¿Arde París?

La decepción mayor que produce esta superproducción es que promete mucho al principio, como si se tratara de "El día más largo" o "La batalla de las Ardenas", pero pronto vamos comprendiendo que la liberación de París no fué una gran batalla y por tanto el film no puede ofrecernos la tensión de un gran episodio histórico. Sólo una suma de anécdotas de naturaleza testimonial, desde los espías que capturaban miembros de la resistencia para los nazis hasta el cambio de alcalde en una boda, pasando por unos cuantos intercambios de tiros y cañonazos o los inútiles esfuerzos de una esposa por salvar de la deportación a su marido.
Al fin, el argumento se centra en el comandante alemán que tuvo el sentido común de no obedecer la orden de Hitler de destruir París, no por humanidad, sino porque entendió que la guerra estaba perdida y tal destrucción resultaría inútil.
Mientras que el carácter y la desesperación de los alemanes están bien descritos resulta casi ridícula la idealización de los soldados franceses y del pueblo de París. La resistencia fue muy cruel y sólo se atrevió a actuar a partir del desembarco de Normandía. Y en cuanto al pueblo quiero recordar la crítica que hace de su cobardía el film de Autant Lara "La travesía de París". También sobra en esta película el humor pintoresco en medio de la lucha con el enemigo y ese imposible norteamericano (Anthony Perkins) al que le preocupa más donde se encuentran los monumentos de París que las ráfagas de ametralladora que le amenazan.
Las verdaderas cualidades de "¿Arde París?" se encuentran más en la forma que en el fondo, es decir en la espléndida caligrafía cinematográfica de Clement y la magnífica música de Maurice Jarré. En este sentido el film es como un estuche de oro con una castaña dentro. Y alberga también la chapuza, supongo que para ahorrar presupuesto, de utilizar imágenes reales de acciones bélicas o de la liberación en vez de reconstruirlas cinematográficamente.
Francia quiso hacer una superproducción al estilo norteamericano, pero se quedó a medias.

Espectacular superproducción francesa que narra, con ritmo notable y en forma de fresco histórico, la liberación de París por parte de la resistencia y del ejército aliado durante la II Guerra Mundial. Basada en una novela de Dominique LaPierre y Larry Collins, dirigida por René Climent (A pleno sol) y guionizada por Francis Ford Coppola, ¿Arde Paris? es una película entretenidísima que, cargada de épica y heroísmo, luce unas hechuras fastuosas, casi hollywoodienses, algo que queda patente en su extenso y estelar reparto internacional: Jean-Paul Belmondo, Alain Delon, Charles Boyer, Anthony Perkins, Kirk Douglas, Orson Welles, Glenn Ford, Simone Signoret…

Esta película tiene incluidas escenas documentales filmadas en vivo en el momento de la liberación de París. En una de ellas, al final de la película, aparecen dos semi-orugas ("halftrack") con el nombre de Madrid y Teruel, que iban rumbo a liberar París. Es decir, los primeros que participaron en la liberación de la ciudad. Nadie explica porque si esos soldados era franceses, tal como se dice en el guión, bautizaron con nombres españoles a sus semiorugas. Hoy sabemos porque, ¡eran los españoles de la "9"!.

En los años 60 del siglo XX se ponen muy de moda las películas sobre la reciente Segunda Guerra Mundial, y esta película de Clément es un buen ejemplo de dicha corriente. Se trata de un largo largometraje lleno de estrellas, tanto del cine francés como del estadounidense, y es un film entretenido y bien hecho, en el que curiosamente los mandos militares norteamericanos no salen muy bien parados, y, en cambio, el general alemán al mando de las tropas nazis, interpretado por el gran Gert Fröbe, es retratado con cierta simpatía, seguramente por su progresivo cambio de actitud y por salvar a París de la destrucción. Por lo demás, el típico chovinismo francés oculta el decisivo papel de los republicanos españoles en la Liberación, de modos que sus tanques aparecen sólo muy brevemente. En un film tan largo aparecen diversos tonos, desde la tragedia hasta la comedia, pasando por todos los tonos del drama bélico. Me gusta mucho, por otro lado, la banda sonora de Maurice Jarre, que le da a las imágenes un aire muy francés, se mueve entre lo épico y lo poético, y proporciona un cierto distanciamiento "pop" muy de esos años. La fotografía en blanco y negro contribuye a dar un cierto aire documental al conjunto, en el que no faltan, claro, las imágenes documentales.

Con un argumento tan atrayente como éste, y con un reparto de estrellas tan impresionante, es difícil resistirse a esta película de Clément, pese a basarse en un "best-seller".

Transmite emociones, es coherente con la realidad, se ve, en la entrada el día anterior de la fecha oficial de la liberación, un vehículo con el nombre de Teruel ya que fueron los republicanos españoles exiliados los primeros en hacerlo por la avenida de Italia y llegando al Hotel de Ville. Un reparto creo que nunca superado. Mezcla muy bien escenas de ficción y reales sin una trama que desvíe el interés. Hasta Bolmondo me encantó.