Dos mulas y una mujer
1970 

6.6
9,837
Western. Comedia. Aventuras
En México ha estallado la guerra entre los seguidores de Juárez y las tropas francesas del emperador Maximiliano de Austria. Hogan (Clint Eastwood), un duro mercenario, salva a una monja (Shirley MacLaine) del ataque de unos malhechores. Juntos emprenden un accidentado viaje en el que, a pesar de sus diferencias, quedará de manifiesto que tienen mucho en común. (FILMAFFINITY)
1 de noviembre de 2010
1 de noviembre de 2010
6 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Clint Eastwood, el más duro de entre los duros, el pistolero infalible, el antaño rey del salvaje oeste... se enbarca en una aventura junto a una estupenda Shirley MacLaine en la que el cine norteamericano homenajeará los spaguetti westerns del cine europeo. Con la estética cutre de los mencionados westerns italianos y con una banda sonora más cutre todavia, se nos es contado una historia en loa que se entrecruzan el amor, la comedia y el mas salvaje oeste.
Hogan es un cazarecompensas que durante su camino a cumplir una misión para unos separatistas mejicanos, tiene que salvar a una monja de ser salvajemente violada. La casualidad hará que esa indefensa monja, sea también una colaboradora del citado grupo separatista. A partir de ahí, ambos emprenderán un viaje en el que se ayudaran y se sorprenderán mutuamente.
Resulta curioso que el personaje más duro de una película del oeste sea una monja, que suceda en México, que los buenos sean los que normalmente son los malos, y que los malos sean los que normalmente son los buenos. Eso y el aire a espaguetti western que presenta la convierte decididamente en una comedia que trata de parodiar el género. Sin embargo, además de ese lado de parodia, presenta otro con un magnífico guión, unas muy buenas interpetaciones, y una ambientación estupenda.
Mención a parte merece unos personajes principales perfectamente caracterizados, con gran carisma, e interpretados con gran acierto. Lástima que no muestren excesiva química entre los dos.
Hogan es un cazarecompensas que durante su camino a cumplir una misión para unos separatistas mejicanos, tiene que salvar a una monja de ser salvajemente violada. La casualidad hará que esa indefensa monja, sea también una colaboradora del citado grupo separatista. A partir de ahí, ambos emprenderán un viaje en el que se ayudaran y se sorprenderán mutuamente.
Resulta curioso que el personaje más duro de una película del oeste sea una monja, que suceda en México, que los buenos sean los que normalmente son los malos, y que los malos sean los que normalmente son los buenos. Eso y el aire a espaguetti western que presenta la convierte decididamente en una comedia que trata de parodiar el género. Sin embargo, además de ese lado de parodia, presenta otro con un magnífico guión, unas muy buenas interpetaciones, y una ambientación estupenda.
Mención a parte merece unos personajes principales perfectamente caracterizados, con gran carisma, e interpretados con gran acierto. Lástima que no muestren excesiva química entre los dos.
17 de septiembre de 2005
17 de septiembre de 2005
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Entretenida película, llena de contrastes por lo dispar de sus protagonistas. Interesante combinación entre el western tradicional y el cine bélico, endulzado con alguna que otra escena cómica. Se aprecia la buena mano de Don Siegel, y como no, otra vez la acertada y maravillosa música del maestro, Ennio Morricone.
21 de abril de 2014
21 de abril de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película ambientada en la segunda mitad del siglo XIX en el contexto de la invasión francesa a México. El protagonista es Hogan (Clint Eastwood), un forastero que rondando el desierto salva a una mujer de ser violada por unos bandidos, ella es Sara (Shirley MacLaine), una monja que huye de los franceses.
Más forzados que otra cosa, ambos inician una travesía llena de aventuras y desventuras, donde a pesar de las grandes diferencias y los problemas que encuentran en el camino, continúan adelante buscando llegar a un pueblo dominado por las fuerzas invasoras.
Two Mules for Sister Sara es un atractivo western, no tan grandilocuente como otras producciones pero con una historia muy bien entramada, que se aprovecha en gran forma de la contextualización donde se desarrolla, aprovechando los recursos que dicho paisaje puede aportar.
Un film que se toma su tiempo en armar toda la trama, esa tranquilidad se ve compensada con el clímax final, una secuencia sobresaliente donde Siegel da muestras de lo que puede lograr en la dirección, aclaro que la película no aburre en ningún momento, debido a lo bien contado que está el film.
Clint Eastwood hace el papel de -casi- siempre, es cierto, pero como se disfruta su desenvolvimiento en la pantalla, MacLaine es un complemento idóneo. Ennio Morricone con una musicalización siempre efectiva. Buen film.
