según creo es más libre, y que por cierto, tengo en la recámara, así que más pronto que tarde os comentaré qué me ha parecido. Recuerdo que entonces la criticaron duramente pero dudo que sea peor que esta del 1932. Puede que porque este señor, Hemingway, sea un autor más famoso que bueno, según he oído por ahí, o tal vez porque la adaptación sea realmente mala por deméritos cinematográficos. En cualquier caso, esta "Adiós a las armas" es un melodrama ambientado durante la Primera Guerra Mundial, hacia 1917-1918, que narra los amoríos de un teniente norteamericano, conductor de ambulancias, y una enfermera británica, en suelo italiano. Pero no es dejéis engañar: de bélico sólo tiene el nombre porque se trata del típico romance. Aún así, se puede sacar una enseñanza: de como los aliados, todos ellos tan liberales, menos Rusia, se dedican a censurar las cartas del frente para la retaguardia o viceversa, por miedo a que deterioran el fervor bélico-patriótico.

De entrada tiene buena pinta pero os adelanto que técnicamente es una película pedorra. Todo gira alrededor de un romance apresurado y carente de cualquier chispa, que se tiene que enfrentar a la estupidez de sus mejores amigos respectivos. Estos dos entrometidos no dejan de propinarles patadas en las espinillas a unos enamorados que se dedican a decirse lo que se quieren, de la forma más melosa posible. A lo dicho hay que sumarle una ambientación pésima, el look femenino es notoriamente de los años 30, lo cual me enoja bastante porque ya he dicho que la moda de estos años es muy bonita, aunque aquí sólo se vislumbra en el traje militar femenino, cuando van de paseo. Pero peor aún es el casting criminal. Gary Cooper es muy atractivo, porque no voy a reconocerlo, pero ella, Helen Hayes, está chuchurría. Incluso es mayor que él. Así se entiende menos aún que este joven se prende perdidamente de una señora tan poco agraciada. Esto me lleva a pensar que porqué las actrices de los años treinta eran en general feas pero no los hombres. Tal vez porque el cine no tenía aún el prestigio que sí alcanzó en los años 40. En fin, estoy hasta por bajarle más la nota a la peli.

Parece ser que a Hemingway no le hizo mucha gracia esta adaptación de una de sus primeras novelas que refleja de forma autobiográfica sus experiencias como conductor de ambulancias durante la primera guerra mundial. A pesar de contar con Cooper, amigo y compañero de borracheras.
Borzage carga las tintas en el melodrama romántico y si bien la guerra está presente en todo momento lo hace de manera tangencial sobre la historia de sus protagonistas. Una Helen Hayes que acababa de recibir un Oscar por "El pecado de Madolon Claudet" y que está convincente dentro de un contexto poco realista. Gary Cooper, aparece como un gigante en tierra de liliputienses y se deja querer por la cámara sin arriesgar demasiado. Menjou, siempre eficaz aporta la visión cínica de una guerra despiadada donde a la postre nadie merece morir por unos ideales siempre manipulados, que jamás deberían hacer sombra al amor.
El paso del tiempo ha hecho mella y las elipses que aceleran la acción son muy ingenuas restando dramatismo al entorno. Obtuvo dos Oscars a la fotografía y el sonido que el estado de la copia que vi no permite disfrutar. Aún así, el melodrama funciona con momentos emotivos hasta una coda final excesivamente pretenciosa en lo formal por mucho significado poético que se le quiera dar.

La peli narra un melodrama en las relaciones del periodista Frederic Henry [Gary Cooper], atendido en un hospital de campaña por la enfermera Catherine Barkley [Helen Hayes] en los últimos días de la Primera Guerra en el frente italiano. El teniente Frederic se enamora de la enfermera y es correspondido, pero por razones del deber, tiene que dejarla y las cartas que se envían mutuamente no llegan a destino. Al terminar la contienda irá a buscarla sin que los resultados sean los esperados.

La peli es un clásico de los años 30. Un relato romántico que une dos vidas en el contexto de la primera guerra. La pareja de enamorados transmite fuerza. Ritmo rápido en la narración para cimentar estas relaciones románticas. La peli es básicamente Hemingway por encima de Gary Cooper y hubiera necesitado otra pareja más explosiva. Parece que este relato fue una experiencia vivida por Ernesto, el cual no se perdía ni una corrida ni una borrachera ni un bombardeo.

Enorme melodrama ambientado en la  I Guerra mundial. Adaptada de la novela de Ernest Hemingway, "Adiós a las armas" exuda calidad actoral y tanto Helen Hayes, Gary Cooper y Adolphe Menjou dan cátedra de actuación.
Crudas imágenes del conflicto armado y sus consecuencias. El amor en tiempos de guerra.

⭐Muy Buena

Sinopsis

Frederic Henry (Gary Cooper), un soldado estadounidense mujeriego y alcohólico, sirve como teniente paramédico en la división de ambulancias del ejército italiano,
En una de las fiestas de los oficiales conoce a la enfermera inglesa
Catherine Barkley (Helen Hayes) , el grave problema es que no se permiten relaciones entre los integrantes del ejercito, pero eso no será impedimento para su tortuoso y dramático amor. Una joya imperdible.