El gato más famoso del mundo amante de la lasaña, Garfield, regresa a la gran pantalla. Esta vez, junto a su fiel acompañante canino Odie, emprenden una aventura diferente al resto, pues se ven obligados a salir de su zona de confort: su casa.

'Garfield: La película' se nos presenta como una gran opción para pasar un buen rato en familia. El film consigue ser entretenio tanto para los niños como para los más mayores, pues a lo largo de la historia se alternan bromas y referencias accesibles para ambos públicos.

A nivel de animación, la película presenta una calidad excepcional. No obstante, más allá de ello, mantiene un mensaje positivo en torno a la necesidad e importancia de atreverse a salir de la zona de confort. Aunque a veces la trama sea un poco previsible, al final queda una buena elección para pasar tiempo de calidad en familia.

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La nueva entrega del entrañable Garfield, el mayor crítico de lasaña del mundo y experto en descanso... no ha estado a la altura mínima exigible.

Se ha querido sacar partido a la parte menos interesante del personaje, que basicamente es verlo fuera de su entorno predilecto como es el sofá o la nevera.

El estilo artístico y la producción en este sentido no es ni mala ni buena, pero desde luego no es de mi agrado, la he visto muy de los dos mil.

Una trama muy infantil, previsible y limitada empañan totalmente el buen hacer de las grandes figuras que son Chris Pratt, Samuel L. Jackson o Hannah Waddingham.

El director Mark Dindal, con una filmografía llena de pelis infantiles de animación, no ha sabido encontrar el tono de la franquicia.

Al menos me alegro del cierto éxito del personaje en taquilla, que quizás nos traiga algo mejor en un futuro cercano.

Pese a conocer su existencia, y haber tenido algún peluche suyo pegado al cristal del coche de mis padres cuando era pequeño, poco he leído o visto sobre el popular gato naranja, así que mis expectativas cuando acudí al cine a ver la película eran simplemente dos: que mi hijo de ocho años se lo pasara bien y no aburrirme demasiado.

La primera se cumplió sin dificultades, ya que por lo visto han infantilizado el personaje para que sea accesible a un público más joven, lo cual nos ha venido bien, aunque eso haya perjudicado al juego que podría haber dado un Garfield más gamberro e irreverente. En cuanto al segundo objetivo, no es que este largometraje de animación sea un festival de diversión, pero su previsible y poco original trama se desarrolla a buen ritmo, con personajes graciosos que van soltando ocurrencias de vez en cuando y dura lo justo y necesario, así que misión cumplida.

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La película es igual de adorable que el gato. La animación es espectacular; la trama lógicamente lo esperado; divierte y gusta a grandes y a peques. Los ídolos populares nunca mueren, y el filme es un buen homenaje a todos aquellos que mantenemos el corazón en los dibujos de los 80 y 90.
Irán al infierno los que ponen a caldo a mi querido Garfield; los señores críticos deberían de coger vacaciones, ir a la playa, hacer deporte, reducir estrés y luego ver “Garfield fuera de casa”. Seguro que su opinión tuerce a favor del adorable minino.

Vi las críticas y no tenía claro si ir o no, pero al final nos animamos.
Fui con mis hijos de 6 y 3 años y les gustó. Más a la más pequeña.
A mi me pareció que al inicio tenía sus puntos graciosos y hasta pensé, no sé por qué la gente la pone tan mal.
Al rato estábamos mi pareja y yo intentando no dormirnos, miré para atrás y algún padre dormido, o otro literalmente golpeándose la cara para mantenerse despierto, etc.

En resumen, a los pequeños les gustará y los mayores, os podéis entretener mirando para atrás de cuando en cuando :D