Más forzados que otra cosa, ambos inician una travesía llena de aventuras y desventuras, donde a pesar de las grandes diferencias y los problemas que encuentran en el camino, continúan adelante buscando llegar a un pueblo dominado por las fuerzas invasoras.
Two Mules for Sister Sara es un atractivo western, no tan grandilocuente como otras producciones pero con una historia muy bien entramada, que se aprovecha en gran forma de la contextualización donde se desarrolla, aprovechando los recursos que dicho paisaje puede aportar.
Un film que se toma su tiempo en armar toda la trama, esa tranquilidad se ve compensada con el clímax final, una secuencia sobresaliente donde Siegel da muestras de lo que puede lograr en la dirección, aclaro que la película no aburre en ningún momento, debido a lo bien contado que está el film.
Clint Eastwood hace el papel de -casi- siempre, es cierto, pero como se disfruta su desenvolvimiento en la pantalla, MacLaine es un complemento idóneo. Ennio Morricone con una musicalización siempre efectiva. Buen film.
31 de octubre de 2015
31 de octubre de 2015
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Film menor de Don Siegel, ambientado en la revolución mejicana y protagonizado por un mercenario yanqui (Clint Eastwood) con una 'monja' a cuestas (Shirley MacLaine).
El guión parte de una historia de Budd Boetticher y la realización remite a los spaguetti westerns de Sergio Leone, resultando un híbrido autoparódico que funciona mejor cuando se perfila como comedia de pareja. La fotografía de Gabriel Figueroa y la música de Ennio Morricone elevan el conjunto.
"Si no fuera una monja, le diría que se salvara como pudiera."
El guión parte de una historia de Budd Boetticher y la realización remite a los spaguetti westerns de Sergio Leone, resultando un híbrido autoparódico que funciona mejor cuando se perfila como comedia de pareja. La fotografía de Gabriel Figueroa y la música de Ennio Morricone elevan el conjunto.
"Si no fuera una monja, le diría que se salvara como pudiera."
1 de enero de 2022
1 de enero de 2022
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El contrapunto entre la monja Shirley MacLaine y el pistolero Clint Eastwood funciona maravillosamente en un mágico Méjico revolucionario de la época del Emperador Maximiliano de Habsburgo, sostenido por Napoleón III. El argumento es original y funciona gracias al carisma de sus protagonistas, unos diálogos inteligentes y con chispa, y una dirección extraordinaria del legendario Don Siegel.
La monja MacLaine es la protagonista absoluta, la dueña de la película, la más inteligente y pícara. El hilo conductor de la película es el sorprendente respeto que infunde en el rudo pistolero. Clint Eastwood demuestra su capacidad para extender su logrado personaje cinematográfico del Spaghetti Western a territorios cómicos, que llevará a su cima de carcajadas una década y media más tarde con la insuperable "el Sargento de Hierro".
Se perdona la licencia histórica de presentar sutilmente a los franceses como unos explotadores crueles y a los gringos como unos liberadores (aunque sea mediante un pistolero mercenario), pero es bueno ser consciente de que los vecinos del norte no han sido precisamente amables con Méjico ni una influencia excesivamente positiva.
La música de Morricone combina a la perfección con una fotografía maravillosa de principios de los 70 y unas localizaciones que harán las delicias de los enamorados de las mesetas como un servidor. Siegel y Eastwood se llevan a Méjico lo mejor del Spaghetti Western, incluyendo en particular al elemento más importante, que es Morricone.
Una película que se puede disfrutar una y otra vez.
La monja MacLaine es la protagonista absoluta, la dueña de la película, la más inteligente y pícara. El hilo conductor de la película es el sorprendente respeto que infunde en el rudo pistolero. Clint Eastwood demuestra su capacidad para extender su logrado personaje cinematográfico del Spaghetti Western a territorios cómicos, que llevará a su cima de carcajadas una década y media más tarde con la insuperable "el Sargento de Hierro".
Se perdona la licencia histórica de presentar sutilmente a los franceses como unos explotadores crueles y a los gringos como unos liberadores (aunque sea mediante un pistolero mercenario), pero es bueno ser consciente de que los vecinos del norte no han sido precisamente amables con Méjico ni una influencia excesivamente positiva.
La música de Morricone combina a la perfección con una fotografía maravillosa de principios de los 70 y unas localizaciones que harán las delicias de los enamorados de las mesetas como un servidor. Siegel y Eastwood se llevan a Méjico lo mejor del Spaghetti Western, incluyendo en particular al elemento más importante, que es Morricone.
Una película que se puede disfrutar una y otra vez.
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